Los días pasaban para Taehyung sin mayores sobresaltos. No tenía nada fijo en su rutina salvo la tranquilidad con que desarrollaba su día a día. Jamás salía de su zona de confort. La compra de vivieres y de artículos de primera necesidad las hacía a través de su fiel secretario Park Ji Min. Cada x días aparecía con todos los suministros encargados por Taehyung. Ese día, lo dedicaban a trabajar unas cuantas horas en asuntos relacionados con las empresas, comían en grata camaradería y paseaban al atardecer, antes de despedirse.
Jimin era su cuerpo y mente de cara al exterior. Era su representante legal, pero también era su amigo. Se habían conocido durante la época universitaria, ambos cursando Ciencias Económicas. Jimin fue la única persona con la cual Taehyung se relacionó completamente a gusto por esos años. Con el resto de sus compañeros y profesores, estableció una relación amable, pero muy distante. En este último aspecto fue Jimin el gran apoyo de Taehyung. De no ser por él jamás habría terminado la carrera, con sus respectivas consecuencias posteriores. Jimin era la única persona en la que Taehyung confiaba, fue el primero en escuchar su historia, fue el primero en conocerle a él y a sus monstruos.
Jimin le miró de reojo. El mar acariciaba sus pies desnudos y el aire mecía suave su cabello trigueño. No pudo no pensar en lo atractivo que era su amigo ― Llevas mucho tiempo estable ¿No crees que deberías regresar? ― Tae guardó silencio ¿Estable? ¿A qué se refería exactamente? ¿A que sus monstruos permanecían en silencio? ¿A que ninguno de ellos había aparecido últimamente para vergüenza de la empresa y suya propia? ― ¿Realmente lo crees? El que no haya aparecido ninguno de ellos no significa nada... Los siento ― Habló con voz entrecortada y nerviosa ― Yo, a veces les escucho y... Aunque ahora les mantenga encerrados, ellos esperan la más mínima oportunidad para escapar... estoy bien aquí. Resguardado de mí mismo ― Jimin guardó silencio. No diría más. Suspiró profundo y continuó caminando calmo junto a su amigo. Taehyung tenía razón ¿Quién mejor que él podía conocerse a sí mismo? Miró al horizonte y recordó con tristeza el día que le conoció. Jimin acostumbraba a correr por las noches. Era el único momento del día en que podía escaquearse de sus obligaciones estudiantiles y laborales. Porque sí, en aquel tiempo Jimin no podía permitirse el lujo de no trabajar. Era la única forma de salir de la pobreza: trabajar y pagar por sus estudios. Eran cerca de la una de la madrugada, se había alejado de su ruta habitual con la esperanza de ver a una estudiante de la cual gustaba en ese tiempo y que solía estudiar hasta tarde en la Biblioteca de la Universidad. Al doblar una esquina se lo encontró tirado en el suelo. Había sido golpeado y se encontraba en claro estado de ebriedad. Aunque al principio no le reconoció por su aspecto, después de intentar animarlo, recordó quién era. Se sorprendió aún más de verle así. Pensó en llamar a la policía pero Taehyung le detuvo. Con el tiempo Jimin iría armando el rompecabezas que empezó a ser Kim Taehyung para él. Jimin sonrió para sus adentros recordando aquel momento. Desde aquel día su vida no volvería a ser la misma. Le ayudó a levantarse y a pesar del estado calamitoso en el que se encontraba observó cuan diferente era al chico de su clase Tal vez tiene un hermano pensó. Le llamó la atención la actitud socarrona que veía en él. Podía ser por la borrachera, pero no conocía a ningún tipo que pudiese partirse de risa mientras relataba por qué le habían golpeado. Por lo visto era un golfo y de cuidado. Jimin escuchó entretenido el relato mientras le sostenía de los hombros, de cómo el marido de una de sus maestras de Instituto le había encontrado en un bar y junto con un par de amigos le había propinado una buena paliza por enrollarse con su mujer ―Eso... eso ― Risas ― Fue hace muchooo ― Risas ― Pero, el idiota no lo olvido. Tiene buena memoria el hijo de puta ― Más risas.
Jimin le fue a dejar hasta la zona residencial de la Universidad. Una zona en que solo tenían casa los alumnos Vip de la U. Aunque era su segundo año de carrera, era una zona desconocida para él. Miró al chico una vez más. Su rostro, su ropa, dudó. No podía ser el estudiante de su clase. ― ¿Cómo te llamas chico? ― ¿Chico? Creo que somos más o menos de la misma edad ― Respondió Jimin algo molesto ― Incluso tal vez yo sea mayor ― Se defendió Jimin. El muchacho le miró con desdén, costándole incluso fijar la mirada ― Como sea... ¿Cómo te llamas? ― apoyado en el umbral de la puerta, Jimin le ayudó a abrir ― Me llamo Jimin, Park Jimin ¿Y el tuyo? ― V ― ¿V? ― Preguntó dudoso mientras le veía tambalearse. Sin mirarle de vuelta V entró tastabillando a la casa ― Te debo una Jimin ―.
La segunda vez que le vio fue casi una semana después. Al principio no estuvo seguro, pero después de mirarle con mucha atención, llegó a la conclusión de que si no era él, era su hermano. Esperó a que terminara la clase para abordarlo ― ¡Eh! ¡Hola! ¿Qué tal V? ― El chico se le quedó mirando sorprendido al principio, pero al escuchar la pregunta se tornó pálido ― Creo...creo, que... me confundes ― Balbuceó. Jimin también sorprendido le volvió a mirar. Esta vez prestando mucha más atención a cada detalle ― ¿No eres V? ¿No te haces llamar V?― El chico de aspecto mucho más serio, más formal, negó con la cabeza sin articular palabra ― Lo siento. Te pareces mucho. Podrías pasar por su gemelo... bien, yo... Lo siento ― Dijo una vez más Jimin retirándose. En ese momento no fue consciente de la cara de terror con que el chico quedó.
Estoy emocionada con la track list. Y siento que me quedaré sin uñas de aquí al 24.
Actualizo porque a partir de esa fecha tendré menos tiempo. La vida de una ARMY es dura jj
A partir de hoy, no volveré a pedir comentarios, sugerencias y/o estrellita, pues la verdad cada quien es libre de dejar o pasar de ello. No por eso dejaré de escribir.
Si lees, espero te guste. Besotes.
Besotes.
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Inside me
FanfictionKim TaeHyung sufre de TID (Trastorno de Identidad Disociativo, también llamado Personalidades Múltiples). A raíz de esto se aísla en una zona costera, pensando que de esa manera seguirá manteniendo a raya a aquellos a los que él llama sus monstruos...