22.- Él es un todo, no lo olvides

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Yulin miraba a Taetae con una amplia sonrisa en el rostro, en tanto este, un poco escondido tras Jungkook la miraba apenas de reojo ― ¿Vas a comportarte así con mi madre Taetae? ― Taetae reflexionó unos segundos. Obviamente no debía ser así de descortés con la mujer que además le sonreía amablemente, pero él no estaba acostumbrado a conocer personas, menos a personas extrañas, menos a madres que sonreían. Todo le resultaba inusual ― Lo siento ― Dijo quedamente. Jungkook resopló mirando a su madre que le hizo un claro gesto de que no presione al chico ― Jungkook me ha contado que eres su vecino ― Taetae asintió aun escondido ― ¿Qué tal es Kookie como vecino? ― Julin se acomodó en el sofá y se cubrió con una manta que yacía en el respaldo ― Hace un poco de frío ― Agregó la mujer ―Taetae por favor quédate con mi madre unos minutos mientras voy a por más leña... Ves, el fuego se está apagando ― Taetae observó las escasas brasas en la chimenea y tuvo que consentir en separarse del moreno ― Bien... Pero, no tardes ― Jungkook salió de la casa rápidamente antes de que el chico se arrepintiese, en tanto este tímidamente se sentó frente a la mujer muy erguido, cruzando las manos sobre su regazo, con la mirada perdida en las paredes ― No me has respondido Taetae ¿Kookie es un buen vecino? ― Taetae asintió con la cabeza ― Lo es¿Vienes a menudo a su casa? ― El chico negó ― ¿Le molesta que venga?Nooo al contrario. Te agradeceré si lo haces... Sabes, Kookie está bastante solo aquí. Me alegro de que tenga un amigo en quien pueda confiar ― Taetae la miraba con algo de incredulidad, pero también con algo de sorpresa, pero pronto su rostro mutó al de preocupación ― Yo también estoy solo... Y estuve enfermo. Por eso Kookie a cuidado de mí ― Yulin sonrió. Observando con detención al jovencito que tenía ante él. ¿Realmente su hijo se había encariñado con un chico que sufría TID? El chico de rostro hermoso y mirada inocente claramente no tenía culpa de los desórdenes que se hubiesen ocasionado en su mente. Por ser psiquiatra y haber tratado bastantes casos de TID, Julin sabía mejor que nadie, que el trastorno normalmente se origina por algún trauma de la niñez, por tanto no le parecía extraño que una de estas personalidades hubiese adoptado una conducta infantil ― ¿Estás solo Taetae? ― La mujer vio como el chico bajaba la mirada entristecido y tardaba en responder. No apuró la situación, esperó con paciencia ― Mi familia nunca está en casa ― Dijo finalmente ― Oh... Lo lamento. A veces es complicado estar siempre, ya ves, solo puedo visitar a Jungkook de vez en cuando― El chico asintió ― Para mí es mejor así ― Julin dejó pasar ese comentario que tenía claramente un doloroso trasfondo. No era el momento de ir más allá en ese sentido. Necesitaba que el chico confiase en ella ― ¿Y cómo te diviertes cuando estás solo? ― La pregunta entusiasmó a Taetae que vio ahí la oportunidad para comentarle a la madre de Jungkook todas las cosas de que era capaz ― Hago muchas cosas. Leo, pinto, dibujo... También tengo un huerto y un jardín... aunque no siempre puedo estar para regalarlo y muchas flores mueren antes de lo debido― Se mordió el labio, escrutando el rostro de la mujer, intentando averiguar si esas cosas para ella eran suficientes ― Me gusta el mar, colecciono piedras y conchas y Monto olas. A veces también navego ― Bajó la cabeza un poco confuso. Tal vez a la madre de Jungkook eso le parecían tonterías ― ¡Haces muchas cosas! Seguro no te aburres... ¿De verdad tienes un huerto? ― Taetae elevó los ojos entusiasmado ― Sí, es un huerto de arena. Leí en una revista como cultivar hortalizas, tengo algunas zanahorias y muchas aromáticas dijo tímidamente― ¿Debería enseñartelo? No te preocupes, Jungkook me dijo que no estás del todo recuperado como para dar un paseo hasta tu casa. Pasaré por ahí antes de irme ¿Te parece? Sí, sí por favor. Jungkook va a regar ... puedes ir con él

Jungkook entró a la casa con un canasto lleno de cortes de leña, lo dejó al lado de la chimenea, en tanto escrutaba la situación de reojo ― Has escogido un día bastante fresco para venir madre ― La mujer sonrió con ternura mientras observaba también la mirada de adoración con que Taetae observaba a su hijo, cargando la chimenea de leña en tanto avivaba el fuego con un fuelle ― Ten cuidado Kookie ― Le ordenó el chico con real preocupación en su voz ― Lo tendré, no te preocupes ― Taehyung no perdía detalle de las acciones del moreno, tanto como Yulin no perdía detalle de Taetae. A este le preocupaba la cercanía del rostro de Jungkook al fuego. Pensaba temerosamente que podía quemarse accidentalmente ― ¿No tienes chimenea en tu casa Taetae?No... Creo que son peligrosas... Aunque también son bellas, al menos esta ― Yulin sonrió acercándose a Jungkook quién ya se levantaba y limpiaba las manos en sus jeans ― He traído comida preparada para que no tengas que cocinar. Espero les guste lo que he preparado

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