Inside me

13.- Si alguien le interesa, él se moverá solo

Taehyung estaba esperanzado en que le dieran el alta aquel viernes, pero no estaba muy seguro de la opinión médica. Jimin le explicó que los médicos veían una fuerte depresión en él y nadie les aseguraba que el accidente en la playa hubiese sido realmente un accidente.

Afortunadamente para Taehyung, Jimin era un asesor sumamente brillante y todo su historial psiquiátrico estaba muy lejos del alcance de los médicos coreanos. De otra forma, no solo habría sido un problema en esta ocasión, sino un escándalo a nivel empresarial y social.

Jimin gestionó de la mejor manera posible el alta, haciéndose responsable del paciente y solo así podría sacarlo del hospital el sábado a primera hora. Cosa que realmente hizo a Tae sentirse bastante mejor. Odiaba los hospitales.

Taehyung no había vuelto a tocar el tema de su "accidente", tampoco Jimin quiso insistir en ello. No quería agobiarlo más de lo que ya lo estaba. Tendrían tiempo para hablar una vez estando recuperado.

Jumgkook se había comunicado con Jimin a través de mensajería y sabía que le darían el alta a su vecino al día siguiente. También sabía que Jimin le acompañaría durante varios días hasta que estuviese restablecida su salud física. Jungkook entendió entre líneas que la salud mental era otro tema, uno bastante más difícil. Él había estado aquel día terminando los preparativos para su cumpleaños. Sus amigos empezarían a llegar aquella tarde y debía tener todo organizado. Había guardado todo aquello de valor sentimental, había limpiado y ordenado, organizado las habitaciones y sacado mantas suficientes para un pequeño escuadrón, había llenado la despensa de cerveza, licores y agua en cantidad suficiente para varias semanas, es decir, suficiente para el fin de semana que se le venía encima, también había comprado comida, aunque de esta última no estaba muy seguro si sería suficiente, pero de eso ya se encargaría Jin apenas llegar.

Desde la puerta de su casa echó una mirada rápida al entorno ahora tranquilo. Pronto estaría lleno de coches, motocicletas y auto caravanas, y de chicos y chicas todos bulliciosos... Es el precio de la amistad pensó sonriente.

Y así sucedió. A partir de las cinco de la tarde más o menos empezaron a llegar en pequeños grupos sus amigos más cercanos. Si bien su cumpleaños sería a día siguiente empezarían la celebración aquella noche. Pronto su casa fue un hervidero.

Si Taehyung pensó que tendría paz en su casa se equivocó rotundamente, pues el ambiente reinante en las inmediaciones de esta era de todo menos de paz. Solo al llegar ya en la carretera el flujo de vehículos hacía la costa, no era normal.

Jimin se mordió la lengua mientras veía de reojo la cara de su amigo al aparcar el coche y ver que en la playa "su playa" había más gente de la que había habido en todos los años que llevaba viviendo ahí. Taehyung miró con desagrado, pero no dijo nada. Corrió a esconderse apenas bajó del coche, dejando a Jimin mirando el panorama desde lo alto. Este sonrió. Se divertían y al parecer sería una noche muy movida. Por un lado se alegraba por Jungkook, el muchacho empezaba a simpatizarle, por otro se sentía algo temeroso de la actitud que Taehyung pudiese tomar.

Curiosamente su amigo no hizo nada más que esconderse en su habitación y meterse en la cama. Así estuvo el resto de lo que quedaba de la mañana del sábado, hasta que Jimin le llamó para comer. Contrario también a sus expectativas, Taehyung estaba receptivo a alimentarse aunque no a hablar. Jimin decidió dejarle. Él realmente entendía que la carga emocional de Taehyung debía ser demasiado incluso para él mismo. Lo veía abatido, agotado, como si estuviese cansado de todo. Terminaron de comer en silencio, apenas interrumpidos por algunas voces que llegaban desde la playa, voces femeninas y masculinas que entre risas y gritos evidenciaban una diversión que estaba lejos de llegar hasta ellos.