Inside me

19.- ¿Puedes ser honesto conmigo?

Algo muy dentro de su corazón se estrujó al oírle hablar. De pronto la neblina que cubría su mente se difuminó y vio todo con claridad. Ese sentimiento le hizo sentir un dolor agudo y punzante en su pecho. Ahora, y solo ahora entendía por qué Taehyung había intentado acabar con su vida.

Cuidó de él lo mejor que pudo. Llamó a Jimin quien estuvo antes de lo que pensó en su casa.

Ambos miraban la imagen de Taehyung ahora calmo, sumido en un sueño profundo ― Ha vomitado el alma, así es que creo que ahora solo dormirá ― Jimin asintió. Su semblante estaba contraído en un rictus de impotencia ― ¿Crees que solo sea alcohol ?― No lo sé, tal vez algo de marihuana por el olor de su ropa, aunque no puedo decir que sea lo único ― Jimin asintió ― ¿Debería llamar a un médico? ― Preguntó Jungkook ― No. Esperaremos a ver qué pasa. Estará muy adolorido para moverlo de todos modos... Odio pedirte este favor, pero podría quedarse aquí. Sé que es una incomodidad...― No necesitas pedirlo. Cuidaré de él. No te preocupes. Ve a descansar, mañana será tu turno. Los golpes que tiene en su cuerpo no son pocos. Mañana, cuando esté libre de los efectos del alcohol le dolerá todo― Jimin suspiró observando detenidamente el rostro de Taehyung ¿Por qué V? ¿Por qué te haces esto?

Jungkook despidió a Jimin. Miró la hora en su móvil. Eran las cuatro treinta y cinco de la madrugada. Volvió a la habitación. El cuerpo magullado que yacía en su cama se había ovillado como si fuese un niño. Había abrazado la almohada y la mantenía firme contra su pecho, en tanto el rastro de finos hilos de lágrimas mojaban la tela blanca. Jungkook se acercó y se arrodilló a su lado. Recolocó de forma suave un mechón de los cabellos que caía rebelde contra su rostro Tan hermoso pensó Tan hermoso y tan triste  Le miró con ternura. En estos momentos le recordaba a Taetae y su rostro de inocencia.

Después de asegurarse que el chico estaba bien y que no despertaría, Jungkook dudó si dejarle solo en la habitación e irse a dormir al salón, pero después de unos momentos de sopesarlo, decidió quedarse a su lado. La cama era lo suficientemente grande para ambos y la habitación estaba mucho más cálida que el frío salón. Buscó una manta más y la agregó a la cama. La madrugada estaba siendo especialmente fría. Se recostó en el otro lado de la cama y se durmió después de un rato de escuchar el leve sonido de la respiración de Taehyung.

Abrió los ojos y fue como abrir la puerta al dolor. Apenas intentó mover su cuerpo se dio cuenta de cuanto dolía. Sabía dónde estaba, pues él mismo había dirigido sus pasos hasta ahí, aunque no entendía muy bien por qué lo había hecho.

Volteó levemente la cabeza y vio al chico durmiendo a su lado. Cerró los ojos e intentó relajarse contra la cama, pero una sensación de mareo le invadió. Pequeñas punzadas agudas se repartían por zonas incontables de su cuerpo. Sentía su rostro hinchado y podía ver claramente los rasguños y magulladuras en sus manos. No recordaba nada, nada salvo su deseo de llegar hasta ahí.

Tragó saliva y con ello el aliento y sabor rancio de su boca. Tuvo una arcada y se movió temeroso en la cama, ese movimiento hizo que el chico a su lado abriese los ojos y se incorporase rápidamente, preocupado al verle y entender rápidamente lo que sucedía ― ¡Tranquilo... espera! Tengo aquí una palangana― Le ayudó incorporarse y sostuvo la palangana mientras las arcadas le invadían, aunque el vómito no llegaba. Su rostro enrojecido aún más por la vergüenza y la pesadumbre alojada en sus ojos ― No te preocupes Taehyung. Por favor no te preocupes ¿Vale? ― Por fin el estómago del muchacho cedió y sacó de sí cuando quedase en su cuerpo, dejándole jadeante y entumecido. Jungkook le limpió el rostro con una toalla que había dejado preparada por si acaso el chico volvía a vomitar. Rápidamente se apresuró al cuarto de baño, en dónde vació y limpió el aparato regresando veloz a la habitación. Se encontró con el chico sollozando desconsoladamente.