Inside me

12.- Había perdido

Taehyung abrió los ojos lentamente y se encontró con el rostro de Jimin mirándole ansioso ― ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes? ― Tae se sentía perdido, desorientado. Cerró los ojos más por la incomodidad que le produjo la luz que por cansancio ¿Dónde estoy? Seguía escuchando la voz de Jimin, esta vez llamando a alguien en la distancia. A su alrededor todo parecía tener eco, ondas de sonidos que retumbaban en su cabeza.

Había perdido. Seguía vivo. Intentó alejar los pensamientos de su mente. No valía la pena pensar en el cómo. Seguía en este mundo, y ahora se sentía solo agotado. Incluso de luchar.

― Ha despertado. Me ha mirado y ha vuelto a cerrar sus ojos ― Jimin le hablaba al médico encargado. Este se acercó a la cama y empezó la revisión rutinaria. Taehyung abrió los ojos nuevamente. Era lo mejor ― Señor Kim, ha tenido un proceso infeccioso grave. Lleva casi dos días inconsciente ― Tae empezó a formar el puzzle ― ¿Cómo llegué aquí? ― El señor Jeon le trajo. Tiene usted un gran amigo ― Mirando a Jimin agregó ― Los signos vitales están normales e incluso la infección está controlada. Lo mantendremos en observación un par de días más para asegurarnos de que se restablezca completamente. Se ve débil ― Ahora mirando a Taehyung el médico insistió ― Empezaremos la alimentación normal a partir de ahora. Usted debe cooperar, es importante que se fortalezca... Daré las instrucciones pertinentes. Cualquier cosa, estoy en mi consulta. Señor Park. Señor Kim... Descanse ― El médico salió con la enfermera y Taehyung volvió a cerrar los ojos, no obstante escuchó claramente lo que Jimin le dijo ― Tuve mucho miedo Taehyung. Pensé que morirías y también pensé que era precisamente eso lo que querías― Jimin detuvo sus palabras. Un nudo se había hecho en su garganta y se escuchaba claramente emocionado ― No quiero ni pensar qué hubiese sucedido si Jungkook no te encuentra ¿Sabes lo culpable que me siento? Y...yo, yo no debería sentirme así Taehyung. Todo podría ser tan diferente ¡Por favor! No lo vuelvas a hacer... Te lo suplico ― Jimin no era estúpido pensó Taehyung. Él intuiría lo que había tratado de hacer. No se sentía orgulloso de ello, pero ¿Por qué nadie le entendía? ¿Por qué no entendían sus sentimientos respecto a cuanto odiaba esas partes de él que lo fragmentaban? Nunca se había sentido una persona completa, nunca había podido ser absolutamente él. Ni siquiera tenía permitido decidir sobre su vida o su muerte.

Abrió los ojos lentamente para observar a Jimin. Vio las lágrimas en sus ojos. Taehyung no dudaba que Jimin era sincero en este instante, pero qué podía hacer. Él no era capaz de encontrar consuelo para sí mismo ¿Cómo podría dar consuelo?

Jungkook miraba el móvil sobre su mesa y tecleaba nervioso con sus dedos sobre ella. Jimin le había prometido que le llamaría si había cualquier novedad y desde la mañana que no tenía noticias suyas ¿Iría mejor o tal vez a peor?

En la última llamada le había comentado que seguía igual, aunque la fiebre ya había cedido un poco, Taehyung, no despertaba.

Desde el momento en que llevó al chico a su casa, Jungkook se cuestionó si había hecho lo correcto, si había actuado de la mejor forma. Tal vez él debía haber llamado inmediatamente a los servicios de urgencia, pero se excusaba pensando que al principio parecía que el chico se recuperaba. Todo se fue al carajo cuando empezó a ganar temperatura y él no tenía termómetro en casa para medirla ¡Maldito sea el termómetro!  Jungkook supo que el chico estaba mal, cuando empezó a sudar y a delirar.

Llamó inmediatamente a Gummy y esta envió un servicio de ambulancia a por ellos, pero hasta que el servicio llegó, Jungkook escuchó cosas de la boca de ese chico que le dejaron en un estado de perplejidad tal que no sabía qué pensar. ¿Delirios? Sí, eso pensó al principio, pero luego, por otros sucesos ocurridos aquella noche Jungkook había recabado suficiente información como para enloquecer.

Él era un chico discreto y claramente jamás pediría ninguna explicación ni a Jimin ni mucho menos a Taehyung. ―Taehyung ― dijo Jungkook suspirando. Ahora sabía su nombre, su nombre real.

Miró nuevamente el móvil en la mesa y se levantó bruscamente a por un vaso de agua. De pronto sus propios pensamientos le acaloraban. Se sentía confundido y al mismo tiempo sentía que no debía entrometerse en algo que realmente no era de su incumbencia, pero recordó el rostro del chico totalmente vulnerable en su cama, recordó sus lágrimas mientras temblaba y suplicaba como un niño pequeño que no le golpeasen más. Sintió un escalofrió ante el recuerdo. Luego más llanto y dolor ¡No soy un maricón! ¡Soy un hombre! ¡Sigo siendo un hombre!

Jungkook cerró los ojos con fuerza. Tragó saliva. Tanto dolor acumulado en una sola persona ¿Cómo podía ser la vida tan injusta?

Escuchó el timbre del móvil y prácticamente corrió a leer el mensaje. Era el grupo de amigos recordándole que pronto sería un año más viejo. Puso unos cuantos emoticones festivos, silenció el grupo y dejó el aparato sobre la mesa nuevamente. Él lo había olvidado completamente. Ni siquiera había pensado en su cumpleaños que era justamente aquel fin de semana. Tendría a todos sus amigos en casa, y a los invitados de sus amigos. Su mente ocupada pensando en su vecino ni siquiera se preocupó de preparar la casa para lo que se le venía encima. Tenía que salvaguardar varios objetos preciados dejados por sus abuelos, si no quería que su madre le cortase algo muy valioso cuando lo viese. Sus amigos eran maravillosos, pero borrachos eran patosos, irresponsables y descuidados como cualquiera. Hizo memoria de aquella vez en Japón cuando le visitaron. Aún vivía con Riki y aun creía que era feliz. Celebraron su cumpleaños grande en un piso mínimo, por no decir diminuto. Acabó siendo un desastre acorde a la celebración. Jungkook había hecho demasiadas locuras en su vida y era hora de ser sensato, al menos con los valiosos recuerdos de sus abuelos. Suspiró profundo y observó el lugar pensando por donde empezaría, cuando su móvil nuevamente vibró. Lo cogió despacio, deseando que fuesen noticias de Taehyung. Ni siquiera se cuestionó el deseo.

"Despertó. Lo peor ha pasado. Aún está débil, pero...sigue aquí, gracias a ti"

Jungkook leyó el mensaje varias veces, sin ser capaz de responder. Se había quedado quieto escuchando el sonido de su corazón. Estaba agitado y no entendía muy bien por qué. O tal vez si lo entendía, pero su mente quería obviarlo y ahí estaban los latidos en su pecho recordándole que se sentía feliz. Feliz de que él siguiese aquí.

∞∞∞

Llegó el otoño y me pone en modo romántico. Sed felices.