19- Why don't you trust me?

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La pelirroja se había tomado con enorme emoción su casi impensable ascenso, así que no tardo en comenzar a desarrollar todo el papeleo. Apenas un par de días después, ya traía una chica, su nueva asistente, quien llevaba los papeles a firmar para hacerlo oficial. Cuando se introdujo en la mansión, J.A.R.V.I.S. le informo que todos los habitantes de la mansión Stark se encontraban en el gimnasio en ese preciso momento, así que hacia allí se dirigió, para encontrar al millonario en un pequeño ring de boxeo junto a un exasperado Happy, el cual casi rogaba por la atención de su contrincante, el cual miraba embelesado hacia el fondo de la habitación, donde Steve golpeaba con furia su tercer saco de boxeo.

Sin siquiera percatarse, Tony cambio drásticamente su objetivo al ver entrar a las dos pelirrojas por la puerta, dedicándose a coquetear con la secretaria de Pepper, presentada como Natalie Rushman, en realidad no estaba interesado en la chica, pero estaba acostumbrado a ese tipo de intercambios coquetos con cada mujer linda que se le paraba delante. Para su sorpresa esta lo corto de forma seca, sin decir más que –Disculpe señor Stark, pero solo vine aquí a asegurarme de que la empresa pase a nombre de la señorita Potts.- Una ligera mirada hasta cierto punto compasiva lo atravesó, dirigiéndose a la persona detrás de ellos, la chica miraba al capitán con…¿lastima?.

-¿Vas a pasarle Stark Industries a Pepper?-interrumpió de repente Steve, retirando sus guantes de boxeo y acercándose a el grupo que se había formado frente al ring. Su mirada ardía, y ambas mujeres se sintieron intimidadas- No me…dijiste nada.
-Yo…lo siento… no lo vi importante y necesario.

-Solo…olvídalo. Es tu compañía…y tu vida…no la mía-ninguna de las personas en la sala sabría nunca la presión que sufrió el pecho de Steve al decir esas palabras. Podría sentir los pedazos de su alma caerse a pedazos. No era la empresa, nunca había sido la empresa. Era darse cuenta de que Tony ya ni siquiera confiaba en él para las más simples de las cosas, que ni siquiera le informaba de sus decisiones, suponiendo que consultarle sobre ellas fuese…demasiado terrible.

Steve estaba consciente de que él no sabía mucho acerca de relaciones, que tal vez lo hubiese terminado arruinando todo sin siquiera darse cuenta…pero… ¿por qué? ¿Si lo único que había hecho era darle amor y calor, porque ahora Tony no deseaba tenerlo a su lado? Otra vez esa montaña de preguntas perturbaban su mente y se acumulaban en la parte posterior de sus besos. No dijo mas, temeroso de que su voz se quebrara, y se retiro de allí con la dignidad que le quedaba, sin siquiera mirar hacia atrás por un segundo, se marcho de la mansión.

-¿Hay problemas con tu amigo, Tony? tal vez deberías haberle consultado, recuerda que a pesar de que nunca lo ha reclamado, el es dueño del 50% de todas tus propiedades.
-Solo…firmemos los papeles y retírense ¿sí?

Tony estaba en una situación aun peor que el rubio, el no pudo huir, tuvo que quedarse allí, con el alma por los pies y fingir la mejor de sus sonrisas de playboy para ambas mujeres, pero ni siquiera con eso logro engañarlas, era obvio que estaba totalmente roto, y que la única persona que era capaz de arreglarlo…bueno…el acababa de lastimarla de una forma bastante fea.

Unas 4 horas después le fue informado que el de cabelleras color sol había regresado, pero él no pudo subir a verlo, no tuvo el valor, no era más que un cobarde, y lo sabía, pero se quedo encerrado en su laboratorio, negándole la entrada al otro incluso cuando le trajo la cena, esa que solían compartir religiosamente y que ahora era un milagro que siquiera ambos la comieran.

La mañana lo tomo dormido sobre la mesa de su laboratorio, algunas piezas a medio hacer esparcidas a su alrededor, una vez mas había una cálida manta cubriendo su cuerpo…a pesar de todo, Steve no podía dejar de preocuparse por él. Tony se sorprendió a si mismo abrazando la cálida tela, tratando de sentir aun el calor de los dedos de Steve en esta…hacia tanto que no lo tocaba…siquiera un beso desde hacía semanas…lo sabia…sabía que su forma de “no dañarlo” estaba haciendo todo lo contrario.

—Yo…extraño tanto a Steve…—Dijo con un hilillo de voz, sin esperar respuesta alguna, pero la tuvo.
—Señor, Me siento en el deber de informarle que en las últimas semanas el tiempo que dedica a su pareja ha disminuido  drásticamente, hasta no ser más que unos minutos diarios. Tal vez usted no lo note, pero las estadísticas indican que el 70% de las parejas se separa cuando dejan de pasar tiempo juntos. Perdone si le molesta que se lo recuerde.

—No, si tienes razón.—Dijo dolido el moreno.— Estoy arruinando las cosas con lo mejor que me ha pasado en la puta vida. Necesito…necesito estar con él…necesito que me abrace para poder pasar a través de esto…J.A.R.V.I.S. quiero que él me salve…o al menos que me diga que todo estará bien…necesito su esperanza ahora que se me acabo la mía.

—Creo que debería hablar con él cuando regrese señor.

—¿Regrese?  ¿Steve salió?

—No señor, esta mañana recibió ,una llamada de el agente Coulson invitándolo al Grand Prix de Mónaco, que sucederá en unos días, así que dejo una nota para usted en su cuarto y se retiro, regresara en unos 4 días de su viaje.

-¿Por qué no me dijo nada de esto?
-Según mis escáneres, en la nota lo aclara. Podría decirle su contenido pero le aconsejo que vaya y lo lea usted mismo.
Tony obedeció y subió las escaleras casi corriendo, sobre la cama se encontraba un sobre que tenia escrito con la perfecta caligrafía de Steve “Para Tony”. Cuando lo abrió pudo leer:
Querido Tony:
Disculpa que me haya ido así sin avisar, es que últimamente has estado un poco…distante, así que supuse que no querías que te molestara, también está el hecho de que no fuiste a dormir conmigo, porque si, estuve despierto toda la noche esperando a que subieses esas escaleras que te separan de mi. No sé por qué, pero últimamente esos pocos metros lucen como mil millas de distancia entre nosotros. Supongo que necesitas más espacio, tal vez te estoy agobiando, así que no dude en aceptar la invitación de Coulson de irme unos días con el de viaje. Iré al Grand Prix de Mónaco, tengo ganas de ver que tan rápidos pueden llegar a ser los autos de carrera actualmente, en mi época ni siquiera existía algo como autos de carreras. Sera una gran experiencia…una que me gustaría compartir contigo, así que en caso de que quieras venir, solo ponte en contacto con Pepper, le deje unas cuantas invitaciones. Claro que no quiero que te sientas forzado en lo absoluto, no hay problema alguno si no vienes. Yo…no olvides que te amo. Un beso, S.R.
Cada palabra que leyó, abrió aun más el agujero en su pecho, definitivamente no se merecía el amor de Steve, era un cobarde y lo sabía, pero iba a arreglar las cosas entre ellos. Iba a contarle toda la verdad a ese hombre que tanto amaba. No soportaba la idea de perderlo…eso sería demasiado doloroso. Así que decidió sacar un pasaje para Mónaco para la mañana siguiente.

By your side || StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora