12- Steve...I love you

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Cuando Steve entró a la mansión fue sorprendido por la voz de J.A.R.V.I.S., él siempre lo había considerado una simple maquina, pero escuchar su voz de esa forma lo hizo cambiar totalmente de parecer al respecto. La voz de la I.A. estaba distinta, la desesperación se filtraba a través de el clásico tono indiferemte en cada una de sus palabras. Steve juraría que si tuviera un cuerpo inclusive podría llorar.

—Por favor…Por favor señor ayude al señor Stark. Esta en laboratorio. Corra antes de que sea demasiado tarde.

—¡Tony!

Gritó Steve antes de comenzar una precipitada carrera al laboratorio de Tony. Esta vez no necesitó varios impactos para destrozar el cristal, sino que con un limpio golpe de su escudo lo hizo pedazos y corrió hacia el menor. La ausencia del reactor en su pecho era demasiado notoria y Steve se dio cuenta enseguida de que necesitaba romper su regalo ya. Lanzó el cristal al suelo con más fuerza de la necesaria y subió a Tony a la mesa, donde en cuestión de segundos ya había instalado una vez más el reactor en su pecho.

Agradeció internamente el haber visto a Virginia hacerlo un tiempo atrás, ya que de no ser así le habría resultado casi imposible engarzarlo en su pecho a esa velocidad. Unos minutos después los colores del rostro de Tony habían regresado, pero aun se encontraba demasiado débil, apenas podía moverse de la posición en la que el capitán lo había dejado. Este por su parte lo abrazaba protectoramente, no se atrevía a dejar de esconderlo en su pecho, ni tampoco a verlo a los ojos. Por unos segundos había creído que perdería a la única persona que realmente era importante para él en esa época.

No conseguía dejar de acunarlo, prometiendo una y otra vez que no lo dejaría solo de nuevo, que lo protegería siempre, que no permitiría a nadie dañarlo de nuevo. Mientras tanto Tony se aferraba al uniforme del otro con fuerza, aspiraba su olor y, silenciosamente, lloraba de alivio. Una vez más ese deseo irresistible de besar a Steve se hizo presente, esta vez mas fuerte que nunca, recorriendo cada vena de su cuerpo y azotándola con fuerza.

—S-Steve—Inspiró profundamente, preparado para cualquier resultado que su confesión tuviese.—Yo te amo… Creí que moriría sin poder decírtelo. —Escondió el rostro con fuerza en el pecho del más alto, si veía la mas mínima duda en su expresión se echaría atrás, y eso era algo que no se permitiría a sí mismo, no en ese momento. Ya tendría oportunidad de arrepentirse luego.—Te amo demasiado Steve…Me está ahogando y yo…

Sus palabras se detuvieron al ser expuesto su rostro. Las manos de Steve se aferraron de su nuca y, acercándolo sin pensarlo un segundo mas, unió sus labios en un necesitado beso. En principio era algo leve, pero en cuestión de segundos se convirtió en uno voraz, ambos estaban hambrientos del otro. Sus lenguas jugaban contrastando la maestría de Tony con la torpeza de Steve, la cual solo lo hacía más delicioso para el millonario. Las manos del más bajo aun aferraban el traje del rubio, acercándose más de lo humanamente posible.

Cuando se alejaron por falta de aire, Tony pudo observar como el rostro de capitán estaba extremadamente rojo, lo cual a los ojos del moreno lo hacía ver tierno, pequeño para su enorme tamaño.

—Tony yo… lo siento…no debí besa…

—¿Por qué no?—Lo interrumpió. Tony, que ya estaba un poco más recuperado pasó sus manos sobre los hombros del otro, acariciando con suavidad los cabellos de la nuca del Capitán América— Tu lo deseabas…y yo también. Solo…—Rozó sus labios sobre los del otro, apenas un leve toque que estaba enloqueciendo al mas alto.—Necesito hacerlo de nuevo.

Una vez más sus bocas se unieron y el rubio no podía excusarse, no podía alejarlo, no podía dejar de devorar los labios ajenos…Simplemente no podía. Se mantuvieron así un tiempo, solo pausando para respirar y volver a la carga. A ninguno de los dos le importó en ese momento que significaba, en que los convertía, que pensarían las personas, o siquiera que eran ellos…Pareja, amigos, muy buenos amigos, novios, compañeros, o amigos con derecho. Lo único que les importaba era como se sentían en ese instante.

Podrían haberse quedado allí para siempre, pero Tony recordó lo que sucedía fuera de esa burbuja que lo envolvía. Obadiah estaba a punto de hacer quien sabia que cosa horrenda con el reactor, Pepper estaba en peligro por su culpa y él tenía que hacer algo. Esperaba tener tiempo para continuar esto mas tarde. En cuanto se alejó del cuerpo de Steve, este también tomo distancia, luchando por recuperar la compostura.

—Steve tenemos que hacer algo, Pepper está en peligro y Obadiah va a…

—El está a punto de ser apresado por cinco agentes que acompañan a Pepper. Parece ser que olvidaste tu cita con Coulson.—Rodhey irrumpió por el enorme agujero que antes había dejado el rubio. Ignorando el cabello despeinado y la respiración agitada de ambos continuó hablando
—Me envió aquí para ver si estabas a salvo. Qué bueno ver que el capitán Rogers se me adelanto.—Recibió un asentimiento de cabeza por parte de este.

—Cinco no serán suficientes. Si mis sospechas son ciertas, me van a necesitar allí. Cap, toma la motocicleta más rápida del garaje y adelántate a laboratorios Stark. Qué bueno que no te llegaste a quitar el traje. Yo me pondré la armadura e iré volando. Rodhey, tu mantén el cielo despejado. Esto puede ponerse feo.

Ambos hombres siguieron sus órdenes inmediatamente. Mientras tanto en laboratorios Stark, Pepper y Coulson irrumpieron en el lugar donde estaba guardado el trabajo que Obadiah había estado realizando en secreto. Encontraron planos y una serie de cables de suspensión que demostraban que era algo gigante, pero no había rastros del proyecto en si.

Entonces tras una serie de cadenas que en algún momento sostuvieron al coloso, Pepper divisó una luz que la cegó momentáneamente. Se dió cuenta tras apenas un segundo de que tras las sombras se ocultaba una gigantesca copia de la primera armadura de Ironman. Aquella de la que solo había escuchado cuando el millonario le confesó los detalles de su escape. La chica corrió con todas sus fuerzas hacia la salida, siendo seguida de cerca por Obadiah, quien tenía entre sus objetivos matar a la segunda molestia más grande después de Tony para imponer su control en la compañía. Estaba a punto de alcanzarla cuando su tamaño lo hizo atorarse en la entrada, dándole unos segundos de ventaja a la joven.

Sin embargo en cuanto la enorme armadura se liberó la terminó arrinconando en cuestión de segundos, apuntándole con el arma directamente a la cabeza. Pepper cerró los ojos esperando un golpe que nunca llegó. Al abrir los ojos se dió cuenta de que Steve, vestido con su uniforme del Capitán América, la estaba protegiendo. Y que era su escudo de vibranium lo que había evitado que esos disparos la asesinaran. Una segunda ráfaga de disparos fue detenido por el Capitán, pero cuando el gigante se preparaba para atacar de vuelta una ráfaga de luz que ambos pudieron identificar como Tony surcó el cielo, golpeando a Obadiah y arrastrando su enorme armadura lejos de esas dos personas que representaban casi todo lo que le importaba.

By your side || StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora