By your side || Stony

16- For the first time

Mientras el héroe de América escogía que camisa ponerse, el millonario se deshizo de cada prenda que lo cubría, quedando totalmente desnudo y recostándose en la cama.

—Cariño.—Llamó con voz acaramelada.—¿Puedes venir un segundo?

Cuando el rubio se acercó, con tan solo unos pantalones y una camisa de cuadros a medio abotonar cubriéndolo, se quedo atontado viendo al otro. Su desnudez le parecía la cosa más hermosamente erótica que jamás hubiese avistado. Su organismo reacciono involuntariamente, a traición, provocándole una dolorosa erección.

—¿Por qué no me acompañas?—Dijo el de ojos color chocolate palmeando a su lado en la amplia cama.

—¿To-Tony tu e-es-estas...?—El mayor de los dos de cubrió el rostro, como si eso pudiera hacer desaparecer la imagen que ya se había impreso a fuego en su cabeza.

—Desnudo, si. ¿Te molesta?—El mas sensual de sus tonos, tantas veces practicado, causó que la electricidad recorriera la habitación.

—N-no...Es-es solo que...—El súper soldado no parecía capaz de continuar hilando las palabras.

—Steve yo te amo, y de verdad deseo hacer esto contigo.—Confesó Tony, mirándolo directamente a los ojos.

—Pero... ¿Co-como?... ¿Y si te lastimo?—Probablemente era la primera vez que el moreno escuchaba a Steve tan inseguro de algo.

—Es cierto...Es tu primera vez con un hombre. Pero no tienes que preocuparte, te guiaré.

—Es...Es mi primera vez...—Suspiró, para luego soltar de golpe.—Es mi primera vez con cualquiera.

—¿Tu eres...Virgen?— Preguntó con los ojos abiertos por la sorpresa el menor. No comprendía cómo era posible que alguien tan perfecto como Steve Rogers nunca hubiese sido deseado por nadie más que Peggy, la cual si le preguntaban era una tonta por no aprovechar ese cuerpazo cuando tuvo tiempo.

Sonrió inconscientemente...Tal vez no era tan malo, de hecho no lo era en lo absoluto, eso significaba que nadie conocería o conoció nunca aquello. Steve era solo de él , solo él se permitiría el placer de tener al rubio dentro. Cada vez le gustaba más esa idea que le pareció ridícula al inicio.—¿De verdad?

Un inesperado sonrojo cubrió ambos rostros tras el asentimiento del rubio, el cual comenzó a caminar a pasos lentos hacia el sitio que antes había señalado su pareja. Tony no resistió mucho más, y levantándose él, comenzó devorar hambriento los labios ajenos con una necesidad casi desconocida.

El otro correspondió el beso sin dudarlo y llevo sus manos al cuerpo del otro con timidez. Apenas lo recorría, explorando cada rincón y dejando leves caricias aquí y allá.
Ese contacto quemaba en la piel del moreno, quien comenzaba a soltar leves jadeos al sentir aquellas manos posarse por unos segundos en su espalda baja antes de regresar sobre sus pasos a pasear por sus caderas y espalda. Mientras tanto las manos del millonario también estaban ocupadas luchando por deshacerse de cualquier trozo de ropa que lo alejara de esa piel que tanto deseaba marcar.

Así siguieron un rato, entre besos y caricias que subían y bajaban de tono constantemente. La desnudez de ambos los hacía querer cada vez mas. El de ojos color cielo devoraba desesperadamente los labios del otro, mientras que sus antes leves caricias ahora presionaban con fuerza, arrancándole sonoros gemidos al moreno, quien no hacia el más mínimo esfuerzo por cubrirlos.

La boca de Tony comenzó a bajar, dejando por todo el abdomen de su ídolo de la infancia, un camino de besos, mordidas y marcas que se hubiesen quedado allí un tiempo de no ser por el suero de súper soldado mientras que se dirigía a un paso lento y tortuoso para ambos hacia aquello con lo que tanto había fantaseado durante toda su vida. El miembro de Steve, totalmente erecto, lo esperaba al final del recorrido rogando atención.