13- The first battle

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—¡Eso fue increible!—Dijo Coulson, el cual también tenía como objetivo rescatar a Pepper, solo que no había llegado a tiempo por culpa de un golpe que se podía observar en su cabeza y que lo había dejado inconsciente unos minutos.— Creo que acabo de mojar mis pantalones.

—Dios santo Phil no digas eso.—Lo regañó Pepper.—El Capitán podría haberte oído.

—Él es tan perfecto que quiero llorar. Pero primero el trabajo y luego le ruego que se fotografié conmigo mientras aun lleva el traje.—Los ojos de Coulson brillaban a cada palabra que decía.

—A Fury no le va a gustar escuchar nada de eso. Nos envió a hacer el trabajo.—Dijo la voz de una mujer que se acercaba por detrás de él silenciosamente.—Tus grititos de boyscout deben esperar.

—María.—El agente sonaba un poco...¿Asustado?—¿Tú no se lo dirás verdad?

—La verdad es que resultaría interesante ver a Fury tratando de sancionarte por culpa de tu cercanía con el Capitán América, o sacandote de la iniciativa para evitar distracciones.

—No se puede ser tan malvada.

—Pruébame, pero estoy aquí para cubrirte la espalda esta vez. Hay civiles en peligro allí afuera, la pelea de Stark se está extendiendo y el capitán no puede salvar a todas las personas que están en el fuego cruzado solo, esa armadura gigante está disparando a quemarropa y es un espacio enorme a cubrir. Es un milagro que aun no haya dejado morir a nadie. Ambos necesitan ayuda, así que deja de perder el tiempo.—Se giro, dándole la cara a Pepper—Tu, pelirroja, asegurate de unirte al resto de los civiles y salir cuanto antes de aquí.

—Yo no voy a...

Sus palabras se quedaron en el aire porque todos los agentes se marcharon de allí a máxima velocidad a cubrir Steve en las acciones de rescate. Realmente comenzar una pelea en una maldita carretera no había sido la idea más brillante de Stark. Sin embargo este estaba consciente de ello y trató de alejarse de la tierra para disparar desde arriba. A pesar de que no contaba con que el Gigante de hierro pudiese volar, esto le dio una arriesgada ventaja.

A medida que subía a mayor altitud buscando congelar la armadura de su contrincante se iba dando cuenta de que su nivel de energía bajaba cada vez más peligrosamente. Él estaba consciente de que esto podría suceder, ese reactor ARC estaba casi gastado cuando se lo quitó del pecho. Si seguía gastando potencia no alcanzaría para más de unos minutos.

Cuando su contador de energía se encontraba en 7 Obadiah finalmente cayó en su trampa, congelándose su armadura y cayendo justo como él lo había hecho. Mientras comenzaba el descenso su contador bajó a dos, aunque gracias a la reserva de energía para emergencias, recomendación de J.A.R.V.I.S., logró llegar a la azotea. Lo primero que hizo al poner pie en esta fue utilizar el intercomunicador que había instalado en el traje de Steve, necesitaba saber si todo estaba bien.

—Capitán América.

—Te escucho, Ironman. Dime que todo está bien.—Tony iba a hablar, pero el otro no lo permitió.— No tienes que preocuparte por las bajas civiles, me encargué de eso, unos agentes de Coulson me ayudaron. Ahora sí, dame tu reporte.

—Estoy en la azotea, casi sin energía. Tengo que quitarme esta cosa—Retiró la parte de la armadura que cubría su mano—Bajo en unos...—Entonces un estruendo detrás de él lo hizo voltearse bruscamente, el robot de Obadiah no parecía haber tenido demasiados problemas para librarse del hielo. Era su mejor carta y la había jugado en vano.

Con esos niveles de energía no podría hacer mucho bajo riesgo de que se apagara el reactor, pero lo intentaría. Le pareció escuchar un —Voy para allá— Del otro lado del intercomunicador, pero no estaba del todo seguro, aunque deseó con todas sus fuerzas que no fuese así, tenía un último plan. Haría explotar el reactor que se encontraba debajo de él, eso destruiría todo el edificio y lo que estuviese en él, muy probablemente incluyéndolo a sí mismo.

No tuvo mucho tiempo de pensar, se lanzó hacia la parte trasera del traje de su enemigo, arrancando el cable que le permitía la visión. Agradeció que esa fuese solo una copia más grande del prototipo que él mismo había creado, el cual conocía a la perfección. Aun así su cuerpo fue lanzado lejos, arrancándole el casco en el proceso, otro golpe de suerte para él, apenas el 0,25 de energía mostraba que muy pronto su armadura iba a dejar de funcionar y que por tanto el oxigeno dejaría de fluir a través de esta. Obadiah abrió la parte superior de su armadura, revelándose a si mismo mientras se acercaba a el que creía su víctima.

El de poblada barba comenzó a dispararle a Tony, el cual apenas conseguía defenderse. El cristal que se encontraba debajo de él, una ostentosa decoración en la que insistió y de la que ahora se arrepentía, se quebró haciéndolo caer. Se logró sostener de una barra de metal, siendo esta lo único que lo protegía de caer directamente sobre el reactor gigante. Sabía que cuando este explotara no podría salir, su traje ya se había apagado, y el propio reactor apenas y seguía cumpliendo la función de alejar la metralla de su pecho.

Las balas dejaron de llegar de repente, no podía ver que sucedía por su posición pero se lo podía imaginar, y nunca había maldecido tanto a Steve como en ese momento ¿Por qué tenía que ir a salvarlo bajo riesgo de morir? Para Tony no había salida posible, y eso era tal vez lo peor de todo. Sin embargo, Steve ya tenía un plan, su experiencia en otras batallas, cosa que aun le faltaba a Tony, lo había ayudado a encontrar una salida.

Tras llegar al tejado distrajo la atención de Obadiah, para luego protegerse de las balas con su escudo hasta que, al tomar el ritmo de los disparos y darse cuenta de cuando paraba a recargar, dándole unos segundos, los aprovecho para lanzar el escudo hacia el otro, dejándolo inconsciente por unos minutos. Esa situación le dio tiempo para sacar a Tony de ese sitio en el que se había quedado atrapado y básicamente lanzarse juntos hacia el exterior del edificio. Eran casi cinco pisos, pero a Tony lo protegía su armadura, y el propio cuerpo del capitán protegió su cabeza.

Pepper no dudo más de un segundo tras recibir la orden del Capitán América de finalmente explotar todo el lugar. Era posible que a ella no le agradara del todo, pero ese tono de orden sin espacio para replicas era irrevocable. Se sintió como un soldado en medio de la guerra, y sabía que su única opción era obedecer y luego preguntar. Aunque también sabía que él nunca dejaría a Tony en peligro, era su único amigo en esa época, eso la hacía respirar más tranquila.

Tony despertó un par de días después en una cama de hospital, habían conseguido volver a insertar en su pecho el reactor que Obadiah le había robado y que había sido lo primero en rescatarse de los escombros, seguido por el escudo del Capitán América, el cual había sido limpiado, pulido y abrazado por Coulson antes de ser devuelto a su dueño, el cual despertó apenas unas horas después de la explosión. Un par de costillas rotas y algunas fracturas no eran suficientes para detenerlo. Además de que su suero del super-soldado ayudaba a que sus heridas curaran con rapidez.

Lo primero que vió el millonario al abrir los ojos fueron el par de orbes azules de Steve observándolo fijamente, su mirada desbordaba ternura. Con la única mano no enyesada que tenía organizó los cabellos del moreno y le dijo.—Al fin despertaste Tony, te extrañaba.— Mientras comenzó a acercar su rostro al del otro para robarle un corto y tierno beso.

By your side || StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora