By your side || Stony

4- Let's have a dinner

—Es bastante tarde.—Hablo el mayor en tono preocupado—¿no piensas ir a dormir?

-no puedo ahora Cap, he vuelto a las andadas y estoy más emocionado que nunca.

-¿volverás...a fabricar armas?-el tono de decepción en su voz, si bien era muy disimulado, no paso desapercibido por el millonario.

-no, esto es algo diferente. Es para la paz-la sonrisa que apareció sorpresivamente en el rostro de su amigo fue algo por lo que Tony habría pagado toda su fortuna sin siquiera dudarlo- pero me costara mucho trabajo, así que me quedare aquí abajo un tiempo.

-¿puedo saber de qué trata?

-A su tiempo mí querido fósil.-
Stark se pregunto si el leve sonrojo que apareció en las mejillas del otro era por el hecho de haberle dicho querido, o fósil. El otro se retiro antes de poder satisfacer sus dudas.

Steve se preocupaba por él, le llevaba café a su laboratorio y cuando este se encerraba incluso de él y se mantenía despierto por horas en un estado superior al agotamiento, durmiéndose sin remedio. Steve se las arreglaba siempre para adentrarse en el taller y cubrirlo con una manta. Stark pretendía no saber quién era la persona tras este acto, aunque obviamente lo hacía. Así que nunca le agradeció apropiadamente, tal vez porque le daba vergüenza decir -Steve gracias por ser la única persona que sin importar la hora o tu propio cansancio siempre se preocupa por mi bienestar.

Aun así, Tony había preferido no contarle que dedicaba sus noches a replicar la armadura que había creado durante su cautiverio, no sabía si lo entendería, pero prefería no arriesgarse. Se lo contaría, obviamente, pero todo a su momento. Mientras tanto se divertía viendo como el de cabellos rubios se quedaba mirando las luces azules que se deslizaban por el aire con curiosidad, probablemente tratando con todas sus fuerzas de entender algo, sin éxito por supuesto.

Las cosas funcionaron perfectamente durante una semana, en la que todo eran proyectos, pero en el momento de comenzar la construcción de la armadura, Tony decidió que lo mejor sería mantener al Capitán América todo lo lejos posible, no sabía cómo decirle, pero había decidido prohibir terminantemente su entrada al laboratorio.

-Tony, traje algo para ti. -Dijo entrando a la casa una mañana cualquiera, sorprendiendo a el millonario, el recién se iba a la cama y el otro ya regresaba de la calle- Toma-le entregó una especie de cubo envuelto en papel de compras- ábrelo cuando quieras.

-gracias Steve, no debiste molestarte, ya tengo todo de cualquier forma.

-estoy bastante seguro que es el primero de estos que tienes. Bueno, iré a correr unos cuantos kilómetros. Ve a dormir ahora ¿sí?

Recibió un asentimiento de cabeza del multimillonario, quien dejo sobre una mesilla el paquete y se retiro al segundo piso, donde se encontraba su habitación, cayendo dormido profundamente en cuanto su rostro toco la almohada.

Fue despertado unas horas después por la voz de Pepper que lo llamaba desde la planta baja, le había traído un montón de papeles que firmar, además de venir a ver como se encontraba su amigo. Estuvo un rato hablando cómodamente con la pelirroja, la cual lucia muy contenta por alguna razón.

-¿Qué es eso Tony?-pregunto inocentemente la chica señalando el paquete que aun sellado descansaba sobre la mesa.

-oh, lo había olvidado, no lo sé. Steve me lo dio.

-Vamos, ábrelo.

El hombre retiro con cuidado el papel, para encontrarse con que el héroe de América había montado el reactor que anteriormente el llevaba dentro en unos cristales. Alrededor de la brillante luz se podía leer -proof that Tony Stark has a heart-
Sonrió como un niño por casi dos minutos, sin apartar su vista del tierno detalle que el rubio había echo para el.