20- Mónaco

1.7K 208 0
                                    

Cuando el millonario llego al lugar, fue perseguido por una enorme masa de periodistas tratando de entrevistarlo, tanto a él como a su acompañante, incluso algunos a la hermosa asistente de esta, quien con una sonrisa se negaba amablemente…demasiado amablemente, hasta el punto de que sonaba amenazante. En el hotel se sintió más seguro, pero no pudo evitar su mal humor al ser informado de que hasta el famoso evento no podría encontrarse con su pareja ya que ni Natalie ni Pepper estaban informadas de donde estaba hospedándose Steve y el agente Coulson.
En un intento de ayudar al moreno, y aunque molesta por la insistencia de la petición, Virginia llamo a la tarjeta que el de cabellos castaños le había dejado. Respondió una muy malhumorada voz de mujer que se presento una vez mas como María Hill y que casi grito que si alguien volvía a mencionar el nombre con C en su presencia ella misma lo perseguiría hasta los mismísimos infiernos y le arrancaría el corazón, para después colgar y seguir en lo que parecía una acalorada discusión del otro lado de la línea.
-No funciono-dijo encogiéndose de hombros la nueva directora general de Stark Industries- Alguien está harta de oír hablar de Phil por allá y alguien está harta de oír hablar de Steve por aquí, así que dejémosles solos por un día, de todas formas ya anocheció, y pasado mañana comienza el torneo, no morirás por estar un día sin el Capitán.
-Tienes razón Peps -fingió una sonrisa, cada vez se le hacía más difícil, pero tenía que hacerlo. No quería hacer sufrir a las personas que amaba- Así que me dedicare a disfrutar de esta hermosa compañía que me regala la noche. Celebremos por ti. ¿Te nos unes Natalie?
-Me temo que debo irme señor Stark, pero pásenla bien. -Cuando se retiraba, la de cabellos escarlata se acerco a su jefa, para susurrarle en el oído un rápido -buena suerte- provocándole un leve sonrojo a esta.
Esa noche fue algo mágico para ambos, hacia mucho no tenían un rato solo para ellos dos, hacia que regresaron a esas pláticas recurrentes entre ellos, que intercambiaban entre tonterías y los temas más serios con una naturalidad sorprendente. Antes de darse cuenta ya había amanecido y ninguno había pegado ojo, entre champagne y risas habían perdido la noción del tiempo. Tony se sentía bien al lado de la pelirroja, ella le hacía bien cuando estaba por el suelo, pero no lo lograba.
No lograba decirse a sí mismo que todo estaba bien cuando en algún lugar de esa misma ciudad el rubio estaba preocupado por él, no podía mentirse diciendo que eso no importaba, que todo estaría bien y que todo seguiría como si nada hubiese sucedido porque no era cierto. Sabía que había herido al de ojos de cielo de una forma terrible, no con ninguna gran acción, sino con esos trozos de indiferencia que uno a uno se habían ido clavando como cristales en el pecho ajeno. Y si, podría curarlos, con mucho cuidado y sobre todo atención para arreglar el daño…pero temía que el tiempo ni siquiera le alcanzara para eso.
Inconscientemente llevo su mano al trozo de metal en su pecho, siempre había pensado que hasta cierto punto el ser Ironman lo hacía más digno de Steve. Aunque el rubio lo amaba de cualquier manera, amaba cada uno de esos desastrosos matices que terminaban formando a Tony Stark. Era algo suyo, él deseaba ser un héroe, salvar vidas inocentes, proteger a los indefensos, hacer todas esas cosas que de niño el Capitán América le enseño a apreciar. Deseaba mostrarle, aun sin decirlo, que Ironman no era más que una parte de su enorme legado moral. Era demasiado doloroso pensar que justamente eso era lo que le impediría seguir a su lado. Ser un héroe era una forma gloriosa de terminar, pero solo con pensar en que solo le quedaban un par de meses de ver su sonrisa tonta cuando entraba al laboratorio, o su cabello despeinado cuando despertaba sobresaltado por alguna pesadilla propia o ajena o el sudor que recorría sus pieles, mezclándose entre ambos cuerpos cada vez que hacían el amor. Saber que solo le quedaban unos meses para aprovechar esos pequeños placeres y que ni siquiera los estaba aprovechando…eso lo destruía.
El día del show finalmente llego, y para sorpresa de su amiga pelirroja el genio ya estaba vestido y listo para partir cuando, casi dos horas antes de la hora indicada para salir, fue a despertarlo. Obviamente el lugar estaba lleno de antiguos conocidos, o más exactamente conocidas. Tony rezaba internamente para que ninguna de sus ex-rollos se le acercara mientras trataba de hablar con Steve, sumándole las plegarias porque una vez que inevitablemente entraran al baño a “Hablar más tranquilos” ningún paparazzi los siguiese. No le molestaba que supiesen de su relación, pero conociendo la posición del rubio preferiría esconderlo hasta que él se sintiese listo.
Cuando entro, su corazón comenzó a latir tan rápido que parecía que deseara escapársele del pecho. La amplia y cálida sonrisa que el rubio le dedico desde la distancia le dijo tantas cosas que no consiguió asimilarlas todas antes de que unas rebeldes lágrimas de alivio se le acumularan traicioneras en el borde de los ojos.
Un suspiro de alivio se escapo de los labios del rubio cuando vio entrar en aquel salón al millonario, el cual aun lo buscaba con la vista. Cuando sus ojos se encontraron una explosión de emociones se apodero de su pecho y se desbordo en una sonrisa. Ya nada importaba, todo lo que había pasado, esos días lejos, todo el dolor y la indiferencia ya no estaban porque…Si él estaba allí era porque aun lo amaba ¿no? Si el genio había hecho todo el viaje solo para disculparse, entonces realmente no había mucho que disculpar.
Pensó en hacerse un poco el difícil, pero al ver acumularse una serie de lágrimas en la mirada ajena descarto totalmente esa idea, no podría, no mientras Tony lo observara con esa mirada de perrito triste. Se acerco al otro, quien también caminaba hacia el apresurado, el resto de la fiesta totalmente ausente a la desesperación por tan siquiera rozarse…por sentir el más mínimo pliegue de piel ajena. Se encontraron, y sin pensarlo mucho se abrazaron.
-Te extrañe Cap
-Yo también te extrañé mucho Tony…estoy tan feliz de que hayas venido…yo tenía miedo de que…
Entonces se percataron de algunas miradas que se habían terminado posando sobre ellos, y por esa razón se separaron, algo avergonzados. Trataron de seguir en la fiesta unos minutos más, cada quien por su lado, hasta que una vez que las cosas se tranquilizaron, se escabulleron del lugar como adolescentes. Una especie de estudio que estaba en el piso superior fue el lugar de su encuentro.
-Tony yo…-comenzó a hablar Steve nada más entrar- Lo siento tanto…se que te he estado agobiando mucho últimamente pero yo…por favor no me dejes…yo…sé que no tengo ningún derecho a exigirte algo pero…por favor no me olvides tan pronto... no dejes de mirarme. No me trates como si fuese un trofeo que dejas en una repisa una vez que lo ganas… no me trates como un objeto de segunda mano…porque la única persona que puede romperme en este instante eres tu…y no te culpo, fui yo quien te dio ese poder pero…tu eres la única persona con la que me permito ser una vez más ese chico de Brooklyn y…eres el único con el que puedo ser el humano y no el héroe… Tu eres el único ser vivo que conoce a Steve y no a el Capitán América…yo…no sé que tengo que hacer para tenerte a mi lado pero…pero lo hare.
-Steve…por favor no digas eso-desde hacía mucho los ojos de Tony se habían desbordado cual cascada, el escuchar todo lo que le había causado a el mayor lo había dejado totalmente expuesto…sabia que habría lagrimas en ese encuentro, pero no esperaba que lo que tendría que escuchar fuese tan terrible, una vez más, contrario a todas sus expectativas Steve no estaba ni siquiera enojado…solo estaba…triste, y por un segundo Tony deseo que estuviese molesto, que le gritara o que incluso le estampara su escudo en la cara antes de ver la expresión devastada que el mismo había causado.- Yo no…no pienso nada de eso…tan solo…-un nudo se había formado en su garganta, impidiéndole hablar, tomo un fuerte suspiro y trato de hablar de nuevo, pero los dedos del otro sobre sus labios se lo impidieron.
-Solo…déjame terminar…por favor-Tony no pudo más que asentir- Yo…voy a cambiar…me conformare con menos –Los ojos de Steve  estaba cerrados, temerosos de lo que vería de abrirlos. Así que no podía ver los frenéticos movimientos negativos que el millonario hacia, aun sin poder hablar, lagrimas desbordándose sin control, manchando su carísimo traje.- No sé si pido mucho, igual si, no lo sé, pero me conformare con besarte al menos una vez al día, con abrazarte cada vez que tengas ganas de llorar, con esperarte siempre con una sonrisa y cubrirte si tienes frio y te quedas en el laboratorio hasta muy tarde… –su voz tembló, estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por no llorar- me conformo con hacerte olvidar tus miedos a base de caricias donde tu prefieras y con ver una película juntos…aunque sea solo en las tardes lluviosas…y que te acurruques junto a mí en el sofá…En serio, me basta solo con hacerte sonreír al menos de vez en cuando…y recuerda que sería capaz de amanecer cada día con la cabeza entre tus piernas y seguir deseándote aun mas durante todo el día…Solo…considéralo…y si es mucho dímelo…
Steve iba a retirarse, no estaba listo para la respuesta del millonario…realmente estaba indefenso ante él, pero llorar era un lujo espiritual que no se permitiría otra vez, al menos no allí, y no por esa razón. Sin embargo una mano se poso sobre la suya, negándole la posibilidad de marcharse.
La temblorosa mirada del millonario se encontró con la suya, causándole una sensación cálida que escalaba por su pecho a la velocidad de la luz, inundándolo.
-No…no me dejes así…Steve te lo ruego abrázame. -Soltó de un tirón el moreno, siendo acunado rápidamente entre los brazos del otro, los cuales se cernieron sobre él como queriendo protegerlo de todo el mundo de ser necesario. El genio escondió la cabeza en el pecho ajeno, escuchando el ansioso latir de su corazón. Mientras sentía el tranquilizante aroma que expulsaba el cuerpo ajeno, se permitió a si mismo perderse en Steve una vez más.

By your side || StonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora