—¡Oh por Diooooooos! —exclamaron a mis espaldas.
Reaccioné. Abrí los ojos y vi a Kurt todavía besándome. No era un sueño. Repito: NO ERA UN SUEÑO. Creí que sería más difícil engatusar al rubio.
—Creo que se me ha pasado el enojo —Fue lo único que pude decir, mirándolo fijamente a los ojos.
—Es una pena. ¿Sabes? En este momento estoy pensando en otras formas en las que te puedas enojar para así quitártelo con otros besos. —Tomó uno de los mechones de mi cabello marrón y lo puso detrás de la oreja derecha.
Estuvimos por la fiesta agarrados de la mano, dándonos besos a cada instante y bailando demasiado pegados para mi gusto. No podía evitar pensar que Jazz se nos quedaba viendo de una manera muy extraña, como si estuviera enojada por la situación que me estaba pasando.
Después de un rato sacó su celular, leía mensajes y escribía otros, de seguro estaba a punto de mandarme uno para decirme que me alejara de su amigo. Cuando sacaba su celular en una fiesta era asunto serio, porque ella siempre decía "Celular afuera es porque es una fiesta perdida y aburrida". ¿Acaso Jazz estaba tan celosa como para mandarme mensajes?
—¡Alex! ¡ALEX! —gritaba desde lejos ella.
Claro que la escuchaba pero la ignoraba. Quería disfrutar de ese momento que posiblemente no se volvería a repetir a menos a que en otra fiesta Kurt estuviera tan ebrio como en esta ocasión. Nos dimos otro beso lento y lleno de ternura, cuando de repente sentí que alguien me jalaba de la muñeca.
Abrí los ojos por la sorpresa. Dejé a Kurt todavía con los ojos cerrados y los labios entreabiertos.
—¿Morgan? —Me tallé los ojos. Quizás lo que corría por mis venas era alcohol puro y no sangre, y por eso deliraba—. ¿En realidad eres Morgan?
Sentí dolor en la muñeca así que miré en esa dirección y vi como era que su mano estaba apretando con fuerza la mía.
—Vámonos —Jaló mi mano.
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ROMPECORAZONES
RomanceTerminar, superar, avanzar... volverse a enamorar. Ese era el lema de cualquiera que conocía a Alexandra Kingsley; una chica apática al amor y/o cualquiera que sea su denominación en el mundo de los humanos. Sin embargo, todo da un giro de 180° cuan...