Vier

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—¿Me puedes repetir cómo es que terminaste siendo la ilusionada en tu juego de ilusionar? —habló Violet, dejando a un lado los ejercicios de presupuestos que estábamos haciendo

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—¿Me puedes repetir cómo es que terminaste siendo la ilusionada en tu juego de ilusionar? —habló Violet, dejando a un lado los ejercicios de presupuestos que estábamos haciendo.

La miré con ganas de querer matarla en ese justo momento.

—Te recuerdo que yo no fui la tonta que regresó son su novio el tóxico que la hizo ir al psicólogo por lo mal que la trataba —repliqué, encabritada.

¿Cómo se atrevía a querer burlarse de mi situación? Ella había estado pasando por cosas peores y yo siempre me la pasaba callada, dándole ánimos y diciéndole que luchara por su amor, no que era muy tonta para caer en los juegos de Cupido que ella misma me había dicho que no era bueno enredarse. Así que la enredadera resultó enredada.

¡Ay..! Como odiaba tanto que me reprendieran cuando la vida de los que me regañaban era peor que la mía.

Sonó mi celular, me había llegado un mensaje. No sabía quién era ese tal Owen Ellworth.

—Te veo al rato Violet. Iré con Jazz.

—¿Por qué te vas? —cuestionó ella, mirándose en un espejo de bolsillo para ponerse un labial rojo en sus delgados labios. Levanté la mirada del celular, y la observé con una mezcla de confusión y sarcasmo.

—Oh... no lo sé, quizás porque me cae súper bien el idiota que tienes de novio.

—Bien, ya entendí. No lo insultes.

—Ya me voy antes de que te recuerde todo lo que te ha hecho y lo niegues rotundamente —dije, cansada de esa rutina.

Antes de salir con Jazz contesté los mensajes. Le dije que no podía responder por el momento pero que quería saber quién era. Lo vio de inmediato, y al segundo ya me estaba llamando un número desconocido.

Pensé que en esa fiesta de Richard su me había besado con otro chico aparte de Kurt, eso podría explicar los mensajes de ese muchacho que no conocía.

Contesté la llamada.

—¿Quién habla? ¿Owen? Ah... No, no conozco a ningún chico con ese nombre, creo que está equivocado Adi... Ya veo, ¡perdón! No me acordaba de ti... Que recuerde apenas y te vi, no te pasé mi celular, entonces ¿cómo es que lo...? Claro, Jazzlyn... Sí, seguro, voy con ella en estos instantes. Los veo, adiós.

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