—Gracias por traerme a casa, no sabes todo lo que me has ahorrado. —dije, quitándome el cinturón de seguridad.
—Seguro, no hay problema. Ya sabes que puedes llamarme cuando sea...
—Sí, por eso mismo te pediré que ya no nos veamos —Hice una mueca de tristeza. Él me miró muy confundido.
—No lo entiendo, creí que ya habías terminado con ese idiota —Frunció el ceño. Podía ver lo incómodo que estaba ante la situación, y cómo no le gustaba para nada lo que le había dicho.
Se quitó los lentes de sol, y tomó el volante, sujetándolo con fuerza, como si esa fuera su forma de desquitar su frustración. A veces creía que Edwin era todo un inmaduro para los 26 años que tenía.
—Sólo no quiero nada con nadie por el momento. Quiero empezar desde cero... No lo entenderías, nosotros sólo nos buscamos para sexo.
El silencio me incomodaba a cada momento, así que sólo me despedí de él, dándole un beso en la mejilla y salí de ahí.
Por alguna rara razón no tenía apetito, tampoco tenía sueño, pero no quería hacer nada. Sólo me encontraba en la habitación mirando al techo, pensando en nada en realidad. El celular parecía estallar de tantas notificaciones que recibía, más por parte de mis amigas que estaban ansiosas para que les dijera cómo me había ido, con quien le daría la bofetada a David.
Quería estar sola, y, quizá ellas se sorprenderían, sin embargo, creía que era lo mejor. En un periodo de tiempo tan corto había tenido tantas ilusiones, tantas decepciones, y sentimientos encontrados que en este mismísimo instante me encontraba abrumada de todo lo que sentía e hice.
Hablé con Violet, quien estaba muy insistente con el tema de que le contara todo, porque las mejores amigas hacían.
—¿Y finalmente con quien te quedaste? Por favor no me digas que con Kurt.
Mientras terminaba de hablar, busqué mi mascarilla favorita de aloe vera. Tomé la diadema que utilizaba para que el cabello no se metiera a la hora de ponerme el tónico, y contesté:
ESTÁS LEYENDO
ROMPECORAZONES
RomanceTerminar, superar, avanzar... volverse a enamorar. Ese era el lema de cualquiera que conocía a Alexandra Kingsley; una chica apática al amor y/o cualquiera que sea su denominación en el mundo de los humanos. Sin embargo, todo da un giro de 180° cuan...