—Es una amiga, ¿de acuerdo? Sólo cálmate.
—¡Una amiga! Hace rato dijiste que era tu madre, mucho antes que un chiste que leíste, ¿a quién más usarás de tapadera? —Estaba hecha todo un manojo de nervios para ese momento.
Quizá pareciese toda una loca, y mi cabello alborotado no ayudaba en nada.
—No es lo que parece Lex... Así que ¿podrías bajar el tono de voz? No quiero que nadie este...
—¡TE VI ESCRIBIENDOLE! TE VI DICIENDOLE QUE PASARÍAS POR ELLA, QUE ESTARÍAS CON ELLA, ¡Y TIENES EL CINISMO DE VENIR A DECIRME QUE NO ES LO QUE PARECE!
Él estaba con una especie de sonrisa cínica en su rostro (uno que quería golpear). Me tomó del brazo y me llevó un par de lejos. Esto le estaba incomodando todo, y sabía que no le gustaban los "shows", pero estaba ya al borde del colapso.
—¿Y bien? En verdad David, no me quieras ver la cara de estúpida más de lo que ya todos saben que la tengo por confiar en ti —Sentía un nudo en la garganta.
¿Cómo pude ser tan estúpida? Bueno, que les he de decir que fue tan convincente con su labia y sus acciones que no le hallaba alguna falla en su mentira.
—Es una amiga, no sé porqué no confías en mí.
—¿Y por una amiga ibas a pasar y después de consentirla en el cine, la ibas a llevar a tu casa? Vaya, ¡pues que buen amigo eres! Te deberían de dar una medalla...
—Tu sarcasmo no me gusta, y no te va, así que deja de hablar, ¿de acuerdo?
—A mi no me vas a venir a callar, ¿pues con quién crees que tratas? Así que en este momento me vas a decir como se llama.
—No, no te voy a decir nada. Hazte tus ideas, que yo no tengo porque decirte estas cosas.
—¿Sabes qué? A la chingada —le dije, en español, porque no encontraba mejor frase en inglés para decirle esto.
No sabía como sentirme en ese instante, y mi última mirada para él no supe si se reflejó mi decepción, mi tristeza y mi enojo. Lo dejé ahí. Caminé tan rápido a la entrada de la universidad nuevamente, tratando de que las lágrimas no me salieran. Muy adentro de mí, esperaba que David fuera detrás de mí, como en las películas románticas en donde el chico se arrepiente de su estupidez, y no quiere dejarla ir.
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ROMPECORAZONES
RomanceTerminar, superar, avanzar... volverse a enamorar. Ese era el lema de cualquiera que conocía a Alexandra Kingsley; una chica apática al amor y/o cualquiera que sea su denominación en el mundo de los humanos. Sin embargo, todo da un giro de 180° cuan...