Romeo y Julieta (versión siglo XXI)

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A el no le costaba expresarse, de mos- trarle al mundo quien era, esa clase de persona era Benbolio.
Apenas llegaba a un lugar y lo prime- ro que hacía era presentarse con las demás personas y ponerse a charlar.
Para ser exactos era sociable, muy sociable, no tenía problema en hacer amigos o en armar un grupo para un trabajo práctico.

El primer día en el jardín no conocía a nadie, entró y lo primero que hizo fue hablar con todas las personas del gra- do tanto con niñas como y niños, no le pareció que podía tener una conexión especial, se había dado por vencido para encontrar un mejor amigo pero ahí lo vió a el, estaba solo jugando con los autos que atravesaban rampas, a Benbolio le pareció agradable, se le acercó a el y le dijo:
    —Hola, ¿Puedo jugar con vos a los autos?—le preguntó Benbolio sentán- dose cerca de el.
    —Claro que podés, ¿Cómo te llamás?—le preguntó el niño mientras agarraba un auto.
    —Mi nombre es Benbolio, ¿Vos cómo te llamás?—le preguntó el mientras el agarraba un auto azul.
    —Me llamo Romeo.
    —Romeo, parece el nombre de un príncipe galán como en los cuentos de hadas.
    —Jaja, igual no creo que sea galán.
    —¿En serio? Hace un segundo sin que te dieras cuenta vi que una niña te estaba observando perdidamente enamorada admirándote—dijo seña- lándola con la mirada.
    —¿Así? No me dí cuenta—dijo mirando a la niña y después a el.
    —¿Te gustan los autos?
    —Sí, me encantan, cuando sea gran- de quiero ser mecánico de autos o un conductor de carreras.
    —Yo también quiero ser eso cuando sea grande, ¿Querés ser mi amigo?
    —Sí claro, seamos amigos, ¿Qué digo amigos? Seamos mejores amigos—dijo Romeo pasando su brazo por el hombro de Benbolio.
    —Sí—dijo el entusiasmado.

No podía creer que al fin había encon- trado alguien con quien iba a tener conexión e iba a compartir grandes momentos, y esa persona fue Romeo.

A partir de ese momento todos los días ellos se ponían a jugar a los autos los dos juntos y a hacer otras cosas.
Además de ser sociable, Benbolio era chistoso, gracioso, travieso y bajito, directamente era petiso.
Cuando su mamá lo mandaba a com- prar pan a la panadería el nunca quería ir, pero al final terminaba yendo porque o sino su mamá le quitaba el celular por un mes cosa que el no quería.

El color favorito de Benbolio era el verde, tenía siempre la necesidad de usar todos los días prendas verdes y si no eran verdes era verde agua y si no eran verde agua eran verde claro y si no eran verde claro eran verde oscu- ro, así era siempre con sus prendas de ropa, si o si siempre tenían que ser verdes.

El tenía el pelo color azabache, ojos color verde claro, medía 1,57 y tenía la piel morena.
El también era muy atrevido, no le tenía miedo a nada, era muy valiente excepto cuando se trataba de que gustará de una chica.

La primera vez que le había gustado una chica fue a los quince años, le parecía tan linda esa chica que se moría por ella a cada instante, en todo momento,c uando faltaban días para el baile escolar el no se atrevía a invitar a Chiara, unas de sus compañeras de clase.

Un día vio que ella estaba sola en el recreo, aprovechó esa oportunidad para invitarla al baile.
    —Hola Chiara—dijo Benbolio ner- vioso.
    —Ah, hola Benbolio, ¿Todo bien?—le dijo Chiara que estaba sentada comiendo un sanduche de jamón y queso con mostaza.
    —Si, si todo bien—dijo Benbolio mientras se quedaba parado sin saber que más decir.
    —¿Por qué no te sentás a mi lado? Así no te quedás parado como un tonto—le ofreció ella señalando el asiento con la mano.
    —Oh, eh, si pues por que no—dijo nervioso—. Mejor me callo y me sien- to—dijo sentándose al lado de Chiara.
    —Jaja me hacés reír mucho Benbo- lio, sos muy gracioso—dijo Chiara riéndose.
    —Si eh lo soy—dijo otra vez nervio- so.
    —¿Para que te acercaste a mí? Solo te pregunto porque me parece raro que vos quieras hablar conmigo—mordió el sanduche y continuó—. Nunca hablamos.
    —En realidad—dijo arrodillándose ante ella mientras lo miraba con cara de raro.
    —Benbolio, ¿Qué hacés?—preguntó Chiara tratando de entender que iba a hacer el.
    —Chiara, ¿Querés ir conmigo al baile?—le preguntó Benbolio dándole un ramo de rosas.
    —Guau esto no me lo esperaba—dijo Chiara sin saber como reacció- nar.
    —¿Y qué me decís? ¿Querés ir al baile o no?—preguntó Benbolio espe- rando una respuesta.
    —Si, si quiero ir con vos al baile—dijo Chiara abrazándolo.
    —Si—dijo Benbolio feliz—.Eh Chiara, me estás asfixiando—dijo sin poder respirar.
    —Perdón—dijo ella dejándolo de abrazar—. Yo te iba a pedir para ir al baile—dijo encogiéndose los hombros—. Pero soy muy tímida como para no hacerlo.
“es cierto que ella se muestra tímida pero ¡Me iba a invitar a mí! Solo que es un poco cerrada, ella no habla con casi nadie ,conversa con la chica rubia que se sienta junto a ella», pensó  Benbolio en su mente.

Con el pasar de las horas terminaron las horas clases, el se fue a casa, lo primero que hizo fue llamar a su amigo por el celular.
    —Chiara va al baile conmigo—dijo Benbolio saltando de la emoción.
    —Benbolio ya me lo habías dicho antes, pero igual no te culpo, yo estaría igual—dijo Romeo del otro lado.
    —Para mí que vas a bailar con Julieta.
    —¿Qué?—dijo Romeo confundido mientras caminaba de un lado a otro con el celular en la mano.
    —Lo que escuchaste, para mí ella será tu novia—dijo el mientras se sen- taba en la silla.
    —Espero, porque no quiero ser el único aburrido que se quede forever alone—dijo Romeo sentándose en su cama.
    —¡No vas a estar forever alone!—le gritó Benbolio del otro lado de la llamada—. Tenete confianza.
    —Mejor voy a bailar con la primera chica que encuentre.
    —¿Por qué?
    —Porque todos tienen máscaras, así que ese será mi plan, creo.

Romeo x Julieta (versión siglo XXI) (Terminado ✔️, Editando ➕)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora