Tenía planeado una juntada con sus amigos para comer pizza en su restau- rante favorito "Los campeones" en donde hacían la mejor pizza de toda
Buenos Aires.
Aunque seguía triste por lo que le había dicho su padre hace semanas de que se iba a casar con una chica que no conocía, no le importaba porque iba a tener un plan para que esa boda no se realizara. Llevaba mucho días sin verla a ella, extrañaba tocar su cabello ondulado y recordó ese momento en el que la vio por primera vez en la clase de teatro, ella era la nueva, le parecía tan linda desde la distancia y no se esperaba de que sería algo más que un simple
enamoramiento.
Quería verla, deseaba con todas sus fuerzas a que eso pasara, la extrañaba mucho, sentía que si no estaba con ella no sabría que hacer con su vida.
Decidió mandarle un mensaje para saber cómo estaba ella.
______________________________________Julieta hace días que no nos vemos, ¿Todo bien? ¿Te pasó algo? Me tenés preocupado, ya hace unos 3 días te mandé otro mensaje y no me contes- taste, espero que estés bien.
Quiero que sepas que no importa la distancia, el tiempo, la hora o el lugar en el que estémos, te voy a seguir queriendo sin importar que 💑.
______________________________________Ella había recibido su mensaje, estaba aburrida en su cama abrazando sus piernas, no sabía si seguir clavando el visto o hablarle, cada mensaje que re-
cibía de el le recordaba que se tenía que olvidar de el y fingir que ya se ha-
bía borrado de su vida para siempre, pero no era fácil, no aguantaba más, tenía que escribirle.
______________________________________Hola, gracias por la frase que escribis- te.
______________________________________Ya lo había hecho, se quedó mirando el techo y pensando en como serían sus días de escuela secundaria.
Su celular vibró, era un mensaje de el.
______________________________________¿Soy yo o estás muy cortante? En serio me preocupo por vos.
______________________________________Se lo tenía que decir, de seguro el tam-
bién lo sabía pero no le importaba,
quería estar con ella aunque su amor fuera prohibido.
______________________________________Lo de nosotros no puede seguir más.
______________________________________Le dolió haber escrito algo que no sentía, quería seguir estando con él pero sabía que estaba prohibido.
Dejó apartado el celular y subió a la terraza, necesitaba estar sola, tener su espacio y desahogarse de la tristeza que sentía.
Romeo fue con sus amigos a la pizze-
ría, hace mucho tiempo que no iban ahí, desde la infancia sus madres los llevaban a esa pizzería para que ellas hablarán mientras sus hijos comían la pizza y hacían travesuras, a el se le hizo una sonrisa al recordar esos hermosos momentos que pasaba con sus amigos en la pizzería, eran unos viejos y hermosos momentos.
—¡Eu Romeo!—dijieron sus amigos gritándole para llamar su atención.
—Hola chicos, ¿Todo bien?—dijo Romeo saludándolos con un choque los cinco y después puño.
—Si, todo más que bien, ahora vamos a recrear esos momentos en el que íbamos a la pizzería y hacíamos muchas travesuras—dijo Benbolio.
—Jaja si y lo mejor es que nuestras madres nunca se enteraban de las travesuras que hacíamos—dijo Máxi-
mo riéndose al recordar esos momen-
tos con sus amigos.
—Bueno, ¿Entramos o nos queda- mos parados cómo los semáforos del tránsito?—dijo Federico teniendo ga-
nas de comer.
—Hay Federico siempre con hambre—le dijo Romeo.Entraron a la pizzería y lo primero que hicieron fue sentarse y pedir la contraseña del wi-fi porque como todos los wi-fi de pizzerías tenía contraseña.
—Máximo no hace falta pedir la contraseña, ¿Para qué la querés?—preguntó Romeo sin entender como su amigo podía ser un adicto al celu- lar.
—Hay miren quien lo dice, el que tiene más seguidores en Instagram y siempre está en las redes sociales subiendo fotos—le reclamó Máximo.
—Si pero ahora no estoy con las redes sociales y no preciso del wi-fi.
—¡Oh! te dejó sin palabras—le dijo Federico haciendo un gesto con las manos moviendolas hacía arriba.
—Dale chicos, un poco de compa- sión, ya esto parece bullying—le dijo Máximo al resto de sus amigos haciéndose la víctima.
—Aguantá Máximo no te hagás la vístima—le dijo Benbolio mientras la chica de pelo rubio recojido se dirigía a su mesa.
—Hola, ¿Qué quieren para almor- zar?—le preguntó la rubia a los chicos teniendo su libreta en la mano.
—Una pizza de muzarela con salsa, aceitunas y orégano—dijo Romeo mi-
entras miraba el menú y ella anotaba.
—En cuarenta y cinco minutos se los traigo—dijo nerviosa y se fue.
—Y como siempre Romeo siendo el galán—dijo Federico revoleando los ojos y resoplando.
—Fede no te tenés que enojar con Romeo, si esa chica no te da bola no importa, como dicen por ahí hay más peces en el mar—dijo Benbolio jugan- do con la servilletas blancas en forma de triángulos.
—Si pero me gusta mucho y en vez de fijarse en mi se fija en Romeo por- que él es más fachero que yo—señaló a Romeo de mala gana.
—Fede, algún día encontrarás a una chica especial ya lo verás, te lo prome- to—le dijo Romeo animándolo.
—Si, es cuestión de tiempo—le dijo Máximo.
—¿Y vos Máximo, cómo están las cosas con Alma?—le preguntó Romeo con las manos sobre la mesa de color madera.
—Bien, ayer cumplimos un año—dijo Máximo con una sonrisa.
—¡¿Un año ya?!—dijieron sus ami- gos sorprendidos por la cantidad de tiempo de la relación.
—Eso es mucho—añadió Benbolio.
—Que suerte la tuya—dijo Federico deseando que eso le pasara a el.
—Aun recuerdo cuando hicimos el plan para saber quien era la anónima de las cartas—dijo Romeo nostálgico.
—Y resultó ser ella, que bueno que pude saber que era ella—dijo Máximo recordando el momento.
—¿Y cómo va todo con Julieta?—preguntó Benbolio.
—Sí, tenemos curiosidad—dijo Federico prestando atención.
—Lo mío con Julieta no puede ser posible—dijo Romeo teniendo los brazos sobre la mesa con cara triste.
—¿Por qué?—preguntaron sus ami- gos.
—Mi viejo quiere que me case con otra chica.
—Pero es ilegal—dijo Federico.
—¿Vas a impedirlo?—preguntó Máximo sumándose a la conversa- sación.
—Más vale, número uno, soy menor para casarme y número dos, quiero disfrutar de la vida, lástima que no traje mi celular así le hablaba.
—¿Se lo contaste?—preguntó Benbolio.
—Se lo iba a decir en su casa pero en ese momento nos llamó su mamá para cenar y desde ese día no la vi nunca más, ni siquiera me mandó un mensaje. Aunque temo por otra cosa—dijo Romeo con cara de preocupa- do.
—¿De qué te preocupás?—preguntó Federico.
—De que me deje por otra mujer—al terminar de decir esas palabras sus amigos los miraron con cara de no saber que decir.
—¿Es lesbiana?—preguntó Máximo.
—Máximo, lesbiana significa cuan- do una mujer gusta de otra mujer, en todo caso ella sería bisexual porque le gustaría los dos géneros—le explicó Benbolio.
—Es bisexual—afirmó Romeo tocando la mesa.
—¿Y cuándo ella te lo dijo cómo te lo tomaste? ¿La apoyaste?—preguntó Federico.
—Claro que la apoyé, igual no soy homofóbico, tengo mente abierta, además por algo soy aliado feminista—dijo Romeo.
—Tengo a mi hermano que es gay—contó Federico.
—¿Tus padres lo saben?—preguntó Máximo.
—No lo saben, como mis padres son bastante homofóbicos el no dice nada,
solo yo lo sé y mantengo su secreto guardado junto con ustedes.
—A veces me gustaría que no haya más homofobia en el mundo y que todos puedan amar a quien quieran sin importar sus gustos—dijo Máxi- mo.
—Bueno—dijo Benbolio cambiando de tema—. ¿Y sí hacemos las travesu-
ras qué hacíamos antes cómo en los viejos tiempos?—propuso.
—¿No te parece que ya somos un poco grandes para hacer eso Benbo- lio?—dijo Romeo tratando de formar una sonrisa en su cara.
—Miren y aprendan—dijo Benbolio mientras el resto de sus amigos mira- ban lo que iba hacer acontinuación.Estaba escondido debajo de una mesa esperando a que alguien se sentara ahí para darle un susto, justo en el momento unas amigas se estaban apunto de sentar en donde estaba Benbolio, cuando se sentaron una de las chicas se dio cuenta de que había alguien ahí.
—Bu—dijo Benbolio asustandolas.
—¿Benbolio?—dijo una de las chi- cas.
—¿Chiara? ¿Qué hacés acá?—pre- guntó Benbolio sorprendido saliendo de su escondite.El resto de los chicos observando la escena, se dieron cuenta que era
Chiara y que no venía sola, era una chica que el resto no conocían, de pe- lo castaño con ojos verdes como los tréboles de cuatro hojas y de piel trigueña.
Romeo sentía que la había visto algu-
na vez en su vida, en algún momento, hasta que recuerdó que no era una desconocida para el, era la hija de uno de los amigos de su padre con la que había hecho una pequeña amistad a los seis años.
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Romeo x Julieta (versión siglo XXI) (Terminado ✔️, Editando ➕)
RomansaEsta es la historia de dos jóvenes llamados Romeo y Julieta que se conocerán en un baile del colegio y ahí va a nacer una historia de amor que... ¿Terminará en tragedia? ¿O no? ¿Será que esto tenga un final feliz? Lo sabrás si lees esta historia.