Romeo y Julieta (versión siglo XXI)

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Estaba sola en el parque viendo en su celular la hora, había silencio. Se esta- ba haciendo tarde. Decidió guardar su celular e ir rumbo a su casa.
Caminó rumbo a casa, sentía que alguien la seguía, no sabía quien pero tenía el presentimiento de que era perseguida, siguió caminando, sentía los pasos detrás de ella, decidió correr rápido pero alguien le dijo.
-No te vas a escapar Julieta Capu- leto-le dijo la voz.
-¿Eh?-dijo Julieta volteando para ver quien era.
-¡Ahora!-gritó el mismo hombre mientras sus secuaces le inyectaban un calmante para que se durmiera y luego se la llevaron.

Ya lo habían conseguido, su jefe iba a estar muy feliz porque ya tenía a su premio más preciado.
Cuando llegaron le avisaron a su jefe que ya la tenían.
-Excelente cómplices-les dijo su jefe-. ¿Nadie los vio?-preguntó su jefe mientras servía vino en una copa.
-No, nadie nos vio-le dijo el otro secuas.
-Llevenla al cuarto de huéspedes y encierrenla con llave-ordenó.
-Sí jefe-dijo el otro mientras se encargaba de llevar a Julieta al cuarto de huéspedes.
-Jefe una pregunta, ¿Para qué quiere a esa chica?
-Es la novia de mi hijo y yo ya había arreglado para que se casara con otra pero mi hijo no me hizo caso, así que voy a mandarle un mensaje de amenaza a la familia de la chica-dijo sosteniendo la copa.
-¿Nos va a dar nuestra recompen- sa? Porque nosotros ya cumplimos con la parte del trato, ahora vos nos tenés que dar lo que nos corresponde.
-Claro que no me olvidé de darles su recompensa, tomen-dijo dándole una bolsa llena de plata-. Para que vean que yo sí cumplo con mis prome- sas-dijo el mientras ellos abrían la bolsa.
-Gracias jefe.
-Ahora andá a vigilar la puerta de la chica secuestrada por si intenta escapar.
-Sí, voy-dijo el secuas subiendo las escaleras.

Se despertó, sentía como si se ubiera despertado de un sueño profundo, vio a su alrededor que estaba en un cuar- to, parecía un cuarto de hotel, al lado de la cama vio que tenía en la mesa un vaso con agua y unos chocolates. Se levantó de la cama y decidió cono- cer un poco más la abitación, habían muchos cuadros colocados en la pared, en esos cuadros aparecía un hombre con su hijo, cuando observó al hijo no dudó ni un segundo, era Romeo y el hombre del cuadro era su padre. No podía creer que el padre de su novio la había secuestrado.
Se dió cuenta que el cuarto tenía una ventana, decidió ver la vista, era linda la vista de noche, quiso abrir la venta- na pero no pudo, porque estaba cella- da.
También notó que el cuarto incluía con un baño, una tele y por sobre todo, tenía un ropero con mucha ropa nueva para usar.
No entendía por que el padre de su novio la quería secuestrar, ¿Para qué la quería? No sabía la respuesta.
«bueno, puedo estar secuestrada pero parece como si estuviera en un hotel cinco estrellas en vez de estar secues- trada», se dijo para si misma.
Fue al baño para ver que había, era lujoso, con toallas blancas muy sua- ves, jabones con olor agradable, sham- poo y acondicionador, un espejo gran- de y una ducha con bañadera para bañarse.
Ya había conocido todo, cuando vio la puerta intentó ver por la cerradura para ver si lograba ver algo, logró ver a alguien que estaba vigilando detrás de la puerta. Tenía que planear una salida de escape, la única opción que tenía era la puerta y la ventana, vio todo su alrededor y se puso a pensar en sus padres, su amiga y en Romeo,
los extrañaba mucho, se tiró encima de la cama, miró el techo por más de cinco minutos pensando en cosas,
muchas cosas, en su vida, en sus padres, su novio y en que iba a pasar después.
Decidió encender la tele para saber la hira ,para que no supieran que ya se había despertado, bajó todo el volu- men de la tele.

Eran las 22:30 de la noche, sus padres iban a estar preocupados por ella, recordó que tenía su celular, se fijó en todo el cuarto para ver si lo tenía y lo tenía en uno de los bolsillos de su
buso,
al menos tenía algo para contactar a sus padres pero solo tenía 10% de batería, tenía que usar su celular con sabiduría, recordó que tenía crédito en su celular pero le quedaba muy poco, decidió guardarlo en uno de los bolsillos ocultos que tenía su campera así no descubrían que lo tenía con ella a mano.

Tenía sueño, se fue a dormir y al día siguiente iba a tener que pensar en un plan para escapar.
Pensaba en saltar por la ventana, pero era mucha distancia que separaba la ventana del piso de abajo, decidió buscar una soga para atarla a una de las extremidades de la ventana y poder deslizarse en la soga. No tuvo éxito.
-Vos-dijo el padre de Romeo entrando al cuarto.

Julieta estaba de espaldas cuando escuchó eso, se dio media vuelta y lo enfrentó cara a cara, no tenía miedo ni tendría motivos para sentirlo.
-¿Por qué me tenés encerrada y secuestrada?-preguntó Julieta moviendo sus brazos.
-Porque no te quiero ver cerca de mi hijo-dijo el mirándola fijamente.
-¡¿Pero que hice?! Usted no tiene derecho a sacarle la libertad a Romeo para que decida a quien amar-cada palabra que decía ella era cierta.
-No voy a dejar que una mocosa como vos arruine mis planes-dijo tomándola fuerte del brazo.
-Como se nota que sos machista-dijo Julieta alejando el brazo de el.
-Te vas a quedar acá un buen
tiempo, ¿Escuchaste? Y no quiero quejas o sino va a ser peor-dijo aga- rrando a Julieta de la barbilla y des- pués la soltó.

El fue tras la puerta y la cerró con llave, ella le tenía odio, demaciado,
algún plan tendría que hacer para escaparse, ya no aguantaba más ser la princesa encerrada en la torre.

Romeo x Julieta (versión siglo XXI) (Terminado ✔️, Editando ➕)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora