CAPITULO 6

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*DULCE*

Sentirme rara no era algo nuevo en mi últimamente. No almuerzo, ni ceno correctamente. Mi mente divaga en mil cosas, y dichas cosas tienen nombre y apellido, Anahí Puente.  

-¿Dul?. 

-¡¿Qué?!.

-¡Por Dios!- Marcela abre grandemente sus ojos. Ella era una de mis más grandes mejores amigas de la vida- Que genio, ¿quieres decirme de una buena vez qué demonios pasa contigo?.

Lleve ambas manos a la cabeza, el estrés y el mal genio me estaban matando, literal.

-Disculpa- tome un respiro y negué con la cabeza- No dejo de pensar en alguien... necesito despejar mi mente cuánto antes.

-Espera un segundo- niega con la cabeza y se cruza de brazos- ¡Tienes novio, descarada!.

Voltee los ojos desesperada, quería que se marchara y me dejara sola.

-Es una larga historia, Marce y sinceramente tampoco pienso contarte nada.

Si ella no iba a abandonar el lugar, evidentemente lo iba a hacer yo. Sentía que no soportaba la compañia de nadie, quería estar sola. Confundida, y con sentimientos encontrados era mi estado de hoy.

Cargaba una pila de tres libros en mi brazo derecho, quería tirarlos a la basura y caminar libre por los pasillos, hoy no soy yo, me siento tan mal que no quiero siquiera asistir a clases. 

Decidí ir a mi casillero y guardar mis pertenencias ahí, tomé la decisión de irme de la universidad y no asistir a clases hoy, después de todo tenía una asistencia intachable.

Una vez abandone la zona de casilleros, mis ojos chocaron con ella. 

-La nerd- susurré sintiendo como las piernas me temblaban.

Venía acompañada de sus dos amigas, sonreí puesto que nuevamente estaba vestida como para que la encerraran en un jodido asilo de ancianos. ¿Por qué viste así?, creo que jamás se a visto en un espejo. 

Me sentía inmóvil, carente de palabras. Una vez ella fue tan poca cosa para mi que sinceramente la omitía del mapa, pero desde que pase la noche con ella en esa cama, no dejo de pensar en sus palabras, en su ebriedad me había dicho que me amaba, y eso bastó para derretir mi frío corazón.

Había intentado hablar con ella en ocasiones y falle en todas, o Anahí estaba demasiado ebria como para poder responder a mis preguntas. Ni siquiera se por que esa noche estaba tomada en ese bar, ni el porque la idiota de su amiga se la llevo así, cuándo estuve a punto de sacarla de ahí e invitarla a un café.

Mis piernas reaccionaron por fin y sin importarme la presencia de las chicas, camine a ella con seguridad en mi misma, hoy está sobria por lo tanto ella misma puede elegir si hablar o no conmigo.

-Hola chicas- me cruce en el camino de las tres. Los ojos asesinos de Maite ni siquiera  me inmutaron- Quiero hablar contigo nerd, ¿se puede?.

-Tenemos prisa en llegar a economía Dulce, tu deberías hacer lo mismo.

-¿Por qué últimamente eres tan grosera conmigo?- me cruzo de brazos- Sólo quiero platicar contigo sobre algo.

-No me interesa.

-Ya la escuchaste- Maite da un paso hacía el frente y me mira a los ojos- Será mejor que te alejes de nosotras si no quieres pasarla mal.

Sonreí y negué con la cabeza.

-Será mejor que me enfrentes de una buena vez nerd, no dejaré de molestarte hasta que no hables conmigo.

-Hillary, May... por favor déjenme sola con ella... tiene razón no puedo huir toda la vida de esta necia. 

Algún DíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora