CAPÍTULO 4

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*ANAHÍ*

Tenía frente a mi a la mujer más hermosa de éste mundo de idiotas, ¿tan perfecta como ella?, ninguna.

Me sentía completamente ebria, ¿por qué bebo?, ¡porque mi vida es una basura!, no tengo a nadie. Mi madre lo era todo para mi y ahora ya no está, mi vida la paso entre libros, estudios y licor. 

Quizás aparente felicidad, pero la realidad de mi día, a día es otra.

-¿Nerd?- pregunta con una sonrisa. ¿Por qué me está hablando tan amablemente?, quizás está ebria cómo yo, o es un juego de mi mente- ¿Entonces iremos por el café?.

Estaba a punto de dar una respuesta positiva, cuándo apareció frente a nosotras, Maite. Me miraba molesta, quizás por mi estado, pero a Dulce la estaba matando con la mirada. Comencé a reír sin poder parar de hacerlo, era muy chistosa en estos momentos, su rostro serio, me provocaba mucha risa.

-Basta, Anahí... te llevaré a tú casa.

Dice Maite mientras intenta que me ponga de pie.

-Por favor, Any, coopera conmigo.

-Yo no quiero irme.

Mi voz patina, mucho más la "r".

-Ya lo sabemos, nerd- dice Dulce, frunciendo el ceño, para luego dirigirse a Maite- Eres demasiado entrometida- no entendía nada de lo que estaba pasando. Maite, parecía molesta ante las palabras dichas por Dulce, y ésta última miraba a mi amiga como si fuera peor que una cucaracha- ¿Sabías que cuándo dos personas están platicando, es de mala educación interrumpir?.

-¿De cuándo acá andas tan amigable con Anahí?, no eres más que una interesada, sólo por tus notas en matemáticas le hablas. ¡Vete!.

-No me voy- sonríe y se acerca a Maite- ¿Tienes miedo?- sonríe está vez de medio lado- Huelo tus celos- comienza a reír y Maite se queda muda ante las palabras de Dulce.

-Anahí...- Maite, me mira y me obliga a levantarme.

Apoyo los puños sobre la mesa con fuerza, y repito una vez más mis palabras, mi deseo, "no quiero irme".

Sólo quiero beber mi vaso de licor, ¿es tan difícil de entender?.  Sólo quiero beber como todos aquí.

Pero la voz de Maite, insiste, e insiste. Y a su pedido, le suma su agarre a mi brazo.

-Sólo quiero que salgamos de aquí, Any. Has bebido mucho, necesitas descansar.

Me río.

-Necesito, un ron con bastante hielo- me vuelvo a reír al darme cuenta de que no puede pronunciar bien la bebida.

-Señorita, tiene que retirarse- alzó la mirada y veo a un hombre con voz autoritaria.

-Y tú callarte.

-¡Anahí!...- grita Maite nuevamente con voz de, "no le hables así".

-¡Oh, tú también cállate!.

Las voces se tornan agresivas, todos quieren que me vaya, nadie me deja beber tranquila.

-Creo que tendremos que dejar el café para después, nerd... tú guardián y tú borrachera no están ayudando- dice Dulce, con una sonrisa en sus labios- Nos vemos.

-Adiós, preciosa- le digo sonriendo, mientras observo como se marcha del lugar con pasos delirantes- La espantaste, Maite... ¿no crees que es la mujer más hermosa del mundo?.

-¡No!- me grita- Tenemos que irnos de aquí, Anahí. 

Mmm... ahora que lo pienso, en la nevera tengo vino blanco.

Algún DíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora