Algún Día

CAPÍTULO 17

UNOS DÍAS DESPUÉS

*ANAHÍ*

Más allá de mi nueva luz, de mi nueva felicidad, que es Dulce, me siento preocupada por ella. No he querido decir nada, porque no quiero ser molesta, no quiero que me vea como la persona que le recuerda su problema una y otra vez.

He intentado por todos los medios ayudarla pero simplemente no puedo, ni ella misma busca la ayuda que necesita. Me siento débil, e impotente y cuando me siento así mi cuerpo me pide esa maldita bebida que me destruye.

-¿Has comido?- niega con la cabeza- ¿Quieres un vaso de leche con galletas?- vuelve a negar con la cabeza y hago una mueca- ¿Vamos a mi habitación?.

Ella asiente, la veía extraña, muy callada y como si no quisiera estar en este momento en mi casa conmigo. Llegamos a mi habitación, y me siento en la cama, justo a su lado. Se le notaba que había llorado por durante mucho rato. Cuando una persona llora demasiado se ve completamente apagada, así se veía ella. No quería preguntarle nada, si quería hablar lo iba a hacer por sí sola.

Me puse pie, he hice la cama para acostarnos, ella se recostó y un momento después se volvió a sentar colocando sus manos en la frente.

-Lo siento... hoy no debí venir- dice sin mirarme- No es uno de esos días en los que soy feliz precisamente. No soy buena compañía ahora mismo, y si pensabas que hoy haríamos el amor como siempre... no me siento con energía, ni con ánimos de eso, lo siento.

-Dul- me acerque a ella y quite sus manos de su rostro- Mírame, ¿quieres?- ella me miró y sentí una punzada en mi corazón, odiaba verla sufrir- Yo no soy solo la chica que hace el amor contigo, soy la chica que te ama, la que daría todo por verte feliz, soy la chica que puede ser tu mejor amiga si tu la dejas. Puedes confiar en mi, siempre tendras mi apoyo en cualquiera de tus estados, yo te amo, y no hay nada que quiera más que tu bienestar preciosa.

-Mi papá es violento- dice casi susurrando. Por fin estaba apunto de hablar, de contarme sus cosas, esas cosas que la dañan tanto.

-¿Lo viste hoy, mi vida?.

-Sí... mis padres se divorciaron ya hace tiempo Any. El engañaba constantemente a mi madre con otras mujeres, hasta que un día nos dejó a las tres, a mi hermanita, a mi madre y a mi. Él se volvió a casar, y tuvo otra familia, a nosotras nos dejo solas durante mucho tiempo. Pasé parte de mi vida viendo llorar a mi madre por él.

-Es un desgraciado- dije sin poderlo evitar.

-Además de su problema con las mujeres, también nos golpeaba- dijo finalmente comenzando a llorar con fuerza- Hoy apareció nuevamente en casa, pidiendo perdón, que nos quería ver de vez en cuándo a mi hermanita y a mi, pero me negué, no quería verlo, no quería hablar con él, ¡nada!.

No sabía qué decir, tenía mi corazón en la mano en este momento al verla tan destrozada.

-Mi princesa- susurré nada más acariando su mojado rostro

-Como me negué a hablar con él, se puso violento como de costumbre, no cambio ni un poco como dijo. Mi madre se puso en el medio y recibió el golpe por mi- suspira- Mi hermanita gritaba asustada, ella no entendía qué pasaba, cuando papá vivía con nosotras ella estaba más pequeña y no se daba cuenta de las cosas. Odie que ella viera eso, no quiero que ella lleve el mismo dolor que tengo yo por dentro.

-Ese tipo es una basura mi amor, tú hermana no va a crecer con eso. Porque gracias al cielo estaba muy pequeña y lo que visualizo hoy, no será más que un muy mal y feo recuerdo, ella te tiene a ti, y a tu madre, para darle todo el amor, estan para explicarle lo que paso, y que ella en su inocencia entienda lo que pasó con él.