(Narra Yai)
Estaba muy de mala hostia, porque el gilipollas de mi jefe me tenía enfilada. Me teníamucha manía. Hoy me había echado la brona unas 7 veces solo porque los folios no estaban alineados correctamente. AGGGGGH, lo odiaba. Que si no rendía lo suficiente, que si alomejor me iba a despedir. Era frustrante, joder. Cuando llegué a casa, me llevé a Mike a la habitación y se lo conté todo. El me abrazó. Como lo necesitaba, enserio.
Mike: Pf ese gilipollas se merece una paliza de las que se dan en España.
Yai: Lo sé Mike, pero si quiero mantener mi trabajo, no me queda de otra que aguantar la gilipollez del jefe...
Mike: Ya... bueno, tu intenta aguantar, pero si te vuelve a molestar, me lo dices, eh.
Yai: Vale cariño.
Le di un beso y nos quedamos abrazados hasta que nos dormimos.
(Narra María)
Estaba nerviosa, había quedado con Daniel mañana por la mañana, y la verdad que no sabia como reaccionar. ¿Me gustaba de verdad? ¿Me estaba enamorando? No, no creo.. o... si... bueno, no se, iba a dejar que el tiempo decidira. Con estos pensamientos me dormí profundamente.
**
Me desperté un poco sobresaltada, eran las 8 y media de la mañana, y había quedado con Daniel a las 10. Después de gandulear un poco en la cama, sin despertar a Miri, me fui a desayunar, me duche, me maquillé suavemente, y me puse unos vaqueros apretados, unas botas, una camisa beige y mi abrigo yme fui. Las 10 en punto, en la cafetería. De repente alguien me tapó los ojos, sabía que era el, su olor era inconfundible.
María: Uy, quien será este desconocido.
Daniel: No se, pero puede que a este desconocido le gustes.
María: Por dios, que pelota que es este desconocido, ¿no?
Rio y le doy un beso en la mejilla.
María: Anda, sientate, que tiene narices que haya llegado yo antes.
Rio otra vez.
Daniel: esque este pelo necesita tiempo para arreglarse.
María: Idiota.
Daniel: Es coña tonti, no te enfades.
María: bueeeno.
Daniel: ¿Has pedido ya?
María: que va, te estaba esperando.
Daniel: Bueh, pues dime que quieres.
María: Pues un café bombon.
Daniel: Okeeey
Al rato apareció Daniel con lo que habíamos pedido. Pasamos toda la mañana hablando de tonterías, hasta lahora de comer, que me acompañó a casa. Estábamos en el ascensor, y se me abalanzó a besarme... No sabía como reaccionar, simplemente le seguí el beso. Realmente me gustaba.
Daniel: María, me gustas de verdad, esto no me suele pasar con todas las chicas, pero te juro que me gustas.
Me sonrojé.
María: y.. y tu a mi...
Daniel: ¿Quie.. quieres salir conmigo?
María: si...
Me atrajo hacia el y me besó. Este beso estuvo más lleno de pasión. Me acompañó hasta la puerta de mi casa, y luego se bajó a la suya. Que amor que era.