El silencio en el que se encontraban era similar a un espacio lleno de tranquilidad y paz, dónde ninguno de los dos tenía que hablar para sentirse en paz consigo mismo. Era sepulcral, bastante profundo, cada quién encontrándose en su propio mundo, en sus propios pensamientos, pero no era incómodo para ninguno de los dos, a pesar del reducido espacio, se sentían bien en compañía del otro.
Los largos dedos del rizado alcanzaron el estéreo, encendiendo el mismo, dejando que la melodiosa voz de Ed Sheeran se dejara escuchar a través de los altavoces, provocando que el camino hacia el departamento del mayor se hiciera aun más ameno y pacífico.
- ¿Tú y Scarly tuvieron algo que ver antes? - La pregunta de Kylie lo tomó por sorpresa, haciéndolo tragar duro.
- ¿Por qué lo dices? - Cuestionó él sin despegar su vista del camino.
- Ella me miraba fijamente, como si le molestara que yo estuviera cerca ti - Harry rodó los ojos.
- Menuda la manera en que demuestra sus celos discretos - Ironizó haciendo reír a Kylie.
- Pero respóndeme. ¿Tenían algo? - Harry suspiró profundamente.
- Sí. Tuvimos una relación hace cinco años - Kylie alzó ambas de sus cejas.
- ¿Enserio? - Harry asintió.
- ¿Puedo confiar en ti, Kylie? - Ella asintió rodando los ojos.
- Por supuesto, idiota - Harry rió y comenzó a relatar todo lo que había vivido al lado de aquella castaña que aún seguía robándose sus pensamientos.
El principio de todo había sido maravilloso, habían comenzado siendo amigos, habían sido confidentes el uno del otro, se habían confiado tantas cosas, pero sin saber que sus sentimientos eran correspondidos por el otro, esos sentimientos que se habían empeñado en ocultar hasta el último año de secundaria, que fue cuando decidieron por fin confesarse e iniciar algo completamente magnífico.
Sus años en la universidad de Chicago, aún estando juntos como una pareja sólida, pero él teniendo aquellos malditos problemas que estaban ocasionando derrumbes en su relación, algo que lo estaba llevando a un punto de quiebre, a punto del colapso; porque le estaba haciendo daño, la estaba rompiendo en miles de pedazos con su actitud y sus repentinos comportamientos de agresividad.
Sus inicios como detectives del departamento del FBI, los cuatro cumpliendo sus sueños unidos, como los grandes amigos que eran. Pero teniendo que relatar lo que había sucedido después de algunos años, lo que había ocasionado su destructiva adicción, lo que había provocado por no haber tenido fuerza de voluntad.
Su ida a Londres para poder escapar de sus demonios, para poder liberarse de todo lo que lo apresaba. Su entrada a rehabilitación, y luego los años que se encontró en sobriedad con respecto a las sustancias indebidas. Cuando regresó al FBI, volviendo a su cargo, pero esta vez en Londres, intentando rehacer su vida, e intentando dejar sus demonios atrás.
Relató sobre su regreso, todo lo que había conllevado que él regresara a Estados Unidos, todo lo que había ocasionado con su regreso. Su corta relación con Taylor, la ex asistente de Scarly, relación que lo llevó a conocer un nuevo mundo de experiencias, algo nuevo e inexperto, pero sumamente increíble.
Finalizó relatando sobre la muerte de su ex pareja, sobre lo que sucedió después de que Taylor hubiera muerto. Sus pensamientos llenos de culpa y remordimiento, su revolcamiento en la miseria que había sentido, pero luego su valentía para volver al trabajo aún sintiéndose completamente decaído.
Kylie lo miraba con una mirada sorprendida, quedando impactada ante todo lo que había escuchado de parte de Harry.
Su historia. Su vida no había sido fácil, y ella le comprendía, porque el haber crecido en una familia con dinero, no le daba la oportunidad de vivir en un mundo sin problemas. Había encontrado su vía de escape cuando le llegó la oportunidad de viajar fuera de L.A, alejándose de su familia llena de problemas, encontrando algo de paz cuando llegó a Chicago.
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Someone Look At You | Harry Styles.
FanficUna mirada fría que buscaba molestarla durante todos los días de su vida, y es que, ella no podía darse cuenta de quién era, sentía la mirada penetrante sobre ella, pero era demasiado ciega como para poder ver la realidad de lo que estaba sucediendo...