Sus párpados se fueron abriendo poco a poco, sintiendo la prominente luz contra sus párpados, obligándole a abrirlos lentamente, teniendo que pestañear un par de veces para poder aclarar su visión. Observó la habitación dónde se encontraba, notando el repetitivo color blanco alrededor de todo el cuarto, sintiéndose levemente mareada por la repetición del color sin vida.
Su vista se posó sobre el catéter que se encontraba en la mitad de su brazo, el cual enviaba algún tipo de sustancia hacia sus venas. Se sentía relajada, pero igual se sentía confusa al no saber por qué se encontraba allí, en una habitación de hospital, con una vía en su brazo, y sintiéndose levemente exhausta.
Su mirada se posó en la puerta de color blanco cuando ésta se fue abriendo poco a poco, dejándole divisar la imponente silueta de Harry. Frunció su ceño al observar su expresión de angustia, su rostro encontrándose completamente pálido, sus labios casi hallándose blancos cuando el color natural en los labios de Harry era rojo cereza.
El rizado miró a la chica sintiendo un remolino en su interior, teniendo unas leves ganas de vomitar. Su corazón latía realmente rápido contra sus costillas, podía escuchar su propio pulso detrás de sus orejas. Su cuerpo temblaba, sintiendo el nerviosismo y la angustia que aquella noticia había provocado en su interior; no sabía qué hacer.
Scarly le sonrió intentando calmar el ambiente, pero su gesto no fue correspondido, pues Harry sólo se adentró a la habitación con cuidado y cerró la puerta detrás de sí, apoyándose durante algunos segundos en la madera de color blanco. Le vio suspirar profundamente y luego caminó hacia la silla que se encontraba a un lado de la cama, lo bastante cerca como para poder tocar el cuerpo sobre el colchón.
Harry tomó asiento con su cuerpo sintiéndose pesado, no teniendo casi fuerzas para poder hacer nada, el nerviosismo sintiéndose en toda su presencia y el miedo arraigándose de su sistema por completo. Tragó saliva audiblemente, para luego entrelazar sus manos y mirar fijamente a la castaña, quién le miraba con el ceño fruncido a causa de su extraño comportamiento.
- ¿Qué pasa, Harry? - Preguntó con voz ronca, pues las horas que pasó dormida agravaron su voz.
- T-Tengo que d-decirte algo - Su voz tembló, y eso era demasiado raro en Styles, pero ella decidió dejarlo pasar.
- ¿Qué sucede? ¿Dónde está Kylie? ¿No vino contigo? - Harry asintió.
- Ella... Ella vino, pero tuvo que irse - Mintió, aunque no del todo.
Kylie, al escuchar la noticia del embarazo de Smith, sintió su pecho encogerse y sus músculos tensarse, porque sabía que había una gran posibilidad de que ese bebé que ella llevaba en su vientre, fuera de Harry. Así que, no lo soportó, y prefirió retirarse del lugar sin siquiera despedirse de Styles, con su rostro completamente pálido y su cuerpo caminando algo desganado.
Harry se sintió solo después de tanto tiempo, pues cuando Taylor murió y él cayó en depresión, se sintió completamente solo, sintiéndose ahogado, queriendo morir al no sentir aquella cálida presencia que sólo Taylor podía brindarle. Pero ahora, que Kylie le había apoyado tanto y había permanecido a su lado después de todo, había revivido aquel sentimiento de calidad en su pecho, haciéndole vibrar por la nueva presencia, y el hecho de que ella se haya ido sin decir nada, con su rostro totalmente neutro, indicando lo mal que se sentía, abrió un hueco en su pecho, un hueco profundo y negro.
- ¿Puedes hablar de una vez por todas? Me tienes bastante intrigada, Harry - Demandó la menor con el ceño fruncido, sus puños a los costados de su cuerpo.
Harry asintió lentamente.
- El doctor me pidió que te diera la noticia con cuidado -
La castaña comenzó a sentir su corazón latir con fuerza contra su caja torácica, sintiendo el terror apoderarse de su sistema, el nerviosismo haciendo que su cuerpo temblara levemente. Su expresión se volvió angustiada, pidiéndole con la mirada a Harry que hablara de una vez; Harry suspiró profundamente.
ESTÁS LEYENDO
Someone Look At You | Harry Styles.
Fiksi PenggemarUna mirada fría que buscaba molestarla durante todos los días de su vida, y es que, ella no podía darse cuenta de quién era, sentía la mirada penetrante sobre ella, pero era demasiado ciega como para poder ver la realidad de lo que estaba sucediendo...