Los rayos bastante luminosos del sol se asomaron por la abertura de las cortinas corridas hacia los lados de la ventana, provocando que chocaran directamente contra su rostro, obligándole a despertar nuevamente. Sus párpados se abrieron y se cerraron un par de veces para poder acostumbrarse a la iluminación en la que se encontraba sumida su habitación. Se incorporó en la cama estirando sus músculos aún dormidos, bostezando en medio del proceso, para después levantarse de la cama y caminar hacia el baño que se encontraba en su habitación.
Cepilló sus dientes intentando mantener sus ojos abiertos, pues aún sentía los párpados bastante pesados. Lavó su rostro con abundante agua luego de enjabonarlo, y secó su zona facial con una toalla blanca que se encontraba doblada sobre uno de los estantes del baño.
Salió de aquel espacio para volver a encontrarse en su habitación, agarró su teléfono de la mesita de noche y divisó un mensaje de Harry, en el cual le pedía como un gran favor que lo cubriera por aquel día, pues no estaba disponible para ninguna persona en aquellos momentos y no asistiría a la oficina aquella mañana.
Su ceño se frunció ante el contenido del mensaje, pues era consciente de que Harry era una persona responsable con su trabajo, eran muy contadas las veces que faltaba, y que, ahora, lo estuviera haciendo sin ni siquiera decirle el por qué, era bastante extraño para ella. Pero luego de pensarlo durante algunos minutos; dio con la posible respuesta.
Está con Kylie.
Suspiró profundamente y dejó el teléfono en la mesita de noche nuevamente, para después adentrarse al baño y encender el grifo de la ducha, esperando a que el agua se templara, y cuando lo hizo, se despojó de sus prendas de dormir para después introducirse debajo de la lluvia artificial. Enjabonó su cuerpo con su jabón preferido, el cual, era de esencia de lavanda y vainilla, el cual, también era el favorito de Harry cuando eran novios. Secó su cuerpo con la toalla cuando terminó de ducharse, salió del baño y secó su cuerpo.
Caminó hacia el armario y buscó lo que se pondría hoy, pues no tenía muchas ganas de vestirse muy extravagante, además, hoy no iba su razón para vestirse formal y verse realmente bien -Harry-. Decidió subir por sus delgadas piernas un Skinny Jean negro ajustado, abrochando la bragueta luego de haberlo subido por completo. Rebuscó entre sus prendas de ropa y encontró aquella sudadera que Niall le había regalado por su cumpleaños, la cual, tenía el logo de la mercancía de Ed Sheeran; se colocó la sudadera con una sonrisa en el rostro. Divisó los Converse que Niall también le había regalado, calzando sus pies con los mismos después de haberlos sacado de la caja.
Frente al espejo del tocador, arregló su cabello en ondas naturales, dejando su melena castaña suelta, cayendo como cascada sobre su espalda. Maquilló su rostro a lo natural, sólo máscara de pestañas, un poco de polvo compacto y lápiz labial. Roció un poco de perfume encima de su ropa y cuello, utilizando la fragancia que Styles le había regalado por su cumpleaños; la nueva edición de Victoria's Secret. Sonrió frente al espejo y se dispuso a salir de la habitación, llevando consigo su teléfono celular y su bolso marca Dolce&Gabanna.
Preparó cuatro tostadas, cubriéndolas con mantequilla y luego añadiendo algunas rodajas de queso mozarella. Comió un trozo de pastel de chocolate que había encontrado en su refrigerador y luego ingirió una lata de Coca-Cola; el embarazo estaba comenzando a manifestar sus síntomas.
Luego de desayunar, salió de su departamento cerrando la puerta con pestillo, para después subirse al elevador y bajar en el mismo hasta planta baja, saliendo de la caja metálica y caminando hacia la salida del edificio, deteniéndose en la acera para poder detener algún taxi.
Demonios, debía comprarse un auto, o al menos, pedirle al jefe una camioneta, porque ya se estaba cansando de tener que pagar taxis o teniendo que depender de alguno de sus compañeros de trabajo.
ESTÁS LEYENDO
Someone Look At You | Harry Styles.
Fiksi PenggemarUna mirada fría que buscaba molestarla durante todos los días de su vida, y es que, ella no podía darse cuenta de quién era, sentía la mirada penetrante sobre ella, pero era demasiado ciega como para poder ver la realidad de lo que estaba sucediendo...