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Sus párpados se fueron abriendo lentamente a causa de los rayos de sol que se filtraban por la ventana de cristal que se hallaba a un lado de la cama. Las cortinas corridas hacia los lados permitían que la luz del sol entrara a la habitación y diera justo a las dos personas que se encontraban recostadas en la cama.

Admiró la habitación notando de inmediato que no era la suya, pero al sentir una presencia a su costado, abrazando su cintura y con su cabeza recostada en su pecho, pudo recordar de inmediato lo que había sucedido anoche.

La cabellera azabache le hacía cosquillas en el cuello, provocando que una sonrisa apareciera en su rostro, pero ésta se amplió aun más cuando la chica recostada sobre su pecho comenzó a balbucear palabras inentendibles, acomodando su cabeza en el pecho del rizado para luego levantar su rostro y observar a Harry con una mirada soñolienta.

Kylie mantenía sus ojos entrecerrados, admirando la sonriente expresión del chico a su lado, provocando que ella también sonriera. Cerró sus ojos cuando sintió los dedos de Harry acariciar su mejilla, pero los abrió notando que parecían una pareja, cuando en realidad, sólo jugaban a ser una. Pero ella debía admitir que desearía tener una relación con él, pues, si así se comportaba con ella cuando no eran nada, ¿Cómo sería si fueran una pareja de verdad? Sería mucho mejor, de eso estaba segura.

- ¿Cómo amaneciste, esposa? - Ella sonrió.

- Genial ahora que te veo - Él sonrió.

- ¿Te sientes mejor? Digo, ayer vomitaste, y estaba muy asustado - Ella rió bajito.

- Sé que estabas asustado, por eso te quedaste -

- Recuerda que también era nuestra noche de bodas - Ella rió.

- Pues al parecer no hicimos nada, porque seguimos vestidos con la ropa de ayer - Harry se miró notando que así era. Rió.

- La mejor noche de bodas de toda la historia - Kylie rió ante el sarcasmo.

La ojimiel se levantó de la cama con pasos lentos, para luego encaminarse hacia el baño y adentrarse en él para poder cepillar sus dientes. Salió con un cepillo de dientes adicional que tenía para las visitas, estirándolo hacia Harry, quién lo agarró sonriente.

- Gracias - Ella sonrió.

- Iré a hacer el desayuno - Él negó.

- Mejor vamos a Starbucks y compramos algo allí, ¿Te parece? - Ella asintió.

- Entonces déjame ducharme - Él asintió y se levantó de la cama, pero manteniéndose sentado en el borde de ésta.

Kylie se adentró al baño nuevamente y se dio una relajante ducha con agua tibia, para después salir del mismo enrollando una toalla en su cuerpo y caminando hacia la habitación, para después revisar en su armario y sacar del mismo un Blue Jean de talle alto, una sudadera gris, y unos zapatos deportivos marca Nike.

- ¿Puedes dejarme sola un momento? - Preguntó ella mordiendo su labio inferior hacia Harry.

- Eres mi esposa, se supone que ya te he visto desnuda - Kylie rió.

- Por favor, esposo - Él rió y asintió.

- Iré a cepillar mis dientes - Ella asintió.

Harry caminó hacia el baño y se adentró al mismo, cepillando sus dientes y luego lavando su cara con el jabón de jazmines que allí se encontraba. Observó el espacio, notando la ropa que Kylie llevaba puesta la noche anterior, y sin poder evitarlo, agarró el ajustado vestido color crema, acercándolo a su nariz e inhalando el delicioso aroma que la prenda desprendía, el cual, era el nuevo perfume de Victoria's Secret. La prenda mantenía de igual manera el olor característico de la ojimiel; canela y chocolate.

Someone Look At You | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora