ASTRID
Volvemos a casa en un taxi, Franco no me dijo nada más que un saludo y ya, ahí murió todo. Al salir del departamento de Joel la recepcionista había subido, a él no lo vi por ningún lado, pero la mujer —zorra a mi parecer— entró de seguro directo a su habitación, yo no dije nada, mi hermano me preguntó por mi cara mal herida y solo le mandé una mirada pidiéndole que se callara.
Fui a mi trabajo y Justin ahogó un grito al verme, fue otro que me interrogó que había pasado, solo le dije que me pelee con una tipa de mala maña y como buen amigo que estaba empezando a considerar, me dio un café cargado y una pastilla para el dolor de cabeza con el que estaba desde que había llegado a mi departamento. Hoy salía antes, así que me mandaron a contestar llamadas, Justin estaba al pendiente de mí, me contó que llegaría un nuevo chico dentro de éstos días.
Al finalizar mi jornada de trabajo salí con mi amigo y fuimos a comer pizza para matar el hambre que tenía más él que yo."Te desinfectaste el labio?" Levanto mi mirada de la rebanada de pizza y veo como sus labios rosados y carnosos moviéndose por la comida. Intento recordar algo de la noche anterior pero no me aparece nada más que la pelea y el bar donde me había metido, no recuerdo si quiera me he desinfectado la herida o me puse una crema en mis costillas.
"Creo que no, no recuerdo mucho de anoche" espera un momento a que diga algo más, pero eso es todo lo que puedo contar. No me acuerdo de nada.
"Si quieres podemos ir a mi casa, no está lejos y estoy seguro que no debería estar así" lo pienso un poco y termino por aceptar, al final que podemos hacer? Soy lo demasiado consiente que él es unos tres años menor que yo, así que...no puedo hacer nada.
Había sido verdad que su casa si estaba cerca, yo pensé que era una jugarreta para obligarme a hablarle, o algo parecido.
Su casa es grande y hermosa, todo es moderno y muchas cosas son de color blanco o plomo, mientras desinfecta mis heridas puedo apreciar su rostro, su piel parece de porcelana y su cabello de ceda, labios rosados y carnosos, su tono de piel es más blanco que el mío, mis ojos viajan a sus brazos, musculosos y con su camisa a cuadros doblada hasta casi el codo, musculoso y sin ninguna cicatriz o alguna marca, tiene un lunar pequeño pero que —para ser un lunar— se le ve de maravilla."Ya está" levanto la vista y miro sus ojos verdes, tan claros como el agua.
"Gracias" sé que no debería hacer nada con él, pero me es inevitable, nos acercamos a tal punto que ambos sabemos, no hay vuelta atrás.
Nos besamos con desespero, como si fuera agua luego de un viaje largo en un desierto, su lengua dulce y turista que explora cada lugar de mi boca, sus manos viajeras que se detienen en diferentes puntos fijos, sabe lo que hace.Me levanta del piso y me sienta en la mesa del comedor, saca mi polera de encaje y la tira en algún lugar, desabrocha mi sostén y de igual forma lo bota, con total agilidad va a mis pechos y lame mis pezones que ya están erectos a un nivel algo doloroso por necesidad de contacto.
Mi short desaparece con rapidez al igual que su pantalón, su verga es gruesa y algo larga, me besa y luego siento como me penetra, parece como si fuera una eternidad que no sentía esa rica invasión. Sus movimientos comienzan lentos, me tortura.
"Follame" pido con voz ahogada, mis gemidos se juntan con el sonido del choque de nuestras pieles, rasco sus hombros y sube mi pierna derecha a su hombro poniéndome de costado, en esta posición puedo frotar mi clítoris, eso hace mis movimientos de cadera más rápidos, siento que su verga toca los lugares correctos y entonces el orgasmo me golpea con brutalidad, mis paredes internas lo apretan más, Justin no deja de moverse hasta que suelta un gruñido fuerte y se corre en mi abdomen.
Mi respiración cansada y pesada se empieza a calmar."Estuviste genial" me alaga y yo levanto la mirada con una sonrisa, su boca juega un poco más con mis pechos y luego se levanta, me limpio su semen y llevo algo de ese liquido espeso a mi boca, lo lamo y veo a Justin sonreir.
Me cambio y luego me acompaña hasta el hotel donde trabajamos para que recoja mi auto, nos despedimos y yo voy a mi departamento, más relajada que antes.
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No hables,gemir es mejor // #1 Saga No Hables
FanfictionTodas las personas tienen un pasado. Un secreto o algo que los marca de por vida. Ellos no eran la excepción pero todo era planeado y calculado. Esa era la diferencia. Encontramos formas diferentes de ver la vida y planear el futuro, quererlo amo...