Capítulo 27

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2/3 mañana subiré el último cap del maratón amores.
Si los seguidores, likes y comentarios siguen subiendo actualizaré más rapido. 😏😉



ASTRID

Tal vez este mal de mi brazo, pero mis piernas están bien y las utilizaré para patear el culo pálido de Marcela.

La charla con Justin esta tan fresca en mi mente que de solo recordarla me hierve la sangre de rabia.

"Dime la verdad"

Él callado bajó la mirada mientras yo exigía la verdad .

"Quieren que esté contigo para que no cometas una locura"

"La verdad"  mi tono frio lo hizo ponerse tenso. Soy buena persona, pero si me mientes o juegas conmigo la cosa cambia con brusquedad.

"Pimentel, él quiere entablar una relación seria pero tus amigos tal parece tienen razones (que no quieren decirme)  para que no estes ni cerca a él" espero unos minutos más para ver si aumenta algo, pero más nada sale de su boca.

No sé por que mis amigos quieren que no este cerca de Joel, pero de lo que estoy segura es que no caeré con tanta facilidad como esperan.

Tal vez no recuerde lo que ha pasado este tiempo que no se encuentra en mi cabeza, pero,  mi presentimiento de salir huyendo de Joel es tan enorme y escaso al mismo tiempo que me confunde más todavía. Cuando estoy con él siento cierta incomodidad, pero aún así quiero pegarmele como garrapata.

En algún momento que hablaba con Joel en el hospital me dieron ganas de trepar en su regazo y besarlo, dejar que sus manos toquen cada rincón de mi cuerpo con audacia y salía de mi nuve cuando me daba cuenta que no lo conocía en absoluto, y, si lo hacía ,no podia recordar.  A veces me sonrojaba debido a mi arrebato de hormonas pero intentaba no hacerlo notar.

"Por que dejaste que Zabdiel te amenazara? " interrogo saliendo de mis pensamientos torturos.

"Viste a tu amigo? "

"Tienes una buena pregunta a tu favor" afirmo.  A quien se quiere engañar?  Zabdiel y su metro ochenta y tantos, mirada seria y su cuerpo bien dotado que da miedo de solo verlo.
Además que desde pequeño ha recibido clases de box y defensa personal por obligación.

Muy pocos sabemos que él es hijo de un maldito sicario, prestamista y mafioso hombre que da mucho más miedo que Zabdiel.
Jonh De Jesús era un desgraciado pedófilo y mi violación es la prueba de ello. Quizá no hable de eso por que me pasa un escalofrío de solo pensarlo y un miedo me invade, pero en algún momento debo soltarlo, al menos con un psicólogo.

"Ash?... " El mundo cae de nuevo en mí. Justin se ve algo incómodo y sé que me he quedado demasiado tiempo muda, pero el tren de pensamientos nunca para.

"Estoy bien" afirmé "mira, yo diré a Marcela y a Zabdiel que terminaré contigo, así no tendrán excusa alguna" el miedo aparece en su rrostro.

"Esperemos unas semanas más, para que no sospechen nada" el temblor con el que habla es tan alarmante que me hace pensar si en verdad mis amigos son capaces de algo tan ruin como manipular gente. De Zabdiel lo llego a imaginar, pero de Marcela, la linda y tierna rubia... Se me complica más ver si ella está detras de todo este plan o si Zabdiel está manipulando a Justin y a mi amiga.

Luego de que Justin partiera rumbo a su casa no deje de pensar en como sacar la verdad. Tal vez utilizando a mis buenos y viejos aliados (peleas a puño limpio) serían una buena forma,pero ese plan tiene un contratiempo enorme. Mi brazo sigue enyesado y seguirá así durante unas semanas más, además que no quisiera darle un puñete a Marcela, al fin y al cabo a estado para mí en momentos difíciles...

Mi noche en vela no ayudó mucho a mi estado anímico y volvemos al principio. Pensando todo con más calma y viéndolo de un punto de vista razonable, patearé a Marcela hasta que me diga la verdad. Si no coopera conmigo desde el princípio me veré obligada a utilizar la violencia.

El plan que había ideado en mis horas sin dormir fue decirle que escuché como Zabdiel amenazaba a Justin, y, si la culpa la carcomia (lo que creo pasa, por que ella es demasiado buena como para estar detrás de un plan tan macabro)  me diría la verdad.

Solo sería:
1- Entrar a su habitación e intentar no lanzar una patada.
2-Comentarle la amenaza.
3- Preguntarle si sabe algo.
Y luego mediante su respuesta vería si la mato o no.

Antes de pasar por su habitación voy al baño en un intento de calmar los nervios y la rabia de lo que va ha pasar cuando la encare, luego de unos largos minutos decido salir.

Las voces que se escuchan desde la sala hacen mi curiosidad nacer y como siempre la curiosidad mató al gato.

Apenas salgo del pasillo veo a mi madre <Astrid da la vuelta e ignorala> dice mi mente en un lugar muy recóndito. Siento que estar cerca de mi madre me causa una incomodidad horrible. Nunca dejaré de culparla por haberme dejado ir sin luchar. 
La mujer que me dió la vida hace un intento de sonreír, pero las gafas de pasta negra me dicen que oculta algo. Su sonrisa es más una mueca, el dolor tiñe sus pálidas y ya algo arrugadas facciones.

"Que haces aquí? " pregunto y me acerco con mucha calma.

"Gary me ha llamado diciendo que ya estabas en tu hogar. No pude ir a verte al hospital" dice con fingido arrepentimiento. Luego me giro a mi hermano, luego le diré que no este contándole este tipo de cosas.

"Está bien. Que te pasó en el ojo? " pregunto cuando ya estoy demasiado cerca y veo el morete que rodea su ojo derecho. Mi madre se tensa con rapidez he intenta arreglarse las gafas para que yo evite verla, pero pasa lo contrario, se le nota más que hace un momento.

Ella odia las gafas de sol.

Como mi padre ha caído tan bajo? Golpearla en la cara para que todo el mundo la vea, es lo más bajo que ha caído. Es más, golpear a su mujer es lo más bajo que ha caido <no te olvides de que te dió a un sicario> me hace recuerdo mi mente, tiene razón. Me ha dado a un sicario, ha golpeado a su mujer, que más sigue?

"Hija yo... "

"Dejé de ser tu hija en el mismo instante que dejaste me llevaran esos idiotas" le recuerdo. Quizá alguna vez yo le diga madre, pero eso no quiere decir que la sigo queriendo como tal.

Mis palabras dan en el blanco, sus ojos se cristalizan y la culpa empieza a crecer en mi vientre, pero no puedo remedarlo.

"Por favor, vete. No estoy en condiciones óptimas para soportar todo esto" digo. Doy media vuelta y salgo a esconderme en la cocina.

Cuando llego suelto el aire contenido en mis pulmones, mi gargata se seca y el frío sudor corre por mi espalda. Con manos temblorosas me sirvo un vaso de agua y lo tomo en un segundo.

Tal vez no hice bien al hablarle así a mi madre, pero en verdad no estoy en condiciones como para soportar las quejas de mi madre, de como papá quiere cambiar y luego llega ebrio por que se siente debil  y bueno... No estoy para eso en estos momentos. Quizá nunca este lista.

No hables,gemir es mejor // #1 Saga No HablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora