Capítulo 35

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ASTRID

El pantalón de Joel desaparece antes de llegar a la cama. Yo solo estoy con mi braga negra y mi brasier. Me reprendo mentalmente por haberme puesto hoy mi ropa interior más sencilla.

"Mejor si te quito esto" susurra en mi oído. Mi piel se pone de gallina por ese simple gesto. Muerde el lóbulo de mi oreja haciendo pasar un escalofrío por mi espina dorsal.

Sus manos viajan a mi espalda para quitar mi brasier. Su lengua pasa a mi cuello y lame para luego succionar la piel que se encuentra a su disposición.

Aunque en este momento toda yo estoy a su disposición.

Lo acaricio por encima del boxer sacándole un gruñido.

"Mala" gruñe. Sus manos apretan mis pechos y luego jala mis pezones. Yo igual apreto un poco su dureza "joder... " Suspira.

Sujeta mi muñeca y la aleja de su polla. Sus manos quitan mis bragas y deja el pedazo de tela en mis tobillos. Yo hago lo mismo con su boxer al liberarme de mi braguita y dejarla tirada en el piso.

Verlo desnudo, en su máximo, esplendor me deja atontada.
Este hombre es perfecto. Alto, delgado, un buen cuerpo.

Y, por primera vez. No me siento lo suficiente para un hombre.

Este hombre tiene todo, es transparente conmigo, pero yo. Yo no tengo nada que ofrecerle, no soy bonita y aunque él quiera ocultarlo tiene problemas con su padre por mi culpa.

Él está tomando, tiene una mujer que puede quedarse a su lado. Ella es hermosa, una modelo adinerada y de nombre reconocido. Pero yo? Soy una mantenida.

"Ash? " este hombre perfecto me trae de vuelta a la tierra. Sus manos acunan mi rostro y veo preocupación en sus ojos.

"Me quieres? " me atrevo a preguntar. El miedo está en cada uno de mis huesos, calando profundo.

Su ceño se frunce y , sin esperarlo, me besa. Sus acolchonados labios y los míos se juntan como un rompecabezas.

Nos acostamos en la cama con él encima mío, mis piernas se abren para el esperando poder conectarnos de una vez por todas.

Un gemido sale de mis labios chocando contra los suyos cuando su polla llega hasta el fondo tocando mi punto dulce. Me retuerzo en sus brazos.

"Conmigo no debes hablar. Solo debes gemir" susurra en mi odio.  Esa simple oración hace que mis inseguridades se vayan con rapidez y me enciende de una forma distinta pero muy estimulante.

La habitación se llena con el sonido de piel chocando contra piel, gruñidos y gemidos.
Sus caderas colisionan contra las mías en un lento vaivén.

Una de sus manos sujetan mis muñecas y las lleva arriba de cabeza. Una embestida dura me hace gritar cuando choca contra mi punto dulce y apreta mi clítoris con su mano libre.

"Joey... Joey! " mis piernas empiezan a temblar y siento un orgasmo brutal a la vuelta de la esquina.

Sus caderas se mueven con más agilidad, su cabello se cuela en su frente por el sudor, su pecho brillante, toda esa imagen me hacen llegar a mi nube de éxtasis. Me retuerzo y tiemblo.

Él no deja de embestir hasta que llega a su propio orgasmo con un fuerte gruñido.

Joel cae encima mío con cuidado.
Oculta su rostro en mi cuello y nos quedamos así un largo rato recuperando la respiración.

El peso del miedo llega como un golpe al estómago que me deja sin aire. Me quiere? No ha respondido.

"Estas bien? " pregunta a mi lado. Giro la cabeza y los ojos color chocolate tienen una pizca de curiosidad.

"Si" me levanto de la cama y me pongo mi ropa. Él se impresiona cuando me ve completamente vestida. Normalmente luego de una sesión de sexo tiendo a ponerme algo suyo.

Pero desde que estoy viviendo con él no he sido más que una ama de casa. Siendo, en verdad, la otra mujer. Sí, Joel duerme a mi lado y se levanta ahí, abrazado a mi. Convivimos como una pareja feliz y más que alegre con la vida.

Pero nada es así, yo soy la otra mujer. Y no una "la otra mujer" que es más hermosa o que le da todo. Yo soy cariñosa pero aveces muy tosca, no tengo un metro ochenta de  estatura como ella o un cuerpo de infarto. Soy bajita, no soy cien por ciento sincera con él, no sabe mi pasado ni lo jodida que aveces soy, no tengo un cuerpo de modelo o un apellido reconocido. Solo soy una simple recepcionista que no ha terminado su carrera en la universidad, que ha luchado mucho para tener un lugar propio y cosas propias.

Cosas que pueda decir mías sin importar este bien o mal.

Ella tiene todo, mucho más que yo. Y él tambien.

Y yo... Bueno, yo soy la arrimada de esta... Bueno! Tampoco se si somos una relación!

No estamos en nada...

Su boca se abre para decir algo pero yo salgo corriendo.

El ascensor gracias a dios no tarda en llegar. La caja metálica se siente más pequeña de lo que es. Bajo con rapidez en el piso de mi hermano y grito su nombre.

"Que! " Gary sale corriendo de su cocina con Josefina en sus brazos y Erick detrás.

"Préstame dinero. Te lo devuelvo luego" digo agitada. Erick saca su billetera y me pasa dinero.

Esta noche no quiero alcohol o pelear. Quiero paz, calma total.
Entonces mi mirada cae en la niña.

"Quieres salir? " pregunto. La pequeña Morena sonríe y asiente, luego mira a Erick esperando al aprovación. Él lo duda por unos segundos y luego asiente. Tomo a la niña en brazos y salgo de ahí.

En mi auto la pequeña toca todo lo que esta a su alcance.

Un peso en mi pecho, un dolor agudo se apodera de nuevo al sentir mi celular vibrar en la chompa. Es el tono que puse a las llamadas de Joel.

"Que pasa? " pregunta la pequeña.

"No me siento bien" digo soltando un suspiro.

"Estas triste" no es una pregunta.

La luz de un semáforo se pone en rojo y aprovecho para voltearla a ver. Su perfil se me hace conocido.

"Me contarás? " pregunta.

Su actitud es fuerte y sincera.

"Quiero a alguien que no debería"

"Por qué? "

"Por que él no me quiere"

"Estás segura?"

"No" vuelvo a soltar con un suspiro.

"Entoces tal vez si te quiere pero no lo puede admitir"

Ambas conectamos miradas y para ser pequeña sabe como aclarar cabezas. Puede hablar claro pero con un tono muy agudo.

Vamos a un restauran con juegos. Ella pide un helado y luego va ha jugar. Sus rizos saltan mientras camina con delicadeza.

No creo que me quiera. Joel es difícil de entender. No sabe manejar bien el lenguaje oral pero yo estoy aprendiendo a leer sus movimientos o sus acciones.

No me quiere. No puede quererme.

No hables,gemir es mejor // #1 Saga No HablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora