JOEL
Me levanto sudando y la pantalla brillante me indica llamadas perdidas. Mi corazón me duele en el pecho y los latidos que chocan contra mi caja torácica son alarmantes.
Cuando estoy intentando calmarme el aparato vuelve a sonar enloquecido y una alarma dentro mío salta y grita.
Lo tomo con temor y un número privado me recibe brillante. Contesto con manos temblorosas, los gritos y sollozos que me reciben indican lo peor. El nombre de Astrid sale de la boca de mi informante.
<accidente> <hospital> Solo recuerdo esas palabras antes de salir volando a mi auto.En medio de la desesperación el semáforo se pone en color rojo y vuelo horas otras.
Antes de haber salido de su hogar todo estuvo muy tranquilo, demasiado a mi parecer. Yo llegué a pensar que me daría un grito o tal vez me llegaría a ignorar por completo, pero nó, por primera vez sentí su calor al abrazarme, mi corazón estaba sonriendo pero luego me di cuenta que ella parecía un robot. Una mujer programada para hacer todo. Eso fue una bofetada directo a mi felicidad de momento, pero no bajé la sonrisa o rechacé los abrazos, los toques y los besos que me dió, es más, recibí cada muestra de afecto como un perrito faldero esperando que su dueño le de una caricia o una palmadita en la cabeza. No me sentí avergonzado en ese momento o luego, me sentí feliz y completo.
Lo malo es que ese tiempo fue muy pequeño, unos minutos o a lo mucho unas horas.Había llegado feliz, por más estúpido e inmaduro que suene di unos saltitos de felicidad con una sonrisa estampada en mi rostro, luego me bote a mi cama y dormí con la imagen de la mujer pequeña y pálida en mis brazos.
El sonido de una bocina me hace volver a la realidad, el miedo y la ansiedad llega como una puñalada directo al corazón. El semáforo que segundos, o tal vez minutos atrás estaba rojo ahora está en verde. Piso el acelerador apretando el volante hasta que mis nudillos se vuelven blancos.
Llego al hospital y veo a mi informante esperando en la puerta, está caminando de un lado a otro y cuando me ve saltar del auto se queda quieto. En su mirada veo miedo puro y una desesperación que lo atrapa. No espero a que hable y corro adentro. Él me sigue de cerca y en la sala de espera veo a Marcela llorando, mi informante pasa por delante mío y llega delante ella.
"Richard" gimotea y lo abraza. Gary está a un costado de la sala, abrazado a sus piernas y oculta su rostro en ellas.
No quiero acercarme por miedo a que me den alguna mala noticia. Pero al final lo hago.
Mi informante se aleja de Marcela, quien no me presta atención y va donde Gary."Richard que pasó con exactitud? " pregunto.
Él, con lágrimas en los ojos y luego de un silencio opacado por los llantos de las demás personas en la sala, decide hablar."Estaba ebria, no se fijó a los costados. Un inepto se metió y chocaron. No fue nada agradable. Ella al parecer no llevaba cinturón de seguridad, su cabeza chocó contra el vidrio. Tiene un brazo fracturado y apenas pudieron sacarla vehículo por que sus piernas estaban atrapadas" mi corazón late con más fuerza, chocando contra mis costillas, parece que en cualquier momento mi corazón va ha salirse de mi pecho. No sé en que momento he comenzado a llorar pero Marcela se acerca a mi lado y me limpia las lagrimas con calma, luego me abraza.
Pasamos varias horas esperando que nos den alguna otra noticia pero nada. Rogué al cielo que ella no se tarde más y que despierte y venga a ignorarme al menos.
Fui al departamento de Astrid para llevarle ropa a Marcela. Ahora no solo estamos los cuatro, se nos unieron varios chicos y una mujer. Todos llegaron como si fueran animales descarriados, haciendo un bullicio estresante.Intenté imaginar al entrar al oscuro departamento que ella estaría durmiendo en su habitación y lo que pasó solo fue una mala pasada de mi cabeza abombada de alegría horas atrás. Pero con el sonido de mis zapatos chocando contra el piso y al abrir su puerta todo estaba oscuro y silencioso, un golpe duro a la realidad.
Su habitación no tan desordenada y el aroma suave de su perfume me golpean y solo quiero pensar que no pasa nada, que los recuerdos de su habitación se metieran a mi cabeza, pero nó. Vuelo a la vez que le hice el amor, su cuerpo que encajaba con el mío a la perfección pero algo me grita que no volverá a pasar nada de eso. Los recuerdos de las cuatro paredes en las que le hice el amor y le entregué mi alma y mi corazón, quiero hacer de cuenta que estoy de vuelta con ella a mi lado pero todo intento termina fallando. Ya no pasa nada, todo está mal y quiero quedarme en la felicidad y no pisar la dolorosa realidad.
Esta mujer se ha metido entre mis venas para siempre, el oxígeno que tanto necesito es su aliento , poco a poco se adueñó de mi mente y por mucho me he preguntado donde estaba en mis noches de borrachera desenfrenada nunca encuentro respuesta.
Me levanto de su cama y veo una foto de ella y Gary, ambos sonrientes y felices, cierro mis ojos y me calmo, no quiero tener un ataque de ansiedad.Vuelvo al hospital con un jean y una polera holgada para Marcela. Una chompa y una chaqueta para Gary y Richard. Todos sus amigos -creo- están intentando subirle los ánimos al hermano de Astrid pero todo intento es fallido. En el otro lado de la sala veo un hombre, más alto que yo, habla con una enfermera y luego se acerca a nosotros... Lo conozco, es Zabdiel. La rabia se instala en mi sangre y ésta se extiende por todo mi cuerpo, el hijo de puta se digna a venir luego de lo que ha hecho con Jay, Zabdiel sabe que soy cercano -de alguna manera- a Astrid y estoy más que seguro que luego de haberlo maldecido querría hacerme la vida imposible.
Mi amigo Jay dejó a una mujer embarazada ,él estaba feliz por que sería padre,pero no,Zabdiel -desgraciado- de Jesus hizo hasta lo imposible por verlo bajo tierra,y logró su cometido, meses despues de la muerte de mi amigo su mujer desapareció y no supe más de ella o del bebé. Zabdiel es un hombre igual o peor que su padre, ambos desgraciados y unos orgullosos de alcantarilla. Me acerco con paso decidido pero un doctor aparece y pregunta por familiares de Astrid, soy el primero en saltar a interrogar al doctor.
El estado de Astrid tal parece es delicado, el golpe que se dió en la cabeza la dejó en un estado crítico, su cuerpo está magullado y nos dijo que mientras estaba en observaciones no podríamos pasar a verla, eso había desanimado a todos los que estamos presentes. Una semana mínimo estaría en observaciones. La anestesia que le pusieron nos dijo que era fuerte y que no despertaría hasta dentro de unas doce horas. Luego de todo lo que nos dijo se fue, nadie quizo decir palabra alguna, nuestros ánimos estaban por los suelos y solo podríamos pedir que pasara la semana lo más rápido posible.
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No hables,gemir es mejor // #1 Saga No Hables
FanfictionTodas las personas tienen un pasado. Un secreto o algo que los marca de por vida. Ellos no eran la excepción pero todo era planeado y calculado. Esa era la diferencia. Encontramos formas diferentes de ver la vida y planear el futuro, quererlo amo...