Capítulo 39- parte 2

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Su erección se pega a mi muslo y un ronco gemido sale de sus labios.

Me elejo un poco de él para poder quitarnos las únicas prendas que nos separan.
Mis bragas las tiro a un costado de la cama y sus boxers desaparecen de mi visión.

Él sujeta su polla y la punta se junta con mi clítoris, masajeándolo.

"Por favor" pido.

Me he dado cuenta que eso lo prende demasiado. Y ésta vez no es la excepción.

Joel mete toda la polla soltando un gruñido, sus labios besan cada parte de mi cara y ha esto le acompaña la primera embestida.
Uno de sus brazos envuelve mi cintura mientras un lento vaivén lo acompaña. Con el otro brazo sube los mios hasta posicionarlos por encima de mi cabeza y los sujeta.

"Siempre tan apretadita... "Gruñe en mi oido mandando un escalofrío por mi espina dorsal.

En la habitación se escucha como nuestros cuerpos chocan con brusquedad. Una cadena de gruñidos y gemidos salen de ambas bocas muriendo en los labios del contrario.

En una de sus embestidas toca mi punto dulce haciendo que lance un gritito satisfecho.

Joel se levanta de encima mío, soltando mis brazos y mi cintura. No sale de mi.

Mi pierna derecha es elevada hasta que mi tobillo se apoya en su hombro y con su mano izquierda sujeta uno de mis pechos mientras vuelve a mover sus caderas. Siento como llega más adentro y lo grande que és.

"Ya casi " hablo sin aire. Joel empieza a moverse más rápido y con una de mis manos masajeo mi clítoris.

El calor que me invade es desesperante y reconfortante.

Joel baja mi pierna de su hombro y abre más mis piernas. Mi punto dulce es machacado en cada embestida y el orgasmo está a punto de explotar.

"Nena! " prácticamente grita y sus manos apretan mis caderas.
Las embestidas cada vez son más bruscas y eso me encanta.

El orgasmo me golpea con fuerza, su polla la siento enorme dentro de mi. No para.

Joel sigue buscando su propio placer mientras yo estoy en mi nube se éxtasis. Con un gruñido fuerte se corre dentro mío y cae sobre mi.

Nuestras respiraciónes entrecortadas es lo único que se escucha en las cuatro paredes.

Me muevo incómoda por que Joel no es peso pluma. Él capta el mensaje, sale de mi y se hecha al costado para luego atraerme a él y abrazarme por la cintura. Yo me acomodo en su pecho.

Veo el anillo que confirma no es un sueño. Estoy comprometida. Me voy a casar.

Una sonrisa tira de mis labios hasta llegar casi a mis ojos y la felicidad se instala en todo mi cuerpo.

"Me dijiste te amo" le recuerdo.

"Y?..." pregunta algo confundido.

"Nunca me dijiste algo así " respondo.

Alguna vez se dió cuenta que nunca me dijo algo así?

"Enserio? "

"Si"

"Entonces te lo diré cada día para que lo recuerdes. Pero no solo te amo, también te quiero, te admiro, te aprecio. Y todo lo que quieras escuchar, te lo diré" habla fuerte y claro. Decidido.

No hables,gemir es mejor // #1 Saga No HablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora