Capítulo 5- Lágrimas desordenadas

40 2 0
                                    

¡Puuf! Por fin ha acabado este lío, mañana iremos a casa de Chris aunque bien no entiendo qué demostrará eso, supongo que lo hará si es grande y lujosa.

Yo sinceramente, no se a quién creer, la versión de Zulay es loca y algo infantil, tan absurda que cuesta creer que sea verdad pero también si él miente tan bien ¿por qué no hacerlo mejor en esta ocasión? Y por otra parte está Chris, es verdad que lo conocimos hace unas horas pero eso no significa que sea un mentiroso.

Esa duda me asaltó durante el resto de la tarde y durante nuestra escasa cena estuve ausente, solo le puedo dar vueltas a lo mismo.

Sin darme cuenta debí quedarme dormida y desperté empapada en sudor, temblando y a punto de gritar. He tenido una pesadilla aunque parecía tan real, en ella aparecía Dunkel que conseguía su objetivo, asesinar a todos aquellas personas (mis padres) y Flaps (mis amigos) que me importan, obligándome a ver cada muerte tras haber sido torturados hasta casi acabar con sus vidas. Luego, con la última bala que le queda me dispara. Ahí es cuando me despierto.

Traté de ignorar la pesadilla, al fin y al acabo no es real. Pero los ruidos de los animales y el frío (que se nota aunque esté al lado del fuego) no me dejan.

En uno de mis intentos de dormir oigo como alguien se levanta y se adentra en el bosque. Es Zulay.

Decido seguirle, "of course" es pa' que no se meta en líos, no es que yo quiera quedarme a solas con él ni na' parecido, "sep" no me lo creo ni yo. Pero es que quiero hablar con él, esa forma de actuar es muy rara, incluso para él, además con el problema de esta tarde aún no le he pedido perdón (aunque sinceramente, no me veo tragándome mi orgullo para pedirle disculpas).

Por fin se para, se sienta en una enorme roca que hay en un claro del bosque. Tiene la mirada perdida puesta en el horizonte. Le observo durante unos segundos, me resulta extraño que no se haya dado cuenta de que le seguía.

-¿No tienes frío?- pregunto acercándome. -Porque yo estoy helada-

-"Pos" largo, no te he pedido que vinieras- su tono es seco y distante. -Además quiero estar solo-

-Zulay, tenemos que hablar- suspira y apolla su mejilla sobre el puño. Tomo aire y repito en mi cabeza una y otra vez lo que voy a decir. -Creo que ya lo he pillado, no quieres estar conmigo, no me importa pero necesito que me lo expliques ¿por qué tan de repente? Y... y necesito que... que me perdones pero yo también necesito perdonarte- en mi cabeza había sonado mejor, además no se me había entrecortado la voz ni había dicho tantos "necesito" seguidos.

Arquea la ceja y hace una mueca de dolor, tiene el ojo morado, además de otros moratones. -Además así podríamos volver a ser amigos ¿no?- añado ya que no parece muy convencido.

-¿Cómo explicarlo?- se detiene unos segundos. -A ver "Hello Kitty", tú y yo nunca hemos sido na' y no lo seremos jamás. ¿"Volver a ser amigos" dices? Si en la vida nos hemos soportado. "Pos" ya tienes tu explicación, no te aguanto, ahora largo-

-No te creo-

-¿Cómo?- pregunta con chulería.

-Que no te creo, sé...- joder, voy a soltar una cursilada. -Sé que tus besos no eran falsos, de verdad te gusto o... te gustaba- no sé cómo he dicho eso, suena... ¡ni siquiera tengo palabras pa' describir a lo que suena!

Suelta una pequeña risilla. -Eres más cortita de lo que creía, a ver no necesito que te disculpes ni que me perdones para mí, todo esto ha sido un juego. Reconócelo, me dedico a eso y tú cometiste el error de quedarte pillada por el "chico malo", como hacen las demás.

Pero ya me he hartado, me has ganado, no lo he conseguido contigo y eso que incluso te hice la cursilada del corte en forma de corazón- se acerca a mí y golpea mi hombro al pasar de largo. -Ya me largo yo- me dice de mala gana.

Ahí me quedé paralizada, no sé qué decir, no sé qué hacer. No siento ninguna parte de mi cuerpo a excepción de un gran dolor en el pecho donde se supone que tengo el corazón. Nunca me he sentido tan mal, me siento como una idiota, caí en su trampa como las otras y lo peor que a mí Zulay de verdad me gusta o me gustaba porque ahora simplemente siento una mezcla entre pena, odio y rabia.

Se me empaña la vista, tengo los ojos llenos de lágrimas, papadeo pa' espantarlas, no voy a darle la satisfacción de saber que he llorado por él, no derramaré ni una.

Me miro la mano con el corte, al verlo solo siento rabia ¡cómo me gustaría borrarlo! Pero no puedo, supongo que ese será mi castigo por no escuchar a quien de veras me quería.

Gruño de rabia y corro hacia la roca, la golpeo varias veces hasta que unos brazos me envuelven desde atrás.

-Tranquila, tía- me susurra J.

Me doy la vuelta, está sonriendo de forma cálida. Entonces, me derrumbo, todo mi orgullo desaparece y noto como algo resbala por mis mejillas, estoy llorando.

Mi amiga me abraza. -Sé como duele- me vuelve a susurrar. Quiero decirle que no, ella no lo sabe a ella no la engañaron, no cayó en la redes de un tramposo pero no encuentro las fuerzas suficientes para contestarle.

No sé cuánto tiempo pasamos así.

-¿Cómo me has encontrado?- le pregunto sollozando.

-Me lo dijo Zulay, menudo idiota-.

-"Pos" no sé cómo olvidarle así que, no será tan idiota al fin y al cabo-

-Yo sí que tengo una idea- me dice con picardía.

-¿Cúal?- pregunto mientras me seco las lágrimas.

-¡¿No me digas que no te has fijado como te mira Chris?!- me sonríe con picardía. -Yo creo que le gustas y ya sabes, siempre le puedes dar celos a Zulay que vea que lo olvidas rápido-.

Me gusta la idea que aprenda que con Tiaret Parker no se juega sin tener castigo.

OlvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora