Capítulo 7-Consejos

36 2 0
                                    

Salgo de la bañera a toda prisa ¡casi me quedo dormida! Me envuelvo en la toalla que hay colgada sobre una barra de acero inoxidable, es suave, de color beige y huele a lavanda, me encanta ese olor.

Entro en el vestidor y cojo lo primero que veo, una camiseta negra que pone: "Queen of the World" en letras rosa. Unos vaqueros largos de color gris y bueno, algo que todo el mundo se pone (al menos eso espero) creo que ya se sabe por donde van los tiros ¿no? De color azul y con un lacito en cada tiranta y otro debajo del hombligo. Por una vez la ropa es de mi talla.

Me recojo el pelo mojado en una coleta dejando a la vista la herida de la nuca que me escuece un poco y salgo de la habitación como un rayo.

Al doblar la esquina del pasillo me encuentro con Chris ¿joder, qué hace aquí? Tendría que estar en su habitación ¿no? Así que, disimulo, hago como la que no está desesperada por llegar a la habitación de J para que me asesore sobre cómo debería actuar. Comienzo a andar tranquilamente.

-Hola Tiaret, estás guapa- me suelta cuando justo estoy frente por frente con él. Me arde la cara, seguro que estoy roja como un tomate ¡qué corte! Es la primera vez que un chico me dice algo así y encima éste vale el doble porque impresionar a un chico mayor que yo tiene mucho más curro.

-Hola...- digo algo cortada, joder se va a creer que soy tonta o algo, solo una idiota contestaría así ¡parezco una rata a la que le han pisado el rabo! -Gracias... lo encontré en la habitación-

-Lo sé, era la de Nana-

-¿Nana? Pero ella no era una vie...- me lo pienso mejor, decirlo con esa palabra puede llegar a ofender y mucho. -Una señora mayor ¿no?-

Pega una carcajada, lo que me hace sentir aun más nerviosa y tonta. -No, para nada, tenía 26 la última vez que la vi y yo por esa fecha tendría unos trece- me contesta con un tono agradable. -Pero reconozco que a ti te queda mucho mejor-

-Gracias- vuelvo a decir.

-Por cierto ¿damos la vuelta después de cenar?-

-Me encantaría- pero luego caigo en la cuenta de su rodilla herida que ahora luce con una venda blanca limpia, supongo que se le habrá curado con el sistema de enfermería (lo dicho, sirven pa' to'). -Pero... ¿y tu rodilla?-

-No tienes que preocuparte por eso, pondré el piloto automático- me dice con una sonrisa, así claro que puedo aceptar, así que le sonrió yo también y le digo que sí.

Parece que la suerte está de mi lado, estoy encontrando en Chris un buen amigo y me ayuda a pensar menos en lo ocurrido, además de él sí me puedo fiar, a la vista está que es un chico bien educado y ¡tiene una sonrisa encantadora!

¿Quién sabe? Con un poco de más suerte y los consejos de J puede que de amigo pase a algo más y tengo que reconocer que me gustaría.

Después de esto se va, no sé dónde y la verdad, no se me ha ocurrido preguntarle y con la prisa que tengo prefiero no entretenerme...

-Oh, adiós Chris- oigo una voz burlona a mis espaldas, no hace falta que me gire para saber quién es, "of course" es Zulay, quién si no iba a ser tan idiota e impertinente. -Luego nos vemos- continúa ¿está tratando de imitar mi forma de hablar? "Pos" que quede claro que lo hace fatal.

-Yo no hablo así- digo cuando me giro.

-Oh, sí que lo haces- me contesta con tono enfadado como si yo fuera la que le está insultando. -Tendrías que ver como se te cae la baba cuando hablas con él, pareces su "perrito faldero"-.

-Que esté de acuerdo con él no significa que sea su "perrito faldero" como tu dices, sino que tenemos gustos en común, a diferencia de tú y yo-

OlvídameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora