Ocho

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Viernes. 20 de Julio, 2018.

Querido diario.

Yo, uhm, besé a RenJun.

Mejor...

¡¡¡BESÉ A RENJUN!!!

Si, yo lo besé.

Después de enterarme de lo del beso fingido y eso no habíamos hablado. RenJun me había ignorado toda la semana, claramente, fui un idiota.

Si, me sentí mal pero ahora me siento muy bien. Si es que me entienden eue

Es que... AHHHHHHHHHH

¡¡BESÉ A HUANG RENJUN!!

SE SINTIÓ INCREÍBLE.

Sentí como si besara a un Ángel... bueno, la verdad si lo hacía.

Creo que Jeno se dio cuenta de que nos besamos, me miró como si supiera algo. Pero yo me hice el loco, de igual forma no habría sabido explicarle lo que sucedía

No sé lo que me pasa pero me vale una mierda. Si con lo que sea que me esté pasando puedo besar a Huang RenJun cada vez que se me antoje y disfrutar de esa dulce risa, Dios, déjame así para siempre.

Hablamos luego, diario xx

xx Nana.

JaeMin sentía una molestia tan profunda en su pecho mientras lanzaba esa pelota de plastico al aire y la atajaba con sus manos repitiendo la acción una y otra vez. Había sido un idiota, RenJun no le había dirigido la palabra en todo lo que quedaba de semana, sus amigos lo notaron y aunque se veían con la intención de inmiscuirse, ninguno lo hizo por respeto, sentían que era una situación que la pareja debía resolver por si sola, cosa que JaeMin agradecía internamente, odiaría tener a otras tres personas recordándole lo idiota que había sido, al menos ChenLe y JiSung eran ajenos a la situación, para los menores ellos dos sólo estaban intentando tener una relación.

—¿Qué hago aquí? –se cuestionó a si mismo atajando la pelota por última vez y sentándose en la orilla de la cama, apoyó sus brazos sobre sus muslos y tomó su cara entre sus manos.

No lo sé, sólo sé que quería besarte en ese momento, ayer y que quiero hacerlo justo ahora. Recordó las palabras del más bajo y suspiró sonriendo sin poder evitarlo, era un idiota al aceptarlo tan tarde.

—Yo también quiero besarte, RenJun. –susurró y se levantó caminando decidido hasta la puerta, tantos días para esto, esperaba al menos que el mayor no haya desistido sobre la idea de besarlo, porque JaeMin quería, realmente quería besar los bonitos labios ajenos.

Armándose de valor, JaeMin tocó la puerta de la habitación del mayor, escuchó ruidos desde el interior y se apoyó en el marco de la puerta esperando por RenJun.

—¿Quién es? –RenJun preguntó desde adentro con su voz más aguda de lo normal llamando la atención del alto, ¿Estaría llorando?

JaeMin volvió a tocar sin decir nada, si RenJun lloraba seguramente era por su culpa y dudaba mucho que quisiera verlo si asi era.

—Igual ya abriré, quién quiera que seas. –RenJun murmuró y JaeMin sonrió casi pudiendo jurar que el mayor tenía una mueca inconforme en sus labios. —¿Qué quie...? –RenJun guardó silencio al observar a cierto castaño apoyado en el marco de la puerta, JaeMin estaba tan cerca que tuvo que retroceder para no ponerse nervioso. —Oh, tú. –el mayor murmuró incómodo al sentir la mirada de JaeMin fija en su rostro y rascó su brazo para que la atención del menor pasara a otra parte de su cuerpo fallando totalmente.

RenJun chupaba su labio inferior mientras desviaba su mirada, se sentía tan pequeño frente a JaeMin y su mirada fija, sus ojitos estaban aguados por haber leído comentarios emocionados de algunas fans que apoyaban su relación con el menor. Era sólo una farsa aunque sus sentimientos fueran tan reales como para hacer que su pecho doliera por el rechazo del castaño.

JaeMin se sentía abatido al ver al bajito así, dio un paso más cerca llamando la atención del mayor que rápidamente levantó su rostro y colocó sus manos frente a él chocando con el pecho ajeno.

—Q-Qué.

—Espero no sea tarde. –el menor susurró y tomó las mejillas ajenas acercando al pequeño lo suficiente hasta poder tomar sus labios entre los suyos, JaeMin sintió a RenJun poner resistencia un par de segundos hasta que acabó derritiéndose entre sus brazos cuando lo rodeo por la cintura y se maldijo internamente por no haberlo besado antes, esos labios se habían convertido en su propio paraíso en la tierra.

El beso era lento y completamente inexperto, RenJun a penas lograba seguirlo mientras sus manitos apretaban la camiseta de JaeMin entre sus dedos, pero para el menor era perfecto. Se sentía correcto.

—También quería besarte cuando bailamos y hace unos días. –JaeMin susurró sobre los labios del mayor y lo sintió temblar entre sus brazos. —Qué me estás haciendo... –susurró JaeMin más para si mismo mientras observaba a RenJun y sentía un calorsito acogedor invadir su pecho.

—¿Qué haremos, Nana? –RenJun susurró tímido con su mirada en el pecho del menor.

—No lo sé. Pero dejáme besarte un rato más. –el castaño susurró tomando los labios del mayor una vez más entre los suyos.

Diary of JaeJun. 《JaeJun》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora