Con el tiempo, las cosas empezaron a cambiar. La niña, de nombre Hani, nació saludable y a pesar de que no pudo conocer a su padre verdadero tuvo a Jimin y a su nuevo padre.
Park Chanyeol, un rey solitario que no había aceptado a ninguna princesa en su juventud, conoció a Jimin y cayó perdidamente enamorado. Según relataba él.
Por desgracia, aunque pensamos que seriamos felices junto a ese hombre, fue mentira.
Jimin no volvió a sonreír.
Terminó con nueve niñas y un esposo que lo utilizaba como sirvienta, al igual que a sus hijas.
Muchos fueron echados del palacio por no ser del agrado del rey. Incluido yo.
Lamentablemente Jimin no podía hacer nada. Chanyeol le impedía cualquier cosa. Incluso acercarse al retrato de Yoongi. Para eso, le pidió a Seolhyun que lo quemara. Tantas lágrimas fueron derramadas aquel día.
La protesta y el reclamo fueron en vano. No nos quería en el castillo. Todos sabíamos perfectamente porqué. Si pudiera le cortaría la cabeza y la pondría en una piscina con agua bendita. Sólo por defender a las niñas por cosas que no hicieron eramos odiados.
La pareja Kim, Taehyung, Hoseok y yo volvimos a la mansión donde vivíamos antes. Lalisa, Amber, Rosé, Hye, Xiumin, Tzuyu, Minzy y Jessi tuvieron que sobrevivir por ellos mismos. Muchas mucamas y mayordomos debieron conseguir trabajo por otro lado. Todo porque su majestad Park Chanyeol no los aprobaba.
La vida para todos ellos era diferente. Deseaban estar en el pasado.
Deseaban que aquella tragedia no hubiera ocurrido.
(...)
Nueve camas para nueve princesas. Seolhyun, Sana, Soojin, Hani, Yerin, Mina, Jiwoo, Gahyeon y la menor de todas: Jisoo Nada podía interrumpir su paz.
—Levantense cuerda de flojas. Su padre las espera en el gran salón.— Decía la mujer sacando a patadas a las niñas de sus camas. Soojin con su mal humor y más ganas de dormir, Sana quejándose en silencio por la escandalosa señora y Seolhyun sin nada que decir, sólo quería que esa pesadilla terminara. Las otras seis niñas no se quejaban ni nada. Estaban acostumbradas a vivir así.
Si supieran lo que significaba dormir hasta que te sientas mejor sin ninguna molestia, sólo un padre mirando como descansaban sus pequeños tesoros.
Jimin cuando se sentía mal, aunque se negara, Yoongi lo dejaba dormir lo necesario. Pasaba igual con sus hijas. Pero ahora todo había cambiado.
—Vamos, vamos, más rápido.— Todas se pusieron en fila. Seolhyun siendo la primera por ser la mayor. —Seol, deja de mirarme así.— como siempre intentó ser sociable con la chica pero ésta se negó.
—No me hables Taeyeon.— dijo seca. Odiaba entablar conversación con alguien que detesta con su vida. La mujer entendió el mensaje y caminó en busca de Chanyeol.
Las primeras tres empezaron a hablar entre ella. Taeyeon no las iba a detener. Sabía toda la historia sobre ellas y su padre fallecido. Sentía lástima cada vez que abrazaban a Jimin y secaban sus lágrimas con delicadeza.
Cuando llegaron con Chanyeol se posicionaron en fila india y empezaron a sacudir sus vestidos.
—Buenos días.— dijo Chanyeol en un tono formal y sofisticado.
—Buenos días padre.— respondieron las niñas. Seolhyun seguía con su cara indiferente. Chanyeol la fulminó con la mirada y rodó los ojos para responder de mala gana. —Buenos días.
—Con eso basta.— le restó importancia a su mal carácter. —Su madre no está, así que yo me haré cargo de ustedes.— Por amor a Drácula. Pensó la mayor de las niñas. —Siganme.— Todas lo siguieron y fueron hasta el comedor. Donde estaba servido el desayuno.
Al terminar, la mayor de todas las hijas fue llamada por su "padre" si se le podía llamar así.
—He notado que me faltas el respeto, no acatas normas y siempre mencionas a tu padre.— su voz derramaba rencor puro. ¡Claro! era de lo más normal que un padrastro detestara a su hijastra por recordar a la persona que la crió ¡De todos los días!
—¿Y acaso no puedo mencionarlo?— preguntó y Chanyeol respondió a su manera.
—¡No, no puedes! Está prohibido para todos los que viven en este palacio... De hecho, cuando vuelva tu madre necesitaré un espejo.
—Chanyeol...
—Padre.
—¡Cómo sea! A quien le interesa. Ni siquiera eres Min Yoongi.— esas palabras fueron la gota que colmó al vaso.
—Escuchame princesita Min. Por tu insolencia tendrás que traer la comida.— Seol abrió los ojos como nunca antes en su vida.
—¿¡Qué!?— Chanyeol estrelló su puño contra la mejilla de la chica. Puso su mano en la parte golpeada y soltó un quejido.
—Tal y como lo escuchas.— se retiró dejando a la chica sola con la mejilla roja. Unas lágrimas resbalaron por sus ojos obscuros llenos de odio, rencor, tristeza y dolor. Expresados en un color rojo con un toque de naranja.
Las niñas menores limpiaban el lugar. La cual debería estar limpiando otras personas. Pero no. Chanyeol creía que por ser rey podía hacer todo lo que se le diera la jodida gana. Con razón estaba solo.
Esas niñas jamás sabrían la verdadera vida del palacio. Lastimosamente. Aunque aún así debían aprender a hacer ese tipo de cosas. Pero no tan violentamente.
Como mencioné, Jisoo era la menor. Con unos 5.010 años. Era la que menos hacía trabajo físico. Se estaba encargando de pulir los jarrones y desempolvar los objetos. Las demás barrían, trapeaban, movían los muebles, limpiaban paredes y ese tipo de cosas.
Jisoo tiró algo y de allí salió un retrato. Eran Jimin y Yoongi. Buscó a la mayor de las que estaban allí y fue volando hacia ella.
—S-Sana.— la pequeña era muy tímida con sus hermanas. Sentía que no se llevaba bien con ellas. Un ¿hmm? Fue lo único que recibió como respuesta. —¿Quién es él?— preguntó y Sana se volteó rápidamente. Se sorprendió al ver el retrato en las manos de la niña.
—Es... Mi padre.— respondió y Jisoo la miró extrañada. —Heemanita, Chanyeol no es mi padre, es Min Yoongi.— todas resoplaron al escuchar tal nombre. Estaba prohibido. Tal y como dijo Chanyeol.
Jimin caminó siendo cubierto por la capa negra. Toda su ropa era negra. Ya sabíamos donde estaba. Tenía los ojos azules y lágrimas secas en las mejillas.
—¡Mamá!— dijo Yerin corriendo hacia Jimin y abrazándolo.
—Hola, mi vida.— dijo acariciando los cabellos de su hija, más niñas se acercaron a él para abrazarlo.
—Mamá.— dijo la menor de todas aún con el retrato en las manos. —¿Quién es él?— preguntó de nuevo. Jimin a pesar de estar sensible tomó valor para no llorar frente a su hija menor.
—Él es... Mi...— no sabía como decirlo sin que su voz saliera quebrada. —Mi esposo.— terminó de decir sin una gota de dolor.
—¿Y que pasó con él?— preguntó inocentemente la niña. Sin saber por lo que pasaba su padre depositó entre sus manos el retrato.
—Falleció.— se levantó a punto de irse pero algo se lo impedía. La pequeña lo abrazaba con toda la fuerza del universo. Jimin sonrió mientras unas cuantas lágrimas salían de sus ojos.
Jisoo era el tercer milagro de su vida. Era la primera de sus hijas con Chanyeol que le daba un abrazo.
🍃
Se que hay gente que me súper odia ahora c: pero pronto la historia tomará forma y veran que Yoongi no está completamente muerto.
Winston me dan ganas de borrar esto
En fin. Ya... Voy a tirarme de un quinto piso si quieren. Si es que hay gente que todavía lee esto
Después de lo que le hice al pobre nadie me perdona. C':
💜💧Stephy💧💜
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Are Tears | Yoonmin [Segunda Parte]
Fanfiction¿Qué pasaría si fueras testigo de una leyenda? A los reyes de Transilvania, sus hijas y a sus conocidos les pasó eso. Eran parte de un relato ahora. Segunda Temporada de Blood Sweet Blood