Are Tears | Yoonmin [Segunda Parte]

#18

Jimin sollozaba en el suelo lleno de heridas y sangre, una sangre que no podía beber lamentablemente. Trató de levantarse pero su cuerpo no resistía tanto, era horrible ver como tenía cicatrices en el rostro y sangre cayendo de sus manos. Sus ojos estaban llorosos y llenos de melancolía.

Era la muerte viva.

(Creanme, ni siquiera sé que escribí :v)

Unos cuantos inútiles para levantarse lo llevaron al desmayo. Estaba débil... Muy débil.

Tal vez estaba mal, pero no podía hacerlo.

Si Yoongi no estaba vivo –Según él.– dejar a Chanyeol sería un error, no tendría como cuidar a sus nueve hijas. Ni siquiera de si mismo. Además, estaba a punto de casarse con él.

Sus amigos estaban atrapados por una maldición que había lanzado quien sabe quien. Con todo y eso, sería uno de los peores errores que habría cometido, sería el segundo que cometería.

No vayas, no es seguro...

Debo ir, es importante que vaya.

Me da miedo que te pase algo.

Nada me pasará, lo prometo.

Lo prometo...

—Min Yoongi...— su voz salió totalmente quebrada antes de cerrara sus ojos.

Las luces que veía Jimin llevan a lugares donde estaban más pistas acerca de la muerte de su esposo. Eso significaba, que lo que veía Jimin eran rastros de plasma.

Descubrimos su habilidad especial...

Las niñas veían desde un balcón el sufrimiento de su padre/madre. Les dolía ver tal escena.

Como le arrancaban todo lo que le quedaba.

Al ver a Chanyeol acercándose al cuerpo herido al instante entendieron que era mala señal. Escaparon de allí, pero aún así escucharon todo.

Levantate...

¿Cómo esperas que me levante?

¡Maldita sea, levantate!

Incluso pudieron escuchar los miles de sollozos que soltaba.

—¡Se acabó!— Jin golpeó la mesa llamando la atención de los otros. —No lo aguanto más.— Estaba a punto de salir y enfrentar al vampiro que estaba afuera, pero algo se lo impidió. —¿Qué?

—Me da miedo que te pase algo.— la preocupación de Namjoon se notaba demasiado. Tomó su mano y besó el dedo que contenía el anillo.

—No me pasará nada, lo prometo...— Su sonrisa logró tranquilizarlo al menor. Fue hasta allá y vio con ojos carmesí.

—¿Nunca te cansarás?— encarando al vampiro que más despreciaba en el mundo esperó su respuesta.

—Salvaje...

—¿Cuándo aprenderás que me llamo Seokjin?— Chanyeol soltó unas cuantas carcajadas.

—Eres tan...— pensó por unos minutos su respuesta. —Terco...— Jin gruñó y Chanyeol rió más fuerte. —Y dices que no te llame salvaje.

—Si no quieres que te arranque la cabeza será mejor que dejes de decirme así.

—¿Ves? Se supone que eres salvaje... ¿No?— Seokjin se quedó callado esperando otra respuesta de Chanyeol. —Kim Seokjin.— rodó los ojos. —Hijo del marqués Kim, fue echado gracias a su propio padre.— Seokjin tragó duro. —Fue criado por vampiros salvajes... Los cuales junto a él, asesinaron a los del castillo. Con todo y el duque dentro.