6: Evita y Perón

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Podía robar tantas cosas como quisiera, porque no creía en esto es tuyo y esto es mío. Pero robar el corazón de Ramón era lo único que tomaba como un triunfo en su vida.
Porque...¿Tenía el corazón de Ramón? O no...

Lo suyo empezó realmente en serio cuando salieron de robar esa joyería...
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Carlos no daba ninguna señal ni se había acercado a abrirle la puerta. Se estaba impacientando, el tiempo que solía tomarse aquel enano para hacer algo que técnicamente debía durar segundos, lo sacaba de sus casillas, un robo debe ser rápido ágil y debe estar bien logrado. Ninguna de las tres se aplicaban a los robos de Carlitos.

Ya totalmente cansado rompió el vidrio de la puerta con un Fierro para luego meter la mano y girar la perilla.
Enojado se dirigió hacia el centro del salón donde se encontraban todas las joyas de exhibición...y Carlos.

—¿Qué haces? No me abriste—

Carlitos lo miró y en sus ojos solo había una dulzura transparente, o al menos eso vio Ramón. Tenía puesto dos aretes que parecían ser las joyas más caras de la tienda.

—Pareces Marilyn Monroe—

Carlos se miró entonces en el espejo frente a él y el comentario de Ramón no le pareció del todo acertado, pero luego quedó inmóvil.

—Parezco mi mamá de joven...—

Dijo sin disimular su asombro, Ramón se olvidó totalmente de que estaban robando una tienda, por minutos solo quedaron ellos dos a la deriva de ligeras luces que alumbraban aquellas joyas, y la belleza de Carlitos. -Pensó-

—Te quedan lindos—

Fue lo único que se animó a decir, o quizás no quiso decirlo realmente y su boca se abrió instintivamente, porque la belleza debía ser elogiada.

—Gracias

En ese instante Carlos no era él, de repente se sintió vulnerable ante la situación y ante lo que sentía en el cuerpo, su cuerpo rígido y tenso podían delatar la confusión que invadía su mente, pero ingeniosamente como siempre, lo escondió.

Ramón hizo un leve gesto moviendo moderadamente la cabeza e hizo un esfuerzo para dejar aquel transe, se acomodó firme y levantó el arma que sostenía en su mano derecha haciéndola quedar a la altura de su pecho.
Carlos se enderezó y Ramón colocó su mano libre en su hombro acercandolo  más a él. Carlitos imitó el gesto de Ramón y también levantó su arma, ambos observándose en el espejo perdieron completamente el estado tenso que antes los envolvía.

—El Che y Fidel.— Dijo Ramón con cierta pizca de diversión, en secreto, le gustaba lo que veía.

Carlos volteó suavemente a verlo y sus rostros se encontraron, sus miradas se hicieron una y el ambiente volvió a su clima.

—Evita y Perón.
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Ese día pensó, no recuperaron más sus miradas, cada mirada quedó en la otro y sus ojos se pertenecían al contrario.
No necesitaba explicación, al menos no para Carlos. No le interesaba una, no quería analizar sus actos ni enterrar sus sentimientos. Él era libre, ¿Por qué hacerlo?

Pero Ramón después del beso con cambió con él, seguía yéndose sin tener un regreso dicho. Y él seguía saliendo con Marisol. No hubo más besos, ni más robos programados, ninguna de las acciones que ellos concretaban normalmente ocurrió.

Pero a ninguno le molestó, y para esa tarde que Ramón regresó, Carlos se encontraba en el departamento. No lo esperaba la verdad, pero verlo lo hizo sonreír instantáneamente.

—Estaba con Federica, dice que ya tiene una fecha programada para que yo salga en la tele—Le dijo Ramón para tomar un cigarrillo y prenderlo.

Carlos resopló— Así que seguís con esa pelotudez...—lo pronunció con tanto descontento que no sonó enfadado sino resignado.

—Ya te dije que si me va bien podés ser mi mánager...—Le sonrió Ramón y cayó desplomado sobre la cama.

Carlos estuvo a punto de responder cuando el teléfono que habían robado hace unos días sonó, lo que les llamó mucho la atención porque nadie tenía el número.
Se miraron y Ramón lo tomó inmediatamente para levantar el tuvo.

—Diga—

—Vos y tu amiguito el de rulos tienen los días contados.—La voz era agresiva y grave, a Ramón no le hizo gracia pero no se mostró sorprendido. Y Carlos recordó el martes pasado, cuando por error y un descuido de él, entró a robar a la casa de un ex jefe de comisaría.

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Les parece que describa escenas sexuales o ya mucho para ustedes? Respondan plis

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