¿Karma o Suerte? (Suerte #3)

5| Acosador

Lamento la demora, tuve algunos inconvenientes con los capítulos y para compensar la espera les traígo tres capítulos seguido.

Que los disfruten 😀😉

Cap (1/3)
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¿Cuántos días se necesitaban para olvidar un beso? Joseph no lo sabía, de lo único de lo que estaba seguro era de que tres días estaban lejos de ser suficientes. Estaba empezando a sentirse tentado a golperse la cabeza contra la pared, con un poco de suerte eso lo haría perder la memoria y entonces tanto Messer como aquel estúpido beso se esfurmarían de su mente y podría respirar en paz.

Pero claro, la vida no es tan sencilla y por eso desde el lunes, cuando al jodido Messer Anderson se le ocurrió besarlo, Joseph no había podido dejar de darle la vuelta a aquel momento. Y quizá lo peor de todo es que no podía dejar de culparse por ser tan idiota y dejar que aquello llegara a suceder.

—¡Señor!— aquel gritó lo saco abruptamente de sus pensamientos. Esmé estaba parada frente a su escritorio con la frente arrugada. —¿Esta bien?

—Si...—Carraspeo incomodo— ¿Qué era lo que me decias?

—Le decía que el área de cuentas me envió este presupuesto, es para la canpaña publicitaría de Red Jacket.

—Esta bien, le hecharé un vistazo. — Pero la chica siguió parada frente a el observandolo de manera calculadora. —¿Se te ofrece algo más?

—Es que usted parece un poco ausente, esta muy raro...

—Estoy bien, Esmé— en realidad estaba todo menos bien, pero eso era algo que su asistente no tenía porque saber— Vuelve a tu puesto, te haré saber cuando termine de revisar esto.

—De acuerdo — ella salió de la oficina, pero podía notarse la duda en su semblante.

Joseph maldijó de diez mil formas distintas al odioso pelirrojo. De no haber sido por él, su vida estaría bien (jodida, pero bien). Maldito el momento en el que se le ocurrió robarle el taxi, porque desde ahí empezó ese tormento.

Sacudió la cabeza y se obligo a mantener los pies sobre la tierra, además tenía trabajo que hacer y no podía darse el lujo de perder el tiempo con cosas absurdos.

Tomó la carpeta que Esmé le dió y leyo agilmente todo lo que ahí decia. Hacia poco que la gerente de Red Jacket los contacto para solicitar sus servicios. Aquella era una emperesa deddicada enteramente a la moda, de hecho era una marca muy reconocida en toda la ciudad, pero obviamente querían expandirse y para eso necesitaban una buena campaña publicitaria que los hiciera resaltar.

"Queremos algo que nos haga ser tan llamativos como Gucci o Dolce&Gabana", había dicho Victoria Hertz, que era la ditectora de Red Jacket. Joseph sabía que aquello sería díficil y estresante, pero les daría grandes ganancias y si la campaña publicitaria tenía el éxito que pretendían, sin duda les traería beneficios en el mundo publicitario.