12| Piensas demasiado

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Se que me demoré en actualizar y pues no si vaya a poder actualizar la proxima semana, así que se me ocurrió hacer un "miní maratón" de cuatro capitulos. Dos hoy y dos mañana ¿qué les parece? 😊😊

Empecemos de una vez 😁

Cap (1/4)

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Estaba tecleando en su ordenador, el sabía que lo hacia pero si alguien le preguntaba que era lo que escribía, seguramente no hubiera podido decirlo con seguridad. La mayor parte de su mente estaba sumida en los recuerdos de lo que había sucedido horas atrás y si se concentraba lo suficiente, incluso podía sentir las manos de Messer recorriendo su pecho...

Sacudió la cabeza y suspiró derrotado. Era imposible dejar de pensar en el mocoso pelirrojo. Y lo peor de todo era estar tentado a llamarlo para hacerle saber que estaba bien. Se lo había prometido después de todo ¿no?

Pero el asunto es que Joseph no sabía si estaba bien. ¿Confundido? Eso si que lo estaba, confundido tratando de averiguar porque no podía simplemente asumir lo que había pasado y aceptar que le gusto más de lo que creyó posible. Que Messer era un hombre increiblemente sexy que había logrado botar sus barreras con unas cuantas caricias, caricias que le volaron la mente y lo dejaron nadando en un mar de incertidumbre.

Pero eh ahí el problema...¡Messer era un hombre! Y parte de Joseph no podía conciliar la idea de que uno de los orgasmos más increibles de su vida se lo había dado un hombre. Era demasiado que procesar y no podía hacerlo solo...

—¡Joseph!— Ese gritó acompañado de unas manos estrellándose sobre su escritorio, provocaron que Joseph diera tal brinco que estuvo apunto de caer de espaldas al suelo con todo y silla.

Joseph alzó la vista y se dió cuenta de que Greg fue quien golpeó la mesa, sin embargo no era el único en la oficina. Tras el rizado Greg se encontraba Esmé y lucia un tanto preocupada ¿es que acaso había sucedido algo?

—Bravo Greg, si tu plan era sacarme el alma del cuerpo, lo lograste. — se quejó acomodándose nuevamente en su silla.

— No te hagas la victima— Greg rodó los ojos— Y te hubieras ahorrado el susto si pusieras atención. Pero resulta que Esmé y yo llevamos más de cinco minutos tratando de llamar tu atención y tú muy fresco perdido en quien sabe que mundo.

—Yo...no me había dado cuenta.

—¡Oh, no me digas! Es obvio que no te habias dado cuenta. — Greg lo veía con preocupación. — Pero eso mo importa la cuestión aquí es que Esmé me llamo porque dijo que te notaba muy distraido.

Joseph le lanzó una mirada de reproche a su asistente. La chica se encogió de hombros y le dió una mirada seria.

— Lo siento Señor Cooper, pero estaba usted demasiado raro. No suele ser tan distraido...— Ella suspiró— ¿Esta todo bien? Porque déjeme decirle que tiene unas ojeras muy notorias.

¿Karma o Suerte?  (Suerte #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora