Jason subió tranquilamente las escaleras hasta el tercer piso del edificio en donde quedaba el apartamento, que una vez, compartió con su madre. En su espalda llevaba una mochila con su ropa y artículos personales que le servirían para sobrevuvir un par de días. En una mano llevaba una bolsa con un pequeño regalo que había comprado para su madre y en la otra sostenía la jaula donde Amadeus descansaba.
En un principio no pensaba llevar al minino consigo, pero ninguno de sus compañeros de piso en Boston podría cuidarlo en su ausencia y ni loco pensaba dejar al minino solo en el apartamento. Así que ahí estaban los dos, volviendo a aquella ciudad después de dos largos años que se sentían como siglos.
Jason tuvó que dejar la jaula en el suelo para poder sacar las llaves del apartamento. Le había mentido a su madre diciéndole que llegaría más tarde, pero la realidad es que quería darle una sorpresa. Volvió a tomar la jaula y entro sigilosamente, cerrando la puerta con suavidad.
—¡Estoy en casa!~ — canturreó esperando que su madre saliera a recibirlo, pero eso no sucedió. De hecho el apartamento estaba en silencio. — ¿Mamá?
Caminó hasta la pequeña sala y dejó sus cosas y la jaula sobre uno de los sillones. Luego se encamino hasta la habitación de su madre. Golpeó suavemente antes de abrir y asomar la cabeza. En apariencia la habitación estaba vacía.
—¿Mamá?— volvió a preguntar. No, ella no estaba. —Diablos— quizá su madre había ido antes al aeropuerto. Si era así, sería su culpa por haberle mentido sobre la hora de su llegada.
Volvió a la sala y se sentó en el sillón en donde Amadeus lucia más despierto dentro de su jaula, así que le abrió la puerta y el minimo rápidamente salió para estirarse de forma agraciada. Jason había estado un poco inseguro sobre hacer viajar al minino y más aun cuando Oscar (uno de sus compañeros de piso), le dijo que debía darle un calmante para que no se estresara con el viaje en avión. Pero al final Amadeus parecia estar bien.
Se encargo de servirle un poco de agua y luego decidió que llamaría a su madre. Por suerte ella respondió al instante.
—Hola cielo...¿ya llegaste?— Sonrio al escuchar la voz asombrada de su madre— creí que sería hasta dentro de dos horas.
—En realidad te mentí sobre eso. Quería darte una sorpresa, pero no conte con la posibilidad de que no estuvieras aquí cuando llegaras— el castaño se rió de su plan fallido. — ¿Vendrás pronto?
—Mi vida, lo siento por no estar ahí, pero no te preocupes que estoy muy sorprendida— Eso le robo otra risa a Jason— y en cuanto a tu pregunta, estoy algo ocupada con algo y se supone que Glen vendría a buscarme en un rato, pero acaba de llamarme para decir que le surgió algo...
—Vaya, que mal...¿Estas muy lejos?
—Un poco y no traje el auto conmigo...¿sería mucho pedir que vengas a buscarme? Claro, eso si no estas muy cansado por el viaje— pidió ella con la duda tiñendo su voz.
—Claro que puedo ir por ti mamá, tu solo dime a donde debo ir y a que hora.
—¡Gracias! Puedes venir por mi en una hora y medía más o menos, te enviaré la dirección en un texto....— Jason escucho que su madre hablaba a alguien en susurros antes de volver a hablarle a él — Las llaves del auto estan en la mesita de noche de mi habitación.
—Esta bien mamá, nos vemos en un rato.
—Okey, te quiero.
—Y yo a ti.
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¿Karma o Suerte? (Suerte #3)
RomanceSi te emocionaste con: "Un golpe de Suerte". Si te enamoraste con: "La suerte del capitán". Preparate para una historia que te hará darte cuenta de que los prejuicios pueden dejarse de lado, que hay segundas oportunidades, que todo depende de abrir...