17| A veces...la amistad duele

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Era martes por la tarde y Messer estaba sentado junto a Sam detras del escritorio de la chica. Estaba cerca de anochecer y aquel había sido un día algo movido ya que tuviero que reagendar varias citas especialmente porque Messer no podía trabajar aún y porque Morgan había ido a su sesión de fotos para la campaña de Red Jacket.

Así que Mike había estado trabajando en su estación casí sin descanso. Obviamente Mike no iba a quejarse al respecto pues amaba su trabajo. El ambiente se había calmado un poco, por lo tanto Sam y el pelirrojo estaban viendo un video que pertenecia a uno de los primos de Sam, quien el vocalista de una banda de rock muy conocida en todo el país. Cold Addiction, era el nombre de la banda y además de que eran jodidamente talentosos, Mess debía aceptar que los integrantes de la banda eran realmente...¡wow! guapisimos.

—¿Entonces la banda esta de gira?— Preguntó a Sam.

—Sip, justo ahora estan en Europa, creo que en Holanda o algo así.

—Vaya, es sorprendente que tengan tanto éxito cuando apenas llevan un año de haber formado la banda.

—Lo sé, pero tienen talento, así que era inevitable que se volvieran tan famosos, al menos eso es lo que yo creo.

—Pues tienes razón...además tu primo es sexy. —Dijó Mess volviendo su vista a la pantalla donde un chico de porte altivo y ciertamente cautivador, se dejaba todo en el escenario. —Hasta su nombre es sexy...Aiden Livsey.

Sam soltó una carcajada y le pellizco la mejilla a Mess. Obviamente la critica aprecitiva de Mess era solo eso, porque su atención, su cuerpo, su mente (y tal vez su corazón) le pertenecian a Joseph Cooper.

—Es una pena para ti que Aiden sea hetero ¿no es así?— pico Sam.

— en realidad no, es guapo pero creo que toda la población femenina del mundo puede aprovecharlo mejor que yo. —Mess sonrió tímidamente lo que era muy raro en él. —Además sabes que justo ahora no tengo ojos para nadie más...

—Solo para tu Señor Cooper —Sam lo codeó suavemente. —Sabes, me gusta verte sonreir de esa manera. Como un adolescente enamorado.

—Tampoco es para tanto— el pelirrojo se sonrojo y con el tono blanquecino de su piel, era un reacción bastante notoría. —Solo...

Justo en ese momento Morgan cruzó la puerta de entrada extendiendo los brazos y sonriendo ampliamente.

—Estoy de vuelta mis amores. Espero no me extrañaran demasiado.

—De hecho  te fuiste por tanto tiempo que ya no se quien eres...— bromeó Messer.

—Cierto— Sam fingió una mueca horrorizada— Deberiamos ir por ayuda, Mess. Este desconocido se esta acercando.

—Muy graciosos— Morgan rodo los ojos y se acercó a ellos para depositar un beso sobre la mejilla de Sam. —Un beso para mi chica amante — y luego estrello sus labios en la frente de Mess —y uno más para mi pequeño petirrojo. Joder, ya los hechaba de menos.

Mess sonrió ampliamente, en realidad le gustaba eso, cuando tenía a sus amigos cerca. Su peuqueña familia.

—¿Cómo fue la sesión de fotos?—preguntó el pelirrojo. —¿Fue agotador?

—Un poco, sobretodo el hecho de tener que cambiarme de ropa tantas veces y si te soy sincero me sentía como un trozo de carne en un aparador.

—Como si eso no te gustara. —Se burlo Sam.

—Obvio que me gusta, pero no cuando Victoria, la dueña de la marca de ropa, me manoseaba cada vez que tenía oportunidad. —Morgan se estremecio exageradamente. —Creo que a esa mujer le hace falta una buena follada...

¿Karma o Suerte?  (Suerte #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora