20| El es mi...mi...

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Era miércoles cerca del medio día y Joseph estaba dando una última revisión al informe que le había eviado el área de cuentas. Pero en realidad lo que quería era salir corriendo lejos de la Agencia, pues había quedado con Messer para el almuerzo.

Se sentía un poco raro actuando como un adolescente embelesado con su primer amor. Pero el día anterior había quedado atascado en el trabajo y para cuando salió de la Agencia lo único que quería era colocar la cabeza en la almohada, así que si, echaba de menos al mocoso pelirrojo y las ganas de verlo estaban matándolo. En eapecial porque sabía que las cosas con sus amigos aún estaban turbulentas y no le gustaba la idea de dejarlo por su cuenta...empezaba a creer que estaba desarrollando alguna especie de sobreprotección hacia Messer; pero después de escuchar sobre su pasado era algo inevitable ¿cierto?

Cerró el documento y apagó el ordenador, para luego ponerse de pie y colocarse el saco. Le gustaba siempre estar impecable y sabía que lucir un traje  le daba ese porte autoritario e imponente que tanto le gustaba. Llámenlo narcisita.

La puerta de su oficina se abrió y un sonriente greg cruzó la puerta. En esa ocasión sus rizos iban cubiertos por un gorro holgado, y eso sólo asentuaba más lo diferentes que eran.

—Sabes Jos, hoy te concederé el honor de invitarme a almorzar. —informó Greg con una sonrisita juguetona.

—Oh, pero que honor— Joseph rodó los ojos —Que hice para merecer semejante premio.

—No seas idiota y sabes que te encanta estar conmigo. Sabes, empiezo a creer que secretamente estas enamorado de mi.

Joseph no pudó hacer nada para contener la carcajada que salió de su boca, en parte porque era increible la cantidad de locuras que podían salir de la boca de Greg y otra porque...pues últimamente se sentía feliz y la risa a veces salía sola. Prueba de ello era que Greg se le quedó viendo con asombro.

—Diablos, hoy empezará a nevar ¿cierto?

—¿Qué?

— Es que hace mucho que no te oía reir así...—Greg se le tiró encima. —Ahora te pareces más a mi viejo amigo.

—Joder Greg, sueltame. —Ambos rieron esta vez y cuando por fin logro sacarse de encima a su rubio amigo, tuvo que darle una mala noticia, al menos para el rizado lo sería. —No puedo ir a comer contigo.

—¿Por qué? ¡¿Acaso estas engañandome con otro?!

—¡Si! —Aceptó con una mirada de falsa culpabilidad— Pero no es tu culpa, es que él es más guapo.

—Te odio— Greg volvió a reirse y luego suspiró —Pero supongo que no comeras conmigo porque saldrás con tu novio.

—No es mi novio...

—Y yo sigo preguntándome porque demonios no has formalizado la relación.

—¿Sera por que apenas hace unos días empezamos a "salir"? — fingió las comillas con los dedos, mientras salian de la oficina. El lugar estaba vacío, ya que a esa hora todos los empleados iban a comer.

—Bueno, pero recuerda que ya no eres un jovencito que puede tomarse todo el tiempo del mundo.

—¿Estas llamándome viejo?— dijo entrecerrando los ojos.

—Si, aceptalo. —Greg se ganó un golpe en la parte trasera de la nuca. —Y también acepta que estas completamente enamo...

Pero Joseph le tapó la boca antes de que lograra terminar su frase. Francamente le daba un poco de miedo pensar en el amor y más aún en la idea de haberde enamorado de Messer. No sabía poque sentía que el estomago se le apretaba de esa forma, pero por el momento quería simplemente disfrutar de lo que fuera que tuviera con Mess. Ya luego pensarian en las etiquetas y todo lo demás.

¿Karma o Suerte?  (Suerte #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora