Capítulo 49: 12 segundos

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Narra Cepeda


4 de la mañana, había perdido la cuenta de las vueltas que llevaba en mi cama. Estar cansado pero a la vez tener tantas cosas en la cabeza que eres incapaz de desconectarla, eso ocurría. Resultaba irónico, no podía dormir por tener muchos pensamientos en mi cabeza...una cabeza que precisamente se había quedado vacía.

Bajo las escaleras que separan mi habitación y la de Aitana del resto de la casa, pese a las altas horas de la madrugada necesito salir al jardín y me enciendo un cigarro. Los recuerdos importantes no volvían...ahora bien el recuerdo o la necesidad de fumar seguía en mí, y en esos momentos de nervios y tensión aun se hacían más evidentes esas ganas.

-Que... ¿no puedes dormir?

Casi me da un infarto al oír esa voz femenina casi susurrada a escasos centímetros de la tumbona en la que me había situado en el jardín. Al levantar mi mirada veo una chica con el pelo corto, con una expresión seria pero a la vez bella, no debíamos llevarnos muchos años, es mas seguramente teníamos una edad bastante parecida.

-Joder...no des estos sustos... ¿tu quien eres?

-Ah perdona claro...no nos han presentado...soy Olga, la prima de Aitana, como sus padres han salido bueno pues me habían dicho que viniera aquí...para ver si necesitabais ayuda, ya sabes por el otro día sobretodo que a Aitana le dio un poco el bajón.

-Si...si...lo entiendo tranquila...pero puedes volverte a la cama estoy bien.

Pese a prácticamente echarla con mis palabras de ese lugar, veo que la llamada Olga se tumba en la tumbona justo al lado de la mía...no nos miramos simplemente ella mira hacia el cielo estrellado que hay en Sant Climent...del mismo modo que hago yo, en silencio, solamente roto por los bufidos que hago cuando saco el humo de dentro de mi cuerpo hacia el exterior.

- ¿En qué piensas?

Seguramente en otro momento hubiera tomado la pregunta de forma negativa, hubiera contestado con alguna borderia, al fin y al cabo nadie la había invitado a compartir el mismo espacio en ese jardín...pero no sé porque no era el quien...sino la necesidad...y en ese momento tenía necesidad de sacar toda la mierda que llevaba dentro desde que acabe de hablar con Roi.

-Pienso en lo asquerosa que es mi vida.

- Pues yo no le veo nada de asquerosa, si te soy sincera, creo incluso que tu vida mola.

Me asombro ante lo que dice esa mujer...acaso no sabe que he perdido la memoria...acaso no sabe el calvario que estoy viviendo...como puede atreverse a decir que tengo una vida que textualmente "mola"

-Si me acordara de lo que tenia quizás entonces podría decir que si...pero esa vida que tu pintas como maravillosa no es la que tengo ahora.

Se levanta y se pone de pie justo al lado de mi tumbona...me mira a los ojos directamente...incluso creo que le brillan, pero eso quizás es un efecto de la luna reflejada en ellos.

-Sigues teniendo lo que te convertía esa vida en maravillosa...sigues teniendo gente que te quiere...gente que lo daría todo por ti...gente para la que eres imprescindible en su vida...te lo digo yo...los he visto pensar que te perdían y te aseguro que pese al drama del momento...es de admirar y para estar orgulloso de lo mucho que la gente que te rodea te quiere y te necesita-me da la mano- incluida yo, que estoy segura que pronto podre disfrutar de charlas amistosas y de muchos cafés en terrazas madrileñas.

La miro con desconcierto...sin saber que responder...la verdad es que si tenía un lio mental ahora mismo ha aumentado una barbaridad.

-Toma...-me da un disco- úsalo cuando estés solo...mañana por la mañana me llevare a Aitana de compras...quizás te ayude a recordar.

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