9 - Segunda parte

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Las luces parpadeaban, el lugar estaba impregnado del tono rojizo de las luces, el cuero del sofá se adhería a su piel con las gotas de sudor que desprendía su cuerpo. Rafagas de luz rozaban nuestra piel semidesnuda. Casi por completo expuestos ante la mirada de los espejos que rodeaban el lugar. Con el reflejo de las luces de colores en los ojos, recorriamos cada esquina expuesta que teníamos. El sonido de su voz salía disparado con cada descarga de placer que sentía ante mis caricias. Su pelo desorganizado sobre la tela de los cojines. Me acerque a su oído sin detener el movimiento que la mantenian mis dedos entre sus piernas:

─De quién es el lugar dulzura? ─ dije mordiendo suavemente su oreja para descargar mas adrenalina en ella.

Tardo un momento en responder.

─No lo conozco... Todos lo llaman Mr. K ─ dijo luego de un fuerte suspiro.

Mi boca recorrió todo su pecho mientras apretaba con fuerza su cintura. El placer que sentía brotaba a viva voz.

Volví a acercar mi mano a esa zona tan sensible y que ella tanto pedía. La torture un poco más antes de darle el placer que quería, todo a cambio de más información:

─Y... que tal si me dices quien es el verdadero dueño...no juegues conmigo nena...Quien dirige el lugar? De quien es y cuánto lleva aquí todo esto? ─ con esfuerzo se sentó para verme a los ojos.

─Es mucha información la que quieres. No tienes nada mas para darme? ─ dijo con los ojos entornados hacia mi.

─Bien...este es el trato. Tu me das la respuesta a las tres preguntas que quiero y yo te doy lo que quieras, estamos? ─ ella asintió con una pequeña sonrisa.

─Solo que...no te lo voy a decir aquí. Deberás esperar mi dia libre. Y aparte de esto, me debes 500 dolares. ─ su sonrisa llena de picardía no se borró de su rostro.

─500 dólares por un nombre? ─ ella inclinó la cabeza como diciendo «tomalo o dejalo».

Asentí brevemente para aceptar y le di la mano, la ajito una vez cerrando el trato y me dio un jalón acercándome a ella.

Jugue con ella un momento más hasta que vi la hora, 9.05pm, debía irme. Moví mi mano rápidamente mientras la veía a los ojos fijamente buscando que llegara a tener un orgasmo más. Entraba y salia rapidamente hasta que escuche por ultima vez su grito de placer.

Pase al baño, me arregle y salí de la habitación buscando con la mirada la puerta por la que había llegado:

─Sigue a la derecha y verás la puerta en el tercer pasillo a la izquierda ─ dijo recostada de la cabecera del sofá donde le había hecho venir algunas 6 veces ─ No olvides el trato.

Me aproximé a ella, la bese mordiendo su labio y la mire sosteniendo su barbilla ─ Jamás. Nos vemos el viernes.

Finalmente salí siguiendo las instrucciones que ella me había dado hasta encontrarme otra vez con el gran salón repleto de gente como si esa fuera la última noche de sus vidas. Busque sin descanso hasta encontrar a Ash, justo donde dijimos que nos veríamos a esa hora. Toque su hombro para llamar la atención y lo mire, presto atencion a mi desarreglo cabello y los besos en mi cuello y luego me miró a la cara:

─Hombre, pero que te paso? ─ dijo mirandome nuevamente de pies a cabeza.

─Tuve que hacer más de lo que crees para obtener una pista. Al menos un intento, ella debe cumplir con su parte.

Mia se rió y cubrió su boca cuando noto que la mire con falso desprecio, me reí con sarcasmo y salimos de allí sin ser vistos. Nos subimos a las motocicletas y fuimos a la casa de Ash. Todos nos dimos un buen baño. Yo en particular no soportaba la idea de estar cerca de una chica como Cristina (la chica del bar), sabía que debía conseguir algo, pero era como prostituirme por información y odiaba el hecho de que ella fuera mi... Aleje las ideas de mi mente.

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora