13 - Segunda parte

61 6 4
                                    

Mi cama no se había sentido tan bien nunca. Estaba exhausto, cansado y lleno de moretones y me dolían los hombros de tanto disparar y golpear patanes. Me di la vuelta interrumpiendo el sueño de mis mascotas cuando la alarma de mi teléfono sonó con la música de Vivaldi. La apague y me quedé un rato mirando al techo.

«Ella ya sabe mucho sobre ti, debes ser cauteloso»

Y si decide averiguarlo? Indagar demás en tu vida puede llevarte a un problema, ve preparado.

Calle la conversación paranoica que había causado en mi cabeza. Una parte de mi que para nadie es un secreto. Un pedazo de lo que quedó del pasado que siempre estuvo conmigo, siempre presente, insistente con cada mirada, cada palabra, cada conversación, cada suspiro, cada discrepancia y cada coincidencia me lo recordaba, ya no me quedaban excusas para negarlo.

Me puse de pie para aprovechar las clases y aprovechar el tiempo. Me metí corriendo a la ducha. Sali como rafaga para verstime de lo mas casual. Comer algo y prepararme antes de salir. Dante estaba parado en el balcón esperando que me despertara. Dejo el desayuno listo, había hecho la compra y todo estaba en perfecto estado:

─Se va señor? ─ sonreí ─ Lo tendré todo listo y justo como lo pidió ─ le guiñe el ojo y salí por la puerta.

─Cuida de los niños ─ dije cerrando la puerta y refiriéndome a mis mascotas.

Estaba feliz, animado. Era algo que no pasaba hace ya muchisimo tiempo. Exactamente 14 años.

Clases... Biología, artes y música. Musica, tanto tiempo tenía ya que no tocaba mi piano. Mi hermoso piano. No he olvidado la sensación de la música en mi cuerpo. Nunca la olvidaré. La textura de las teclas, el sonido cuando los martillos golpean las cuerdas dentro de una hermosa caja negra llena de secretos y maravillas. Eran tan parecidas. Quería tocar las notas, sentirlas, escucharlas.

─Muy bien ─ dijo el maestro ─ Zanith, podrias hacer la apertura con un pieza? ─ pensé por un momento y luego mire el piano.

Me senté en el banco, puse las manos sobre las teclas blancas y negras y toque River Flows in You ─ Yiruma. No pensé en otra pieza más hermosa. Tan tranquila, tan serena. Mi mente solo danzaba con cada nota.

Cada segundo que pasaba era desesperante. Queria saber si Dante lo había organizado todo de manera correcta. No debía preocuparme por eso, pero igual estaba impaciente. Y asi paso todo el dia, lento y tranquilo hasta que finalmente mi reloj marcó las 5.00 pm. Corrí hasta la entrada de los dormitorios para encontrarme con Ash en la puerta:

─Hey, te he visto correr por todo el campus todo el dia. Tranquilo que todo saldrá bien ─ mi mente se quejó por un momento y me di cuenta de algo.

─Tengo más miedo que emoción en este momento ─ dije antes de entrar al edificio y subir a mi recamara.

Entre en mi habitación, Dante estaba en el mismo lugar que esta mañana. Entre directo a ducharme y deje que el agua caliente bajara por mi cuerpo sin ningún tipo de resistencia. Quería calmar los latidos de mi corazón que parecía que saldría de mi pecho disparado en cualquier momento. Salí para mirarme al espejo y note que mis raíces comenzaban a salir otra vez, mi cabello negro estaba dejándose ver y era algo que no podía dejar que pasara. Por ahora. No antes del tiempo predicho, no antes de lo planeado y no quería pensar en ello.

Me puse la ropa, un traje negro sin chaleco, hoy no serviría a nadie, hoy revelaría algo. Hoy no era un sirviente, era el tiempo de un caballero, libre de males, libre de mentiras y sin miedo a nada. 

Salí a la sala, ya listo, y tome el trago que Dante había dejado para mi sobre mi mesa de centro y con él en mano abri la gaveta y levante el compartimiento secreto. Saque mi arma y la guarde en su respectivo estuche enganchado y oculto en mi pantalón. Dante me miro extrañado pero no hizo ninguna pregunta. Me di el trago de Whisky puro que guardaba el vaso de cristal y lo deje sobre la mesa:

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora