18 - Primera Parte

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"Ten cuidado en quien confias, el diablo fue una vez un angel"

Μην το κανεις. Μην ανησυχεις για μενα...

Sus palabras rebotaban en mi cabeza una y otra vez. Sabia lo que le harian, sabia que terminaria muerta pero si ella dijo esas palabras es porque sabe que algo malo pasara si entrego el contenido de la caja a esa gente.

Ay, Mary. Mamá...de verdad te amo y te voy a extrañar.

Mary me enseño griego para comunicarnos cuando habia algo delicado que tratar, asi o nadie mas nos podria entender. Y esas palabras las designo si un dia algo podria ponerme en riesgo a mi y mis planes, ella se sacrificaria por mi. Al principo estube de acuerdo sin reproches. Ahora hubiera deseado no haber aceptado.

Cristina y yo conduciamos camino a las ruinas de la mansion quemada. Si esa caja existia, en algun lugar de bia de estar.

Cuando llegamos, bajamos del auto y nos quedamos mirando la casa por unos segundos recreando ese dia en nuestras mentes como si lo estuvieramos viviendo un vez mas, las imágenes eran tan claras en mi imaginacion que aun podia sentir las quemaduera...

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Cuando llegamos, bajamos del auto y nos quedamos mirando la casa por unos segundos recreando ese dia en nuestras mentes como si lo estuvieramos viviendo un vez mas, las imágenes eran tan claras en mi imaginacion que aun podia sentir las quemadueras en mi piel. Nos miramos y comenzamos a caminar a lo que quedaba de su interior, el segundo nivel no existia y el sotano aun debia tener agua desde aquella vez. Nos paseamos por las distintas habitacions reconstruyendo la casa en la mente para hacernos una idea de donde podria estar la caja de la que hablaban. Cuando recorde la oficina de mi padre:

─Recuerdas cuando Richard entraba a su oficina y cerraba la puerta?

─Si, soliamos pararnos en la puerta a escuchar...que lo muebles se arrastraban – dijo sorprendida.

Bucamos la habitacion que una vez fue proivida para nosotros, la oficina de mi padre, y entramos. Muchas cosas aun seguan alli. Como el viejo escritorio, de otras ya no quedaba nada de ellas.

Nos pusimos a cada lado del escritorio y tratamos de moverlo,

era increiblemnete pesado y en mi estado actual no tenia mucha fuerza que digamos. Empujamos y pateamos la mesa hasta que por fin se movio lo suficiente. Caminamos en el espacio y encontramos y un desnivel. La mire y ella dejo los ojos fijos en el piso. Barrimos las cenizas y el polvo que aun permanecian en el lugar y efectivamente, habia una puerta. Cuando quitamos parte de los pedazos de la alfombra encontramos que estaba cerrada con candado. Cristina tomo una de sus dagas y consiguio abrirla. Sacamos un par de linternas y bajamos las escaleras que se aparecieron cuando abrimos la puerta. Abajo estaba oscuro, aun olia a mucho polvo y las cenizas que se filtraron no ayudaron en nada. 

Encendimos las linternas y vimos que habia toda una oficina oculta ahí debajo. Conseguimos una lampara que alumbrar todo el lugar a la vez. Habia una mesa exactamente igual a la que estaba arriba, una silla y algunos de los papeles aune staban sobre la mesa como si el fuergo se hubeiera negado a llegars hasta ese lugar:

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora