6 - segunda parte

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— Que pasa? Que haces a estas horas por aqui? ─ dije aun confundido por lo que estaba pasando.

─Lamento si te molesto, entonces... nos vemos mañana temprano ─dijo sonriendo mientras se alejaba, pero la detuve por el brazo trayendola de vuelta.

─Nunca dije que molestabas. ─repuse.

La deje pasar y ella lentamente se sentó en el sofá. Tomó un cigarrillo y me pregunto to que si podia. Moví la mano diciendo «Adelante» y ella lo encendio.

─No podía dormir ─ dijo expulsando el humo de sus pulmones.

─Me uno al grupo ─ dije sacando uno también. Tiré el encendedor en la mesita e inhale tanto humo como pude antes de expulsarlo hacia arriba mientras dejaba caer la cabeza hacia atras, cuando la levanté, ella estaba sonriendo ─ Que sucede?

─Te pusiste la camiseta para abrir la puerta verdad? ─ respondio con una pequeña carcajada pero mi sonrisa se borro en pocos segundos ─ Anda, quítatela ─ expulsó de repente.

─En mi caso, no lo tomo tan a la ligera ─ deje caer las cenizas sobrantes en el cenicero y regrese a la posición en la que estaba. Miré el oscuro y estrellado cielo de la noche por un segundo antes de regresar mis ojos a ella. Cuando volteé para verla, se estaba quitando la blusa por encima de la cabeza, su piel clara se hiso relucir con las luces de la sala dejándome boquiabierto por la sorpresa

─ Qué es lo que haces? ─dije con una sonrisa nerviosa.

─Ahora tu ─ dijo señalando me con el dedo y el cigarro. Me quedé inmóvil, debió haberse dado cuenta de ello, porque se puso de pié, se acercó mi dándome la mano.

Dejé reposando la cigarro en el cenicero y la mire mientras tomaba su mano para pararme del sofá. Tomó las esquinas de mi camiseta para levantar la pero la detuve sin dejar de mirarla. Mi mandíbula se tenso en ese momento hasta el punto de casi quebrarse.

«Recuerda lo que dijo Adolf, esto te hace falta, no lo cagues también»

Le hice caso a la voz en mi cabeza e intenté relajarme dejando que sus manos subieran hasta quitarme la camiseta pasando por encima de mi. Me quedé parado allí hasta que ella sola se diera cuenta. Me rodeó lentamente con sus manos hasta abrazar mi espalda, allí se detuvo. Examinó con cuidado las heridas a ciegas y frunció el ceño antes de moverse a mis espaldas para ver de que se trataba.

─Debió ser horrible ─ fue lo que dijo.

Sus palabras fueron tan chocantes que me di la vuelta para verla.

─ Si no quieres hablar o contarme nada es porque no necesito saber. No voy va indagar en cosas que no me incumben.

Me acerqué a ella con rapidez y planté un beso en su boca. «Holly shit». Cuando me aleje unos centímetro de ella para ver sus ojos me sorprendio ver una sonrisa por mi impulsiva reaccion.

Ella haría de esto algo divertido, y así intentaría que fuera tambien.

La sostuve por la cadera, enganchandola en mi cintura y acorraladola en el sofá. Mi boca se deslizó dejando un camino de besos desde su boca hasta su cuello, creando toda clase de escalofríos en ella. Sus manos acariciaron las grades heridas de mi espalda mientras mi boca saboreaba su cuello.

─Vamos no seamos tímidos ─ dijo riendo.

Permiso concedido

Mis manos recorrieron todo el camino hasta el botón de su pantalon, sin un contrato, el trabajo a veces era mejor.

Dejé de besarla y le quite el pantalón rápidamente, regresando a su boca. Mi lengua se abrió paso saboreando la suya, mordí su labio inferior mientras mis manos se infiltraron debajo de la tela de sus panties. Dejando que lentamente deslisara mis dedos hasta el la zona donde se unian sus piernas, saque por completo de mi camino su ropa interior y lanzcé a alguna parte. Mis dedos regresaron al lugar entre sus piernas y comencé a acariciarla hasta que escuche un gemido escaparse.

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora