15 - Primera Parte

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Somos lo que vemos...monstruos

Tres dias habian pasado. Tres días sin verla, sin tocarla, sin estar cerca.

«Si torturarme era lo que el destino buscaba, lo estaba consiguiendo»

Decía en mi cabeza mientras miraba por la ventana de un auto lujoso con vidrios tintados sentado junto a Ash y a Mia camino a la mansión Bareford.

Primero edificios, luego arboles y luego un enorme portón que se abrió al instante en que el auto estuvo lo suficientemente cerca. Entramos. El auto de Emely estaba aparcado afuera mientras su conductor charlaba con el jardinero.

Cuando el auto llegó hasta la entrada, nos bajamos. Ash subió las escaleras principales seguido por Mia y luego por mi. El servicio abrió las puertas enseguida y sin perder el tiempo, una vez estuvimos dentro, Emely salió del pasillo mirando con cara de felicidad a su hermano menor:

─Mi querido hermanito esta en casa! ─ dijo extendiendo los brazos para abrazarlo con fuerza. Mi cuerpo se escondió brevemente detrás de Mia mientras ella se abría paso a la misma habitación que ellos.

En el instante en que me deje ver, la sonrisa en la cara de Emely desaparecio desvaneciendose lentamente, Ash entendió la urgencia del asunto, no quedaba tiempo a nuestro favor y teníamos una muy larga lista de enemigos en contra:

─Largo de aquí, déjenos solos. Aseguren las puertas, no quiero a nadie aquí dentro ─ el servicio respondió de inmediato antes las palabras de Ash y de pronto ya solo nos abundaba un enorme silencio.

Los ojos de Emely no habían dejado de mirarme, ni yo a ella. Abrumadoras memorias se aproximaron y las aleje lo más rápido que pude interrumpiendo la mirada entre ambos, ella caminó hacia mí y Ash movió la cabeza diciendo «Sabias que iba a pasar y la necesitamos, copera» Me queje por dentro, se aproximo lentamente, era la mujer más lejana a mis gustos, era una arpía, venenosa y tóxica que era capaz de destruir todo lo que conoces en cuestión de segundos. Cuando terminó simplemente se aferró a mi brazo como una rosa llena de espinas y la aleje lo antes posible. No podía estar cerca de la mujer que destruyo mi vida, o al menos, colaboro con ello. Era una de las únicas personas a las que no perdonaría por eso:

─Venimos a hablarte de algo ─ dije mirando su cara de asombro al vernos tan serios

─Y...a ver que vienen a proponerme? ─ respondió chasqueando los dedos, su mayordomo se aproximó con una copa de champagna de inmediato.

─Primero te tenemos un buen negocio ─ dijo Ash ─ después de todo eres mi linda hermanita. Mi seductora y tenaz hermana mayor ─ respondió Ash en mi lugar.

─Necesitamos a alguien ─ dije mirándola

─Alguien que tiene la entrada y la llave a una gran duda ─ Mia continuo

─Alexander Waldorf ─ Claro y preciso como debía ser

─Para qué necesitan a Alexander? ─ preguntó poniendo la copa sobre la bandeja

Me senté sobre el sillón rojo vino que estaba en el salon a mis espaldas.

─ La familia Waldorf es la propietaria del Cementerio Dinasty, necesitamos abrir una tumba...pensamos que...Caroline Van der Wildt podría no estar ahí ─ dije sin quitarle los ojos de encima.

─Caroline murió ha....

─Eso nos vendieron, como nos vendieron el incidente, como lo han hecho con todo hasta ahora. ─ la interrumpió Mia.

─Y mi querido Aiden está de acuerdo con eso? ─ dijo acercándose a mi

─No tengo que estar de acuerdo con nada, necesito algo, te estoy pidiendo un favor. Solamente.

Te Pertenezco (Parte 1) | Completa ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora