Capítulo 19.

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Corea del Sur era un lugar hermoso. Completamente diferente a la cálida Sidney, Australia, a la que estaban tan acostumbrados. Hacía tanto frío que se metía hasta por los huesos, pero Jeongin adoraba el frío. Aquel aire puro y fresco que flotaba en el ambiente en aquella época.

Todo estaba decorado para Navidad, lo cual hacía que Seúl se viera especialmente hermosa. La gente iba y venía con bolsas de compra, riendo y tomando bebidas calientes. Todo se veía increíble desde el balcón de aquel alto edificio. Algo que había amado de estar allí, era ver y oír aquel idioma que era tan suyo como el inglés. Haberlo usado en el aeropuerto, aunque algo oxidado, fue una de las mejores sensaciones de su vida. Porque ese idioma hablaban sus padres, y sus abuelos, y los abuelos de estos. Se sentía tan en casa como cuando se paseaba por las calurosas playas australianas.

Habían llegado entrada la noche del veintitrés de diciembre, con una muy agotada Sunhee que cayó dormida a penas ingresaron al hotel. Entonces tanto él como Chris, se envolvieron en cálidas mantas, y salieron al balcón del lugar en que vivirían aquella semana. Se abrazaron bajo las estrellas y el frío, compartiendo una gran tasa de chocolate caliente.

-Es hermoso ¿Verdad? -susurró Jeongin señalando las muchas luces que adornaban las decenas de edificios.

-Sí, es hermoso -susurró Chris, pero su vista estaba fija en el menor.

Jeongin lo notó y golpeó su hombro suavemente.

-A mi puedes verme todos los días -lo retó-. No todos los días tenemos esta vista.

-Ninguna vista se compara a ti.

-Mira las malditas luces, Christopher Bang -se quejó con gracia, antes de hacer un pequeño puchero.

-Te amo -susurró antes de atrapar aquel puchero entre sus labios, para luego besarlo completamente.

Un beso lento y suave. Cálido, para mantener aquel frío arrasador a raya.

-Ya que Sunhee duerme... -susurró Jeongin colocando una mano sobre el pecho del mayor.

Este sonrió de lado antes de pegar sus frentes.

-Hacer el amor es una buena forma de conseguir calor en invierno -susurró Jeongin antes de volver a unir sus labios suavemente.

-Entonces hagamos el amor -devolvió el susurro antes de colocar el rostro en el cuello del menor-. Porque estos días hará demasiado frío.

-Ni siquiera lo sentiremos -dijo Jeongin con gracias-. Ahora...

-Por supuesto.

Las puertas del balcón se cerraron, dejando el helado invierno afuera. Y dentro, la calidez de dos personas que se aman profundamente.

...

La mañana del veinticuatro de diciembre, Chris se despertó en una cama vacía, con los pájaros ya cantando, y el sol en lo alto del cielo. Se movió lentamente a través de la habitación, hasta llegar a la sala. Todo estaba en completo silencio a excepción de una voces tan bajas que se oían distantes, aunque claramente vinieran de la cocina.

Allí, Jeongin se movía de un lado al otro con paso relajado, y Sunhee colgada a su espalda. Ella se abrazaba a su cuello con los brazos, a su cintura con las piernas, y mantenía la cabeza hundida entre su hombro y su cuello. Ambos hablaban en un volumen bajo, mientras Sunhee señalaba las distintas acciones que Jeongin llevaba a cabo.

-¿Ves? Así -susurró señalando la taza repleta de café con crema-. Así le gusta el café a papá.

Sunhee asintió suavemente.

Nanny (Chan/Jeongin) (Chanin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora