Imagina Noah Centineo

•|| Celos (Noah Centineo) ||•

Era un día soleado en Los Ángeles, California, un día realmente hermoso para cualquiera que se detuviera a admirarlo esa mañana , la mitad de la ciudad era seguro que estaba despierta desde antes del amanecer pero en uno de los tantos departamentos de la ciudad, se encontraba en la ducha un chico de aproximadamente 22 años, de piel tostada, cabellos castaños y ojos dorados o así los describirían muchas chicas, se bañaba tranquilamente.

Ya bañado se colocó únicamente unos joggers negros, dejando su trabajado torso a la vista. Se dirigió a la cocina. El departamento era grande, bastante cómodo para dos personas. Abrió la puerta de su habitación y camino por el pasillo que lo llevaría a su desayuno, en medio de la cocina se encontraba una linda chica de cabello castaño y corto hasta los hombros, su piel un poco más oscura que la de él. Ella se giró y le dedico una sonrisa al recién llegado. Tenía los ojos de un café precioso que a él le encantaba ver todas las mañanas.

-Buenos días, amor-Saludó como siempre. Él sólo contesto con un asentimiento y se acercó a ella, rodeando su cintura con sus brazos y apoyando su cabeza sobre el hombro de la castaña. -¿Quieres café?

-Si

Vio como con sus delicadas manos servía café en dos tazas, una rosa y otra azul.
'Debemos tener tazas de diferente color, siempre robas la mía'- Había dicho ella sonriendo en una de las tantas veces que habían ido al supermercado, el escogió una rosa que sabía el terminaría usando y ella una azul, en él tono favorito de él. Sonrió al recordar eso.

-¡Ya me voy, Noah! -Avisó la chica desde la sala, mientras se ponía los zapatos un poco apurada, estando en más de una ocasión con el peligro de acabar en el piso por su mal equilibrio.

-¿De nuevo tarde, ________(Tn)? —Dijo Noah con una sonrisa burlona en su rostro, éste estaba recargado en una de las paredes del pasillo que daba a la habitación de ellos. ________(Tn) solamente rio nerviosa.

-Algo así -Se reincorporó y comenzó a buscar algo en el sillón frente a ella. Comenzó a aventar las cojines, dejándolos regados por toda la sala. -Amor, no has visto mí... -Alzó la vista hasta él, y notó que en su mano sostenía algo, mirándola con una ceja levantada. Su preciada cartera.

-Eres demasiado...-empezó el con aquella sonrisa de lado.

-¿Hermosa? ¿Inteligente? —Dijo ella sonriendo frente a él.

-Despistada iba a decir- Rió el cometario de su novio.- pero también eres todas esas que has mencionado.

-Lo se, la chica más despistada del mundo y aún así me las arregle para atraparte- Dijo orgullosa y guiñándole un ojo.

- ¿Y todavía te sientes orgullosa? -Pasó sus brazos por su cintura, atrayéndola hacia él.

-Aja, miles estaban detrás de ti y mira quien te ha atrapado- Afirmó, mientras lo besaba. Cuando sintió que Noah profundizaba el beso, no le quedo más remedio que separarse, llegaría tarde al trabajo... de nuevo y no podía permitírselo, bueno quizás si pero hoy no, prefería guardar esas faltas para cuando Noah tenía días libres. -Tengo que ir a trabajar, Centineo, y tú también- Le recordó.

-Lo se cariño pe...

-Te espero a la hora de la comida- Lo interrumpió y abrió la puerta- ¡Te amo!-Dijo antes de salir.

Sonrió. Él también la amaba, esa mujer siempre andaba corriendo. A diferencia de ella, él no estaba apurado. Claro, como él tenía esa ventaja de horarios flexibles. Sin más se fue a su habitación a cambiarse.

A la hora de la comida abrió la puerta de su departamento. Seguro ________(Tn) estaba esperándolo. Entró e iba a decir, más bien gritarle a la chica que ya había llegado, de no ser porque escucho risas provenientes de la sala de estar. Frunció el ceño y camino hasta la sala, donde estaba su novia y futura esposa, sentada junto con otro tipo, el cual no conocía, riendo. Frente a ellos, en la mesa, había varios papeles, junto con dos jugos.